La dieta mediterránea verde, alta en polifenoles y baja en carnes rojas y procesadas, retarda la atrofia cerebral relacionada con la edad, según un estudio internacional dirigido por la Universidad Ben-Gurion del Negev (Israel), que ha contado con la participación de casi 300 personas durante 18 meses.
Los resultados de la investigación se han publicado en 'The American Journal of Clinical Nutrition' y ha constado de un ensayo de resonancia magnético cerebral. Los participantes se han dividido en tres grupos según la dieta: pautas dietéticas saludables, dieta mediterránea y dieta mediterránea verde.
La ocupación del hipocampo (HOC) y el volumen del ventrículo lateral (LVV) se midieron como indicadores de atrofia cerebral y predictores de demencia futura. Los datos derivados de la resonancia magnética del cerebro se cuantificaron y segmentaron utilizando NeuroQuant, una herramienta totalmente automatizada autorizada por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos).
En el grupo de dieta mediterránea, los participantes recibieron además nueces ricas en polifenoles. En el grupo verde-mediterráneo, los participantes recibieron además componentes verdes ricos en polifenoles: 3-4 tazas diarias de té verde y un batido verde diario de lenteja de agua Mankai, como sustituto de la cena, con un consumo mínimo de carne roja y procesada. Además, los tres grupos participaron en programas de actividad física basados en ejercicios aeróbicos, incluidas membresías gratuitas en gimnasios.
Los investigadores han reconocido su sorpresa al identificar cambios dramáticos en la atrofia cerebral relacionada con la resonancia magnética dentro de los 18 a 24 meses, mientras que la tasa de marcadores de atrofia cerebral (es decir, disminución de la ocupación del hipocampo y expansión del volumen del ventrículo lateral) se aceleró significativamente a partir de los 50 años de edad.
Asimismo, también observaron una atenuación significativa en la atrofia cerebral durante los 18 meses en aquellos que se adhirieron a ambas dietas mediterráneas; con mayor magnitud en el grupo green-MED, específicamente entre los participantes mayores de 50 años. Además, los investigadores notaron que una mejora en la sensibilidad a la insulina se asoció de forma independiente con una atrofia cerebral atenuada.
En definitiva, un mayor consumo de Mankai, té verde y nueces y un menor consumo de carne roja y procesada se asociaron significativamente con una menor disminución de la ocupación del hipocampo.
"La asociación beneficiosa entre la dieta mediterránea verde y la neurodegeneración relacionada con la edad podría explicarse en parte por la abundancia de polifenoles en las fuentes de alimentos de origen vegetal que tienen metabolitos antioxidantes y antiinflamatorios. Los polifenoles pueden cruzar la barrera hematoencefálica (BBB), reducir la neuroinflamación e inducir la proliferación celular y la neurogénesis adulta en el hipocampo", ha comentado la investigadora Iris Shai.
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