Después de desempolvar el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, la ministra de Sanidad, Mónica García, está dispuesta a luchar contra el consumo de tabaco durante esta legislatura. Algunas de las medidas que la propia ministra espera llevar a cabo son la ampliación de espacios libres de humo, y no se descarta añadir en la lista las terrazas de bares, cafeterías y otros centros de ocio. Ante esta posición por parte de la máxima autoridad del Ministerio de Sanidad, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) vislumbra la posibilidad de que España llegue a posicionarse como un referente europeo contra el tabaquismo.
La intención de reactivar el plan frente al tabaquismo, que data de 2021 cuando Salvador Illa era ministro de Sanidad, es visto por Carlos Rábade, coordinador del Comité Ejecutivo del Área de Tabaquismo de la Separ, como “un gran primer paso por parte de la ministra, que se muestra proactiva y reivindica suprimir fumar en las terrazas, además de abordar la regulación de los cigarrillos electrónicos y todo lo que son productos emergentes del tabaco”. Además de estas medidas, Rábade va un paso más allá y recuerda la lucha que Francia está plantando al tabaquismo: “Incrementar de forma sustancial el precio de las cajetillas y el uso de un empaquetado genético serían opciones que deberían ser analizadas”.
Ante esta primera intención por parte del Ministerio de Sanidad, Rábade le pide a la ministra que “sea valiente y que saque cuánto antes la nueva ley antitabaco”. Pese a que Sanidad no ha contactado aún con la sociedad para abordar esta iniciativa de la mano, el especialista defiende que “la Separ estará siempre dispuesta a ayudar e intentar asesorar en la elaboración de las futuras iniciativas contra el tabaco”.
2024 es un año marcado en rojo por Rábade, ya que para el neumólogo se trata de la fecha clave y límite a la hora de empezar a ver los frutos de la ley antitabaco: “Durante el primer trimestre de 2024 se debe trabajar para poner en marcha todo el conjunto de medidas preventivas y asistenciales, para poder ofrecer tratamientos eficaces a todo este conjunto de la población adicta al tabaquismo”.
Los vapeadores, al mismo nivel que el tabaco convencional
El especialista confía en la palabra de García y remarca que lo ideal sería “que se sacasen adelante todo el conjunto de medidas que recoge la ley, evitando aprobar medidas individuales”. Por otra parte, Rábade hace referencia a los vapeadores, defendiendo que “debe ser equiparable con el tabaco convencional, ya que suponen la prueba de entrada de muchos jóvenes al tabaquismo”.
El Ministerio de Sanidad cuenta una nueva oportunidad de oro para dar un golpe sobre la mesa y definirse como país europeo que sí está dispuesto a hacer frente al tabaquismo. La Separ confía en que García lleve a cabo este cometido, y espera ver avances a lo largo de 2024 para conseguir más espacios libres de tabaco y hacer extensivo un sentir español y europeo de que las siguientes generaciones vengan sin estos hábitos tabáquicos.
