Trasfondo y objetivos
Existen algunos estudios sobre la asociación entre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el riesgo de trastornos alimentarios (DE).
Solo unos pocos han examinado el riesgo de DE entre niños y adolescentes con TDAH. Investigaciones anteriores que incluyeron sujetos con TDAH con otras comorbilidades utilizaron control...
Trasfondo y objetivos
Existen algunos estudios sobre la asociación entre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el riesgo de trastornos alimentarios (DE).
Solo unos pocos han examinado el riesgo de DE entre niños y adolescentes con TDAH. Investigaciones anteriores que incluyeron sujetos con TDAH con otras comorbilidades utilizaron controles inadecuados y no se centraron en el tipo de TDAH o el papel del tratamiento farmacológico.
Métodos
Este estudio de cohorte emparejado se realizó en la Unidad de psiquiatría de Niños/Adolescentes (CAPU), Bahrein. Usando los marcos de diagnóstico de CAPU, 70 sujetos con TDAH fueron reclutados y emparejados con sus correspondientes controles sanos de edad y sexo en una proporción de 1:2 (70 casos: 140 controles).
Los participantes eran niños o adolescentes con edades comprendidas entre 8 y 19 años. Se utilizó una breve entrevista para recolectar información sociodemográfica y antropométrica. El riesgo de DE se estimó mediante la prueba de actitud alimentaria −26 (EAT-2). Los datos se analizaron mediante análisis de cohortes.
Resultados
Un total de 31, 43 % de los sujetos con TDAH fueron evaluados mediante EAT-26 y se encontró que estaban "en riesgo" de DE, en comparación con el 12, 14 % de los controles (OR 3, 31, IC del 95 %: 1, 62–6, 78).
La prevalencia de DE entre los casos de mujeres con TDAH fue ligeramente superior a la de los hombres (33, 33% y 30, 77%, respectivamente). El peso corporal o el índice de masa corporal fue un factor explicativo estadísticamente significativo del riesgo de DE.
Conclusiones
El presente estudio muestra que los niños y adolescentes con TDAH tienen un riesgo tres veces mayor de DE en comparación con los controles sanos.
Esta investigación planteó la recomendación de que los niños y adolescentes con TDAH deberían ser examinados para detectar patrones de alimentación desordenados.
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