Autor/autores:
Michael Gitlin y Michael Bauer
Desde hace más de medio siglo se sabe ampliamente que el litio es el tratamiento de mantenimiento más eficaz para el trastorno bipolar. A pesar de una investigación exhaustiva sobre los efectos a largo plazo del litio sobre la función renal, persisten varias preguntas importantes relevantes para la práctica clínica. El riesgo de poliuria, que refleja disf...
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
Desde hace más de medio siglo se sabe ampliamente que el litio es el tratamiento de mantenimiento más eficaz para el trastorno bipolar. A pesar de una investigación exhaustiva sobre los efectos a largo plazo del litio sobre la función renal, persisten varias preguntas importantes relevantes para la práctica clínica.
El riesgo de poliuria, que refleja disfunción tubular renal, se observa en una proporción sustancial de pacientes tratados con terapia con litio a largo plazo. La duración del tratamiento con litio puede ser el factor de riesgo más importante de poliuria inducida por litio.
La mayoría de los estudios, pero no todos, encuentran que el litio se asocia con tasas más altas de enfermedad renal crónica en comparación con los controles de la misma edad o con los pacientes tratados con otros estabilizadores del estado de ánimo.
La edad, la duración del tratamiento con litio y los trastornos médicos como la hipertensión y la diabetes mellitus son factores de riesgo de enfermedad renal crónica en pacientes tratados con litio.
La relación entre la poliuria y la enfermedad renal crónica es inconsistente pero está poco estudiada. Aunque no todos los estudios están de acuerdo, es probable que el litio pueda aumentar el riesgo de enfermedad renal terminal, pero en una proporción muy pequeña de los pacientes tratados.
Los pacientes cuya función renal está relativamente conservada no mostrarán progresión o mejoría de la función renal después de la interrupción del litio. Por el contrario, los pacientes con mayor daño renal frecuentemente muestran un deterioro continuo de la función renal incluso después de la interrupción del litio.
El manejo óptimo del tratamiento con litio requiere obtener una medida inicial de la función renal (generalmente tasa de filtración glomerular estimada [eGFR]) y un monitoreo regular de eGFR durante el tratamiento.
Si la TFGe cae rápidamente o por debajo de 60 ml/minuto, los pacientes deben considerar consultar a un nefrólogo. La decisión sobre si se debe suspender el litio debido a una insuficiencia renal progresiva se debe tomar mediante un análisis de riesgo/beneficio que tenga en cuenta otras posibles etiologías de disfunción renal, la función renal actual y la eficacia del litio en ese paciente individual.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://journalbipolardisorders.springeropen.com/
Goldberg y Stephen M. Stahl. Prologo de Alan F. Schatzberg. Durante las últimas cuatro décadas, l...
COMPRAR AQUÍ
