Autor/autores:
K. W. Miskowiak y K. E. Lewandowski
El deterioro cognitivo se reconoce cada vez más como una característica central del trastorno bipolar (BD) y es altamente predictivo de la función psicosocial deficiente y la baja calidad de vida . Sin embargo, existe cierto debate con respecto al inicio y la progresión de los trastornos neurocognitivos. Los estudios de fases premórbidas han sido inconsistentes...
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El deterioro cognitivo se reconoce cada vez más como una característica central del trastorno bipolar (BD) y es altamente predictivo de la función psicosocial deficiente y la baja calidad de vida . Sin embargo, existe cierto debate con respecto al inicio y la progresión de los trastornos neurocognitivos.
Los estudios de fases premórbidas han sido inconsistentes, y algunos informaron un deterioro leve en dominios selectivos, algunos no informaron ningún deterioro y un puñado mostró un rendimiento cognitivo mejor que el promedio en las personas que continuarán desarrollando BD. De manera similar, los hallazgos en el pródromo y primero episodio de BD se han mezclado.
La evidencia transversal del deterioro cognitivo en la enfermedad establecida es algo más consistente y sugiere que los deterioros cognitivos siguen un curso de deterioro desde el inicio inicial hasta la cronicidad. Sin embargo, se necesitan estudios longitudinales para mapear las trayectorias cognitivas dentro de los individuos e identificar los puntos de inflexión desde el curso temprano a la cronicidad.
Un estudio reciente de Torres et al. examinaron el funcionamiento cognitivo en personas diagnosticadas con BD después de un primer episodio de enfermedad y las reevaluaron a los 1 y 3 años después del inicio del estudio. Descubrieron que las personas con BD mostraban deficiencias en los dominios cognitivos al inicio del estudio; Las trayectorias cognitivas mejoraron ligeramente en los grupos de control tanto de pacientes como sanos, y las trayectorias en sí mismas no diferían de los controles en términos de pendiente en la mayoría de los dominios cognitivos.
Los autores concluyen que durante los primeros tres años después de un episodio maníaco inicial, no hay evidencia de neuroprogresión en su muestra, y que los pacientes tratados adecuadamente con BD muestran resultados cognitivos "favorables". Este estudio se encuentra entre los pocos estudios de cognición en pacientes con BD a una edad temprana y después de un primer episodio de enfermedad, y uno de los pocos que sigue a dichos pacientes a lo largo del tiempo.
Además, la inclusión de más de dos puntos de tiempo ofrece la oportunidad de examinar la posibilidad de tendencias no lineales en las trayectorias cognitivas, una cuestión de importancia clave, ya que el cambio cognitivo puede no seguir un camino lineal. Los autores incluyeron un grupo de control bien emparejado, facilitando la comparación del curso cognitivo en BD con el de adultos jóvenes sanos. En general, este informe agrega nuevas ideas muy necesarias para el estudio de las deficiencias cognitivas en BD durante el curso temprano de la enfermedad.
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