El consumo de alcohol y drogas desata los celos paranoicos.

“El consumo de alcohol y drogas tiene una relación próxima con el delirio de celos paranoide, sobre todo en las personas que tienen una cierta predisposición a padecer trastornos mentales”. Así lo explica Miguel Ángel Torres, psiquiatra y jefe clínico del Centro de Salud Mental Trinidad de Valencia. Durante su intervención “Paranoia, alcohol y drogas” (impartida en el XVI curso de Actualización en Psiquiatría que se celebró los días 6 y 7 de marzo en el Palacio de Europa de Vitoria-Gasteiz), el experto ha definido las características de las personas paranoicas y su vínculo con el consumo de sustancias tóxicas.



Aunque existen diversas interpretaciones, el psiquiatra afirma que aproximadamente el 6% de los alcohólicos o personas que consumen drogas, como anfetaminas o cocaína, desencadena celos paranoicos.



“Estas personas tienen delirios, se sienten perseguidos, perjudicados por los demás, que la gente les quiere hacer daño”. Así, es común que tras un consumo frecuente de alcohol o drogas se generen delirios y situaciones violentas.



Esos delirios de celos paranoide generan suspicacias hacia la pareja, interpretaciones erróneas de los hechos y sospechas de engaños o infidelidades “que en muchos casos desatan situaciones de crisis de tipo agresivo y acaban en violencia de género”.



Por tanto, las teorías confirman que esta enfermedad está inducida por el consumo de alcohol y drogas, sin bien la persona pueden tener una tendencia o predisposición que se agrava por estas sustancias.



Tal y como explica Torres, el consumo de alcohol deteriora la potencia sexual y esta circunstancia se suma a las inseguridades de las personas paranoicas. “Si el hombre se siente perseguido, incapacitado, perjudicado en su vida, las relaciones sexuales no funcionan… empieza a crear sospechas y a pensar que su pareja busca lo que no tiene en otro lado, aumentando así el delirio por celos y acabando en algunos casos en situaciones de violencia hacia su pareja”.