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El director general del Hospital Civil de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, responsable de las estimaciones, aclaró sin embargo que no hay estudios que registren la incidencia real de estas enfermedades mentales.
Explicó que estas afectaciones están relacionadas a la inseguridad y a problemas cotidianos que enfrentan las personas como bajos salarios, problemas de vivienda o familiares, "que generan en muchas ocasiones reacciones violentas en los individuos".
Resaltó que cada año, en los dos Hospitales Civiles de Guadalajara se registra un aumento de entre siete y 10 por ciento de pacientes violentados de manera directa, sobre todo entre grupos vulnerables como niños y mujeres.
A su vez el rector del Centro Universitario de los Lagos, Armando Zacarías Castillo, dijo que los cambios sociales en México y en el mundo obligan a la universidad y a la comunidad académica a replantearse la forma de abordar los problemas sociales actuales.
Es el caso, explicó, de asuntos como la espiritualidad y el estudio del fenómeno migratorio, un tema muy presente en la entidad.
El especialista doctor Sergio Bayardo Villaseñor expresó que "si bien las personas que deciden dejar sus hogares y emigrar a otro país, suelen ser personas con fortaleza mental y determinación".
Los migrantes no están exentas de sufrir por depresión y ansiedad al encontrarse en un país en el que desconocen no sólo su idioma, sino también sus costumbres y su cultura, por ejemplo.
Expresó que este cambio tan radical también puede provocar que los migrantes pierdan su identidad y su arraigo cultural. Estos aspectos "puede también originar descontrol o trastorno mental que puede llevarlos a actitudes extremas para buscar borrar su pasado, su acento y hasta su color de piel".
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