S
e ha descrito una gran concurrencia entre los trastornos afectivos y de personalidad, produciéndose una interacción entre ambos que ensombrece el pronóstico. Examinamos el papel de las actitudes disfuncionales (AD) en esa interacción, analizando diversas variables de autoinforme en personas con diagnóstico de trastorno de personalidad (TP) (n=262) con y sin depresión. No hallamos diferencias por edad, sexo ni adherencia. Las AD aparecen asociadas a sintomatología depresiva, gravedad general y de TP, rasgos patológicos (sobre todo límites y autodestructivos, con un tamaño del efecto d >0.80) y, en sentido inverso, a autoeficacia, autoestima y habilidades sociales. Quienes consiguen revertir las AD tras una intervención hospitalaria de 6 meses (el 37.4%) obtienen mejores resultados. Una perspectiva no lineal ayuda a explicar la compleja interacción entre el sentido incrementado de agencia personal e interpersonal (promotor de cambio conductual), las AD (esquema cognitivo) y la preservación del bienestar (homeostasis afectiva).Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:http://clysa.elsevier.es