Objetivos
La reactividad sensorial atípica se ha identificado como una característica central del autismo, con vínculos establecidos tanto con la ansiedad (y su precursor infantil, el miedo) como con conductas repetitivas.
Métodos
Se realizó un seguimiento de 161 bebés con y sin una alta probabilidad de desarrollar autismo y trastorno por dé...
Objetivos
La reactividad sensorial atípica se ha identificado como una característica central del autismo, con vínculos establecidos tanto con la ansiedad (y su precursor infantil, el miedo) como con conductas repetitivas.
Métodos
Se realizó un seguimiento de 161 bebés con y sin una alta probabilidad de desarrollar autismo y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) desde los 10 hasta los 36 meses de edad.
Los padres proporcionaron evaluaciones del miedo, un precursor de la ansiedad, utilizando el cuestionario de Comportamiento Infantil a los 10 y 14 meses, y el cuestionario de Comportamiento de la Primera infancia a los 24 meses. Además, evaluaron la hiperreactividad e hiporeactividad sensorial a los 10, 14 y 24 meses mediante el Perfil Sensorial del Bebé y el Niño Pequeño.
A los 36 meses, se valoraron los dominios de los rasgos autistas, como las conductas restrictivas y repetitivas (RRB) y la interacción de comunicación social (SCI), utilizando la escala de Respuesta Social calificada por los padres.
Se emplearon modelos de retardo cruzado para analizar las trayectorias entre el miedo y la hiperreactividad sensorial desde los 10 hasta los 24 meses, y cómo estos factores influyen en los rasgos autistas a los 36 meses. También se exploró la especificidad de los efectos de la hiperreactividad al incluir la hiporeactividad como un predictor c
Resultados
Los resultados revelaron que la hiperreactividad sensorial a los 14 meses se asociaba positivamente con el miedo a los 24 meses.
Además, la hiperreactividad a los 24 meses se relacionó positivamente con las dificultades en la interacción social y comportamientos repetitivos a los 36 meses.
Sin embargo, al considerar la hiporeactividad en el análisis, la relación entre hiperreactividad y rasgos autistas dejó de ser significativa, aunque la asociación entre hiperreactividad
Conclusiones
Estos hallazgos sugieren que las alteraciones en la reactividad sensorial temprana, especialmente la hiperreactividad, pueden aumentar la probabilidad de experimentar miedo durante la infancia.
Esto a su vez puede influir en el desarrollo de interacciones sociales y comportamientos repetitivos, particularmente en niños con antecedentes familiares de autismo o TDAH.
La distinción entre hiperreactividad e hiporeactividad es crucial para entender las trayectorias de desarrollo en esta población.
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