Psiquiatria.com. 2018 VOL 22
Artículo de revisión
Abuso de sustancias, un factor de riesgo para la conducta
suicida en niños y adolescentes
Lic. Rosalí Alfonso León
MsC. Yamila Borrayo Segundo
MsC. Iris Calderín Aguirre
Dra. Maura Revueltas Agüero
Lic. Daylín Carballo Loforte
Resumen
El presente trabajo grupal final del curso: Conducta suicida y su prevención en niños y
adolescentes. Método de evaluación mes septiembre 2017 noviembre 2017 es una
búsqueda bibliografía con el objetivo de evitar uso y abuso de sustancias, Prevenir conductas
suicidas en niños y adolescentes, Activar el apoyo psicosocial del paciente, familia y
comunidad
En los momentos actuales resulta pertinente abordar temáticas relacionadas con las
adicciones en niños y adolescentes y su relación con las conductas suicidas, por constituir esto
último un problema importante en la salud pública a nivel global. Precisamente, el consumo
de sustancias tóxicas es considerado un factor de riesgo asociado a la conducta suicida por
los efectos negativos que produce en la personalidad del sujeto que las consume.
Afortunadamente en nuestro país existen centros de rehabilitación que, en conjunto con la
labor desplegada por educadores, a los que se les suman las potencialidades que presentan
la familia y la comunidad en este sentido, propician la reinserción social del individuo en lo
que respecta a su capacidad para afrontar los problemas cotidianos de la vida de la manera
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más eficiente posible, a través de la participación en actividades que favorezcan estilos de
vida saludables.
Concluimos que, los profesionales de salud y educación deben accionar desde sus diferentes
perfiles, roles de actuación con enfoque integral y holítico, en cada situación, trabajando en
equipo.
Palabras clave: Conducta suicida, uso de sustancia y adolescente.
Abstract
The present works final grupal of the course: Suicidal behavior and their prevention in children
and adolescents. Evaluation method month September 2017. November 2017 are a search
bibliography with the objective of avoiding use and abuse of substances, to Prevent suicidal
behaviors in children and adolescents, to Activate the patient's psychosocial support, family
and community
In the current moments it is pertinent to approach thematic related with the addictions in
children and adolescents and their relationship with the suicidal behaviors, to constitute this
last an important problem in the public health at global level. In fact, the consumption of toxic
substances is considered a factor of risk associated to the suicidal behavior by the negative
effects that he/she takes place in the fellow's personality that consumes them. Fortunately in
our country they exist rehabilitation centers that, together with the work deployed by
educators, to those that are added the potentialities that present the family and the
community in this sense, they propitiate the individual's social reinserción in what concerns to
their capacity to confront the daily problems of the life in the more efficient possible way,
through the participation in activities that favor healthy lifestyles.
We conclude that, the professionals of health and education should work from their different
profiles, performance lists with integral focus and holítico, in each situation, working in team
Key Words: Suicidal behavior, substance use and adolescent.
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INTRODUCCIÓN
La conducta suicida es la manifestación más extrema de violencia, por estar orientada hacia
el individuo mismo. Es un problema humano que existe desde el origen del hombre, sucede
en todas las épocas, afecta a ambos sexos y a todas las clases sociales (1).
Esta conducta, en especial el suicidio consumado, tiene una gran importancia social. Múltiples
estudios tratan de explicar el por qué acontece y las posibilidades para modificarla (1).
La tendencia al incremento de este fenómeno ha devenido tema de preocupación para los
gobiernos y sistemas de salud en los países así como para los organismos internacionales.
Las políticas y programas de prevención y control de la conducta suicida constituyen
respuestas, muchas veces con resultados poco alentadores a esta problemática (1).
En este sentido se destaca el lanzamiento por la OMS en 1999 del programa SUPRE: SUICIDE
PREVENTION (PREVENCIÓN DEL SUICIDIO) que constituye una iniciativa a escala mundial (1).
El suicidio constituye el acto por el cual un sujeto se provoca la muerte deliberadamente, o
cualquier acción que pudiera llevar a una persona a morir por su propia voluntad (1).
De acuerdo con lo planteado por Chiles (1995) (2) en su obra, la conducta suicida constituye
un método aprendido para resolver los problemas. Cuando una persona se encuentra en
presencia de una situación emocional que le resulta intolerable y de la cual tiene la percepción
de que le resulta imposible escapar o hallar una solución, podemos afirmar que dicha persona
presenta riesgo suicida, dado que no utiliza o no posee las herramientas y recursos adecuados
para la resolución del conflicto (3).
LA PROBLEMÁTICA DEL SUICIDIO A ESCALA MUNDIAL
LA CONDUCTA SUICIDA PROVOCA casi la mitad de todas las muertes violentas y se traduce en
casi un millón de victimas al año, además de unos costos cifrados en miles de millones de
dólares en todo el mundo, según ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS) (3).
A escala global, el suicidio representa el 1,4 % de la carga mundial de morbilidad. En la región
del Pacifico Occidental representa el 2,5 % de todas las pérdidas económicas debidas a
enfermedades. En la mayoría de países de Europa, el número anual de suicidios supera al de
víctimas de accidentes de tránsito. En al año 2001 los suicidios registrados en todo el mundo
(814 000), superaron la cifra de muertes por homicidios (500 000) y por guerras (230 000) (1).
Actualmente, la conducta suicida en niños y adolescentes se considera un problema
importante en la salud pública a nivel global, debido a que se encuentra entre las 10 primeras
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causas de muerte según los datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud. En los
últimos 45 años sus tasas han aumentado en un 60%, apreciándose en el 90% de los casos la
presencia de depresión y abuso de sustancias (1).
Reforzando de cierta forma lo planteado anteriormente, otras investigaciones han arrojado
que las personas comprendidas entre los 15 y 24 años de edad, presentan una alta tasa de
suicidio, convirtiendo a este fenómeno en una de las tres principales causas de muerte a nivel
mundial. Por este motivo, se han realizado múltiples estudios con el objetivo de discernir sus
causas, de manera tal que las estrategias de prevención e intervención resulten lo más
eficaces posible (3,5).
Ahora bien, entre los factores de riesgo que se encuentran fuertemente asociados con la
conducta suicida en este grupo etario de acuerdo con estudios realizados, cabe destacar los
siguientes, en los cuales se pone de manifiesto la influencia de la postmodernidad sobre este
fenómeno observado en niños y adolescentes en la actualidad:
Presencia de psicopatologías o estados psicológicos negativos como la depresión, la ansiedad,
la conducta disocial, la baja autoestima, la impulsividad, la desesperanza, reducción del
campo cognitivo y rigidez en el análisis, entre otros.
Presencia de conflictos en las relaciones de pareja o decepción amorosa.
Consumo y/o abuso de sustancias tóxicas.
Fracaso escolar.
Acoso moral.
Pertenencia a medios familiares disfuncionales y desaventajados desde el punto de
vista social y educacional que puedan tener repercusiones negativas en el normal
desarrollo del menor.
Comunicación poco asertiva con los progenitores.
Antecedentes personales o familiares de intento suicida.
Problemas socioeconómicos.
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Estos factores de riesgo limitan considerablemente la participación activa del menor y
dificultan la satisfacción de sus necesidades y su adaptación social. (5, 6, 7)
Por otra parte, de acuerdo con la explicación de la Dra. Laura León León, directora de
Tratamiento y Rehabilitación de los Centros de Integración Juvenil en México, existen
determinadas señales que les permiten a los padres y a otras personas cercanas detectar a
una persona con riesgo suicida, entre las que se encuentran:
Dificultad para lograr la concentración o pensar con claridad
Deseos de regalar o desprenderse de sus pertenencias.
Cambios repentinos en el comportamiento.
Disminución del interés en actividades que anteriormente disfrutaba.
Dificultades en la escuela o el trabajo.
Modificación de los hábitos alimentarios o del sueño,
Conductas autodestructivas como el consumo de drogas o alcohol en exceso (8).
Es conocido por todos que en el mundo son las adicciones las que más frecuentemente
afectan la salud de la población sobre todo en países capitalistas, donde el consumismo los
lleva a convertirse en adictos. En nuestro país se lleva a cabo un Programa de Promoción y
Prevención sobretodo en la población más joven para evitar que lleguen al consumo y
adicción de estas sustancias y puedan tener una vida sana.
Como resulta posible apreciar, el consumo de sustancias tóxicas constituye tanto un factor de
riesgo como una señal de que el sujeto se encuentra en una situación que lo puede conducir
al suicidio. Precisamente por este motivo, se profundizará a continuación en este aspecto,
con el propósito de esclarecer cómo el mismo conduce al niño o adolescente a tomar una
decisión tan lamentable.
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Este trabajo surge a partir del crecimiento del interés, que en los últimos tiempos, se ha
despertado en torno a la problemática del abuso de sustancia y la conducta suicida en niños
y adolescentes y que sumado a las integrante de este equipo por ser un tema bien polémico
motivaron este trabajo, con el objetivo de evitar uso y abuso de sustancias ,prevenir
conductas suicidas en niños y adolescentes ,activar el apoyo psicosocial de la familia y la
comunidad , pudiendo desarrollar y enriquecer los programas de promoción, educación,
prevención, atención y rehabilitación de salud para elevar así la Calidad de Vida de los
Mismos.
OBJETIVOS
1. Evitar uso y abuso de sustancias
2. Prevenir conductas suicidas en niños y adolescentes
3. Activar el apoyo psicosocial
MÉTODO:
Revisión bibliografía, en el periodo de Septiembre 2017 Noviembre 2017.
La Habana. Cuba.
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DESARROLLO
El consumo de sustancias tóxicas como uno de los factores de riesgo asociados a la conducta
suicida pone de manifiesto la incapacidad de la persona para utilizar mecanismos de
afrontamiento adecuados ante situaciones conflictivas, además de que funciona como
mediador entre la depresión y el suicidio debido a su poder desinhibitorio, llegando a
provocar sentimientos de desesperanza y baja autoeficacia, y mermando así las posibilidades
del sujeto de sobreponerse a las dificultades que se le presentan (5).
Existe una clasificación de las sustancias psicoactivas, las cuales se dividen en drogas
estimulantes o excitadoras que aumentan el tono general del organismo (cola, cacao, té,
mate, café, metilfenidato, anfetaminas, cocaína, entre otras); drogas distorsionantes,
alucinógenas o psicodélicas que conocidas también como psicomiméticas y expansoras de la
mente (marihuana, L.S.D., hongos, peyote, metanfetamina, entre otras); y drogas depresoras
o inhibidoras (alcohol, hipnóticos, morfina, heroína, entre otras) (9).
Alrededor del 50% de las personas que comenten suicidio se encontraban intoxicados al morir
y el 18% de los alcohólicos muere a causa del suicidio, por lo que se plantea que el alcohol y
las sustancias tóxicas son predictores de este fenómeno. Por otra parte, de acuerdo con la
especialista Laura León León, los resultados de la mayoría de los estudios nacionales e
internacionales arrojan que entre un 15% y un 46% de las personas que han cometido suicidio,
se han encontrado bajo los efectos de una o más drogas antes de llevar a cabo dicho acto.
Plantea además, que el alcohol, los opiáceos, la cocaína, los anfetamínicos y sus derivados,
son las drogas que se asocian con más frecuencia a depresiones severas o síndromes de
abstinencia graves, aumentando el riesgo aún más si se combinan algunas de dichas
sustancias (8).
Lo anterior se ve reforzado por los resultados de otras investigaciones, en las que se ha
encontrado que algunas personas antes de cometer suicidio habían ingerido bebidas
alcohólicas y consumido sustancias como cigarro, marihuana, cocaína, morfina e incluso una
combinación de éxtasis con cocaína (11).
Los adolescentes acuden al consumo de alcohol como una forma de ser aceptados por sus
coetáneos, pero también para automedicarse en la presencia de síntomas de ansiedad y
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depresión. Sin embargo, lejos de aliviar dichos síntomas, el alcohol en ocasiones puede
incrementarlos, desatando el impulso suicida (11).
El antecedente de alcoholismo en una familia aumenta en más de siete veces el riesgo suicida.
Además, llama la atención en el clima familiar de aquellas familias en las que conviven uno o
varios miembros alcohólicos, la existencia de una menor cohesión y flexibilidad, más
acontecimientos estresantes, mayor tensión, menos compenetración y apoyo mutuo, menor
estimulación a expresar de manera directa los sentimientos, menos intereses intelectuales,
culturales, sociales y recreativos y un mayor control en lo que respecta al cumplimiento de
reglas (11).
En cuanto a los efectos psicológicos provocados por el abuso de sustancias psicoactivas en los
consumidores de las mismas, diversas investigaciones describen los siguientes, precisamente
por la estrecha relación que existe entre estas consecuencias y la conducta suicida, tanto en
niños como adolescentes:
Dependencia fisiológica y psicológica de la sustancia, así como tolerancia a la misma
Alucinaciones que pueden provocar "accidentes" entre los que se destacan
precipitaciones al vacío (por el consumo de drogas alucinógenas como el L.S.D)
Síndrome de abstinencia (en el caso del alcohol y los sedantes hipnóticos, se aprecia
la presencia de alucinación provocadas por este síndrome)
Tendencias paranoicas (principalmente por el consumo de drogas estimulantes como
la cocaína)
Depresión (puede originarse por el consumo de marihuana)
Neurosis
Crisis de pánico (puede originarse por el consumo de marihuana)
Esquizofrenia (principalmente por el consumo de marihuana y hongos de bosta como
drogas alucinógenas)
Anorexia (específicamente por el consumo de heroína como droga depresora, la droga
de más alta mortalidad a corto plazo)
Analgesia (específicamente por el consumo de heroína)
Deterioro de la voluntad y la racionalidad (por inhibición del control cortical y la
liberación de la subcorteza)
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Efecto "a motivacional" o deterioro de la motivación individual y de los intereses
habituales (se observa principalmente en el consumo de la marihuana)
Inhibición del deseo sexual y del nivel hormonal en la sangre (específicamente por el
consumo de marihuana)
Adopción de comportamientos sexuales diferentes a la orientación sexual del sujeto
(específicamente por el consumo de marihuana)
Deterioro de las relaciones interpersonales (familiares y amigos)
Bajo desempeño laboral y escolar (condicionado por las afectaciones que se producen
en la atención y la memoria) (9, 12, 13).
El hecho de que en Cuba esté teniendo lugar un ascenso del consumo de sustancias
psicoactivas por adolescentes, está condicionado en parte por la influencia de la globalización
mundial que hace énfasis en el hedonismo y el consumismo, lo cual no guarda ninguna
relación con los valores que se pretenden potenciar en la población cubana. A pesar de lo
anterior, el fenómeno de las adicciones en Cuba no presenta el mismo nivel de gravedad que
en otros países del mundo ya que las acciones de promoción, prevención y rehabilitación
permiten su detección y erradicación. Ejemplo de lo anterior se pone de manifiesto en la
creación en el año 2003 del Grupo Operativo de Salud Mental y Adicciones (GOSMA) y en el
año 2005 el Centro de Deshabituación de Adolescentes de La Habana, con el propósito de
crear un espacio terapéutico para el tratamiento de los adolescentes y jóvenes que sufren
adicción y la reinserción social de los mismos (14).
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CONSIDERACIONES FINALES
A partir de todo lo expuesto con anterioridad, resulta posible deducir la necesidad y la
posibilidad de prevenir, tanto las adicciones en niños y adolescentes, como el suicidio en tanto
consecuencia de las mismas.
Teniendo como base un diagnóstico integral fino a nivel de escuela como centro cultural más
importante de la comunidad, sería necesario dar seguimiento a las individualidades de los
educandos, aprovechando al máximo las potencialidades que ofrece el proceso docenteeducativo, y haciendo extensivo el trabajo institución-familia-comunidad.
Siguiendo esta línea, se precisa el diseño de estrategias educativas desde el rol profesional,
logrando la intersectorialidad (salud, deporte, cultura) para prevenir conductas en riesgo de
adicción, fomentando la participación de niños, adolescentes y sus familias, en actividades de
esta índole que propicien estilos de vida saludables.
Igualmente, resulta pertinente brindar atención especializada a estudiantes que se
encuentran en riesgo y a sus familias, por parte de profesionales de Educación, Psicología,
Psiquiatría y Medicina, estableciendo una relación de empatía, aceptación y confianza, que
permita la expresión de emociones perturbadoras o negativas por parte del niño o
adolescente respecto a las problemáticas que presenta en las diferentes esferas de su vida.
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CONCLUSIONES
1º.- En nuestro trabajo final del de Curso: Conducta suicida y su prevención en niños y
adolescentes. Método de evaluación .Programa del curso a modo de conclusión podemos
decir que para evitar el uso en adolescente y niños y abuso de sustancias en este grupo
vulnerable debe colocar a la persona en un ambiente seguro y con apoyo en el centro de
salud ofrézcale un ambiente que minimice el malestar, si fuera posible en un área tranquila y
separada con supervisión y explicar que el estado de abstinencia de drogas hace referencia al
conjunto de síntomas que aparecen al suspender el uso de una droga, después de haberla
usado diariamente y durante un tiempo prolongado.
2º.- Debemos manejar la prevención del suicidio a través de las siguientes acciones
Restringir el acceso a los métodos usados para auto agredirse (tales como pesticidas,
armas de fuego, lugares altos).
Involucrar activamente a la comunidad para encontrar formas localmente factibles de
implementar las intervenciones a nivel de la población con el
fin de reducir el acceso a los métodos de suicidio.
Establecer la colaboración entre el sector salud y otros sectores relevantes.
Diseñar políticas para reducir el uso perjudicial del alcohol como un componente de
la prevención del suicidio, particularmente en las poblaciones con alta prevalencia de
consumo de alcohol.
Ayudar y motivar a los medios de comunicación a seguir prácticas de comunicación
responsables con respecto al suicidio.
Evitar emplear un lenguaje que intenta causar sensacionalismo, o aceptar como
normal el suicidio, o presentarlo como la solución a un problema.
Evitar fotografías y descripciones explícitas del método utilizado para suicidarse.
Proporcionar información acerca de dónde se puede obtener ayuda
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3º.- Es muy importante en nuestra investigación que se active el apoyo psicosocial para
eliminar el abuso de sustancia que nos lleven a la conducta suicida en niños y adolescentes
y para eso es importante:
» Incorpore a la familia, los amigos y las personas interesadas y a otros recursos
disponibles para asegurar que la persona esté siendo estrechamente monitoreada
mientras persiste el riesgo.
» Aconseje a la persona y a los cuidadores a restringir el acceso a los métodos usados
para autoagredirse (por ejemplo, pesticidas y otras sustancias tóxicas, medicamentos,
armas de fuego), mientras la persona tenga pensamientos, planes o actos de
autolesión.
» Mejore y coordine el apoyo social con los recursos comunitarios disponibles. Estos
incluyen recursos informales, tales como familiares, amigos, conocidos, colegas y
líderes religiosos, o recursos comunitarios formales, si están disponibles, tales como
centros de crisis y centros locales de salud mental.
» Informe a los cuidadores y a otros miembros de la familia que preguntarle a una
persona directamente acerca del suicidio a menudo reduce la ansiedad que rodea el
sentimiento; la persona se puede sentir aliviada y mejor comprendida.
» Los cuidadores de las personas que están en riesgo de autolesión con frecuencia tienen
mucho estrés. Ofrezca apoyo emocional a los familiares/ cuidadores, si lo necesitan.
» Informe a los cuidadores que aunque se puedan sentir frustrados, es recomendable
que eviten las críticas severas y la hostilidad hacia la persona que está en riesgo de
autolesión.
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