Autor/autores:
Maria Robles Martínez
Fecha Publicación: 13/05/2023
Área temática:
Cannabis .
Hospital del Mar (Barcelona)
¿Cuánto cannabis se consume a nivel mundial?
El consumo de cannabis es un fenómeno mundial, y constituye la sustancia ilegal más consumida y con tendencia al aumento desde la década de los 90. Según los datos de Naciones Unidas:«En todo el mundo, se estima que hubo 192 millones de consumidores de cannabis en 2018, lo que corresponde al 3,9 % de la población mundial de entre 15 y 64 años» (United Nations Office on Drugs and Crime [UNODC], 2020).
En Europa, el cannabis o la marihuana es la droga ilegal más extendida; en la mayoría de los países, su consumo aumentó durante la década de los 90 y principios del año 2000. Según el Informe Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (European Monitoring Centre for Drugs andDrug Addiction [EMCDDA], 2019), se estimó que el 27,4 % de los adultos entre 15 y 64 años había consumido cannabis al menos una vez en la vida (91,2 millones de personas). De este porcentaje, un 7,4 % había consumido en el último mes. En los jóvenes de 15 a 24 años, la prevalencia del consumo de cannabis es mayor: un 18 % consumió la droga durante el último año; y un 9,3 %, el último mes (Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones [OEDA], 2020).
En Europa, el cannabis es la principal sustancia por la que los consumidores acuden por primera vez a servicios especializados en el tratamiento de drogodependencias. Se había percibido esta tendencia estable del consumo de cannabis, pero en los últimos años se observa un incremento del consumo entre los más jóvenes (EMCDDA, 2019).
En los últimos años se ha producido una creciente sensibilización sobre las consecuencias para la salud pública del consumo generalizado y a largo plazo de esta droga y, a la vez, un aumento de la demanda de tratamiento para problemas relacionados con el cannabis (EMCDDA, 2019). En España, el cannabis también es la droga ilegal más extendida, la que se consume a una edad más temprana y también la que más se prueba por primera vez (OEDA, 2020).
Según el informe del OEDA (2020), en 2017, el 1,6 % de la población de 15 a 64 años hacía un consumo problemático de cannabis, siendo mayor el porcentaje entre los hombres que entre las mujeres y entre los menores de 34 años. En jóvenes (14-18 años), el 2,3 % hizo un consumo problemático, y el 9,6 % consumió en el último año, destacando la baja percepción del riesgo asociado al consumo. Numerosos estudios han mostrado una asociación elevada y significativa entre el uso de cannabis y el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas ilegales, y han sugerido que el cannabis puede actuar como droga facilitadora o inductora del consumo de otras sustancias ilegales (Degenhardt y cols., 2001; Fergusson y cols., 2000) y donde intervienen factores de personalidad, sociológicos y de disponibilidad de las drogas.
¿El cannabis se consume solo?
Parece existir una asociación entre el consumo de cannabis y otras drogas, ya que los sujetos con dependencia de cannabis presentan un riesgo 28 veces superior que los no consumidores de ser dependientes de otras drogas (Degenhardt y cols., 2001). Además, los que han consumido cannabis, al menos 50 veces en un año, tienen 140 veces más posibilidades de consumir otras drogas que los no consumidores (Fergusson y cols., 2000).
El cannabis ha mostrado de forma consistente ser secuencia y asociación con otras drogas ilegales, y el consumo regular de tabaco conlleva un aumento de riesgo de desarrollar consumo elevado y dependenciade cannabis (Gil, 2005).
Los posibles mecanismos implicados en la relación entre el uso de cannabis y el consumo posterior de otras drogas incluyen:
Existen investigaciones que sugieren que es probable que el consumo de marihuana preceda al consumo de otras drogas legales o ilegales (Secades-Villa y cols., 2015; Hill, 2017) y la adicción a otras drogas. Por ejemplo, un estudio que utilizó datos longitudinales del National Epidemiological Study of Alcohol Use and Related Disorders halló que los adultos que reportaron el consumo de marihuana durante la primera etapa de la encuesta tuvieron más probabilidad de contraer un trastorno por consumo de alcohol en un plazo de tres años que los adultos que no consumieron marihuana; las personas que consumieron marihuana y ya tenían un trastorno por consumo de alcohol tuvieron un mayor riesgo de que su trastorno por consumo de alcohol empeorase (Weinberg y cols., 2016).
El consumo de marihuana también está asociado a otros trastornos por consumo de drogas, incluida la adicción a la nicotina (Hill, 2017). La marihuana se considera una "droga de inicio", cuya exposición temprana puede producir cambios madurativos y potenciar la vulnerabilidad a la adicción en general, así como la sensibilización cruzada a otras drogas. Sin embargo, la mayoría de las personas que consumen marihuana no pasan a consumir otras drogas más potentes. Además de los mecanismos biológicos, existen otros factores –como el ambiente social de la persona– que también son clave para el riesgo de consumo de drogas.
Una alternativa a la hipótesis de la marihuana como droga de inicio es que las personas más vulnerables al consumo de drogas son simplemente más propensas a comenzar con sustancias que están disponibles con facilidad, como la marihuana, el tabaco o el alcohol, y sus interacciones sociales posteriores con otras personas que consumen drogas aumentan la posibilidad de que prueben otras sustancias. Son necesarias más investigaciones para explorar esta cuestión.
¿Se puede producir una intoxicación por cannabis?
Los síntomas más frecuentes de intoxicación son similares a los efectos farmacológicos agudos ya descritos y, más raramente, aparecen desorientación, ataxia, y despersonalización. En niños, consumidores de grandes cantidades por vía oral y transportadores de droga en el interior de sus cuerpos (body-packers), la intoxicación reviste mayor gravedad y puede cursar con estupor, coma, hipotensión, hipotermia, palidez y ataxia. Las consultas agudas suelen deberse a la aparición de crisis de ansiedad o pánico, delirios y con menor frecuencia psicosis. El consumo de cannabis puede combinarse con otras drogas de abuso.
En general, potencia los efectos de los depresores centrales, especialmente del alcohol. La intoxicación se diferencia de la del alcohol y otros sedantes porque no produce, habitualmente, nistagmus o ataxia importante. Dosis bajas de algunos alucinógenos pueden producir síntomas similares a la intoxicación por cannabis. El antecedente de la autoadministración de cannabis y las manifestaciones clínicas orientan el diagnóstico.
El Ä9-THC es relativamente seguro incluso en casos de intoxicaciones graves. Pueden aparecer somnolencia, confusión e incluso coma, pero no tiene efectos cardiovasculares o respiratorios que amenacen la vida. No se han descrito casos de muerte en pacientes intoxicados únicamente con cannabis. El tratamiento de la intoxicación aguda en todos los casos es sintomático, ya que no existe un antídoto específico. En la ingesta oral en niños, la administración de carbón activado puede ser útil.
Las reacciones que pueden exigir atención sanitaria son las crisis de pánico, el delirio y la psicosis. Los cuadros psiquiátricos agudos responden a benzodiazepinas, por ejemplo, diazepam oral o intravenoso; tambiénpueden tratarse con midazolam intramuscular. Si predominan los síntomas psicóticos, pueden emplearse antipsicóticos.
Palabras clave: cannabis, consumo cannabis
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