Autor/autores:
Alberto Daniel Abramovici
Fecha Publicación: 18/01/2024
Área temática:
Psicología general .
II Jornadas de los Foros Psicoanalíticos de la Argentina Internacional de Foros del Campo Lacaniano
Signado el campo freudiano a ser de pérdida, trataré sobre una producción inconciente
que de no ser por su insistencia, la pérdida sería aún mayor.
Mí intención es interrogarme sobre unas sesiones, en las que se repitió un lapsus
procurando establecer tanto su singularidad como su probable incidencia en el
desenlace del análisis.
La paciente, que llamaré María de cuarenta y tantos, decide consultar inmediatamente
después de una operación ginecológica benigna, por padecer estados de angustia y
depresión.
Se quejaba de un estado de insatisfacción, que atribuía a numerosos fracasos sentimentales
y a su prolongada soltería.
Conocemos el estigma social de ser solterona.
Estaba sumida a una gran tristeza en función de suponer a su vida irremediablemente
ligada a un destino de solterona. Intuición, veremos más adelante, correctamente
legitimizada como goce del Otro.
Tiene una hermana también soltera dos años mayor que ella y un hermano menor casado.
Su padre murió hace veinte años, a quien describe como de personalidad débil, que
sucumbió a su poderosa madre.
Con ella tiene fuertes choques. Su temor respecto de ella, es perder su autonomía y
terminar como su padre.
Ese punto de identificación al padre se reforzaba por su enojo y desencanto con él, ya que
a consecuencia del nacimiento de su hermano varón, la había desplazado de sus
preferencias.
Del estandarte paterno, sólo dice poseer el apellido y siempre que no se case.
Paradoja que la introduce en un vel de elección, al estilo de la bolsa o la vida.
Dejar de ser soltera, la empuja a perder el único estandarte que le queda del padre, su
apellido. El contexto en el cual emergieron los lapsus era aproximadamente el siguiente: María
había conocido a Eduardo, un señor separado diez años mayor que ella, con quien venía
llevándose muy bien y con el que tenía expectativas de superar su soledad. El lapsus
ocurre cuando intentaba relatar una despedida romántica entre ellos, en la cual Eduardo
se despidió con un: “pasé contigo dos semanas hermosas “y en su lugar ella dice: “pasé
contigo dos hermanas hermosas”. Es decir, desliza una referencia que no es la que su
pareja le había dicho. Modo ejemplar de como “El inconciente es el discurso del Otro”.
María, muy turbada, sólo atina a subsanar su error, y en su prosecusión fracasa
nuevamente y repite el mismo lapsus dos veces seguidas más.
Instada a asociar, primero se auto dispensa y luego vuelve nuevamente a cometer el cuarto
lapsus y último en esa misma sesión.
Todos con idéntico contenido literal, como con un empuje de irreductibilidad,
que hacía pensar en lo real.
La apertura del inconsciente parecía incoercible, generando sorpresa y efecto siniestro
por lo reiterativo y el sin salida. Pasaron varias semanas, la analizante no se interrogó de lo ocurrido. Análogamente, lo
inconsciente parecía haberse cerrado.
Sabemos por Freud y Lacan, que la transferencia es el medio por el que se interrumpe la
comunicación del inconsciente.
Es posible inferir que la formación inconsciente, se impuso como intrusiva, como goce del
Otro, así como la renuencia al análisis, permite pensar en goce, pero de inmutabilidad
del fantasma.
De lo que se trata en un análisis. es que el inconsciente como discurso del Otro, se realicea través del deseo del analista, que brega por la discontinuidad en la reapertura.La analizante estaba atravesando una especie de segundo tiempo de análisis.Luego de algunos años de tratamiento, había decidido interrumpir. Argüía que sesentía mucho mejor, y que además, creo el principal motivo¨, “quería alejarse, tomardistancia de su apego al analista, quería vivir sin depender de su análisis. Dice Lacan” si la repetición no es simplemente estereotipia de la conducta sino repetición con respecto a algo siempre fallido, pueden ver que la transferencia, como modo de acceso a lo que se oculta en el inconsciente, no podría ser por sí misma más que una vía precaria”. Su precipitado alejamiento, impidió esclarecer tanto lo que su demanda de interrupciónpodía significa, como la oportunidad de liquidar al sujeto supuesto al saber. Por algo más de un año, no supe nada de ella, hasta que volvió a solicitar entrevistas.
A pesar de que se había sentido muy bien y que había realizado varios emprendimientos
muy valorados por ella, como viajar, también había amado, y en éste punto había vuelto a
encallarse. Sufría nuevamente por amar, por estar pendiente del amor de turno.
Demandaba nuevamente tratarse, pero poniendo especialmente el acento en que quería
saber con mucho ahínco que le pasaba con su analista.
Cosideraba a la experiencia de análisis, como la relación más prolongada en
el tiempo que había tenido con un hombre, la que más había durado, y necesitaba
establecer por qué.
Segunda paradoja, que haga falta la transferencia para que la interpretación sea eficaz y
que redunde en el cierre del inconciente. Es lo que Lacan ya teorizaba como nudo.Lacan usa dos empleos o referencias semánticas de transferencia, el primero ” latransferencia positiva se da cuando aquel del que se trata, el analista en éste caso, puesbien ¡cae simpático! Y negativa , cuando no se le quitan los ojos de encima”—Desde estos dos empleos, ¿cuál es la que mejor cabe a ésta situación?
Continua...
Palabras clave: Transferencia
La publicación en nuestra plataforma es gratuita y gracias a nuestro excelente posicionamiento en la web, tus contenidos tendrán mejor visibilidad.
Publica tus artículos en nuestras revistas, entradas de Blogs, ebooks, noticias o eventos.
La información proporcionada en el sitio web no remplaza si no que complementa la relación entre el profesional de salud y su paciente o visitante y en caso de duda debe consultar con su profesional de salud de referencia.