INTRODUCCIÓN
La comisión de actos violentos y agresivos por pacientes que padecen algún trastorno mental ha sido un punto de interés para criminalistas, psiquiatras y público en general. Se ha sugerido que el principal problema que se suscita al establecer una asociación entre la conducta criminal y los trastornos mentales, es que entre ambos conceptos no hay una relación inherente, ya que la conducta criminal no es exclusiva.
OBJETIVOS
• Analizar si existe o no relación entre trastornos mentales y agresividad o conductas delictivas, el perfil psicosocial, variabilidad en la tipología delictiva y qué porcentaje de sujetos con estos trastornos las llevan a cabo.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una búsqueda bibliográfica y recopilación de información sobre las características de las personas que padecen una enfermedad mental y que ejercen cualquier tipo de agresión y/o conducta delictiva. El análisis incluyo como base de datos Cochrane, ScIELO, PubMed y Google académico. Se utilizaron como criterios de inclusión que los artículos estuvieran escritos en español y que hubieran sido publicados hace 5 años o menos, se utilizaron como palabras clave “Violencia”, “Trastorno mental”, “Delitos” “Perfil psicosocial” .
RESULTADOS
El maltrato es ejercido fundamentalmente por hombres, el 60% ha sido con anterioridad víctima de malos tratos frente al 40%.
Los trastornos clínicos más frecuentes en menores violentos son la hiperactividad y los trastornos de la atención, y éstos predisponen al comportamiento antisocial del adolescente y al trastorno antisocial de la personalidad en adultos.
Gran asociación existe según diversos estudios, entre la esquizofrenia y la violencia. También se halló que la tasa de violencia era significativamente superior en los esquizofrénicos y sobre todo en aquellos que eran consumidores de sustancias psicoactivas y/o alcohol.
Para tener una idea de qué porcentaje de sujetos con estos trastornos llevan a cabo conductas delictivas, se recoge una revisión sobre 52 sentencias del Tribunal Supremo (Sala de lo Penal) realizada por la Universidad Complutense.
CONCLUSIONES
Sí que parece existir un porcentaje significativo de pacientes que a causa de haber abandonado su tratamiento farmacológico o su consumo irregular unido al abuso de drogas psicoactivas, pueden desarrollar conductas violentas. La tipología de la conducta antisocial o delictiva varía entre las diferentes categorías diagnósticas. Algunos estudios han encontrado relación entre trastorno mental y crimen violento y otros no. Los estudios que han encontrado relación entre psicopatología y delito coinciden en señalar que las tasas de violencia difieren entre las diferentes categorías diagnósticas sugiriendo que es esencial analizar separadamente cada una de ellas en relación al riesgo específico de conducta violenta. Esta diferenciación de subgrupos de delincuentes puede ser útil en el diseño de programas de prevención y tratamiento.
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