La esquizofrenia es un trastorno mental que se encuentra dentro del grupo de los llamados trastornos psicóticos. Las personas afectadas de esquizofrenia pueden presentar una grave distorsión en el pensamiento, la percepción y las emociones, manifiestan pérdida de contacto con la realidad y experimentan alucinaciones (fenómeno en el que las personas escuchan y/o sienten cosas que los otros no escuchan ni sienten).
Las personas que padecen esquizofrenia también manifiestan otros síntomas, como los delirios, en que se tienen ideas extrañas que no se ajustan a la realidad o al consenso social. Además, sus emociones se ven afectadas con pérdida de hábitos e interés, aislamiento social, depresión y/o irritabilidad.
No hay ningún síntoma que, por sí mismo, sea característico de este trastorno, ni todas las personas afectadas muestran todos y cada uno de los síntomas descritos.
Antes de una crisis, las personas afectadas experimentan habitualmente cambios peculiares en el comportamiento, en la percepción y en el estado de ánimo. La presencia de estos síntomas puede causar cierto desconcierto, sobre todo en la familia.
Los síntomas pueden variar mucho entre personas pero pueden identificarse por ser cambios en el comportamiento habitual hasta aquel momento. Algunos de los síntomas son:
- Cambios en la actividad habitual (trabajo, escuela...), en los hábitos diarios (alteraciones en la alimentación, higiene personal), en el ritmo de sueño y vigilia.
- Aislamiento social, actitudes suspicaces o reticentes.
- Creencias no usuales y/o obsesiones.
- Cambios en la percepción (alucinaciones).
Estos cambios antes de una crisis se llaman pródromos y alertan que alguna cosa no va bien, ayudando a prevenir las crisis, o bien, afrontándolas. Hay que decir que la presencia de pródromos no implica necesariamente que se acabe desarrollando esquizofrenia o que se vaya a tener una recaída.
Muchas veces ante estos cambios la familia experimenta un desasosiego y un malestar acudiendo al servicio de urgencias en busca de ayuda y orientación, es ahí, donde el enfermero que esta en el rac debe saber los signos y síntomas que avisen que se encuentra ante un caso de recaída o probable brote de esquizofrenia.
La metodología empleada en este trabajo ha consistido en una búsqueda exhaustiva por los principales buscadores de internet usando las palabras clave de esquizofrenia, rac, enfermería. , así, como una búsqueda bibliográfica de los contenidos de los tratados de psiquiatría localizados en la biblioteca del colegio de enfermería de córdoba.
Esperamos como resultados una mejora en el trato y en la atención de estos pacientes en el área de urgencias, intentando discriminar o aislar el inicio de los brotes para poder realizar una atención temprana que no empeore el cuadro y sirva para encaminar al paciente y a la familia hacia un diagnostico certero y preciso.
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