La comunicación no verbal incluye los gestos conscientes o inconscientes, los movimientos corporales (kinésica), el tacto (háptica), la utilización del espacio que rodea a la persona (proxémica), el tono de voz, los contornos de entonación y el ritmo de la comunicación oral (paralenguaje), el significado atribuido a los olores, la comunicación por el aspecto físico y uso del tiempo (cronémica). El objetivo de este trabajo será el de proporcionar algunas pautas para saber cómo comunicarse. Un buen comunicador debe ser capaz de distinguir entre sonrisas sinceras y fingidas, las posiciones abiertas y cerradas, los gestos de sumisión y dominancia, expresiones relajadas y tensas. Debe saber cómo expresar el orgullo, la fuerza, el poder, la autoridad, la seguridad, la firmeza y la convicción, y cómo expresar la inferioridad, la falta de decisión y la inseguridad. Debe saber cómo utilizar los contactos corporales y el paralenguaje (volumen, tono, timbre y calidad de la voz, el acento y la velocidad del habla). La persona debe ser consciente de la distancia que debe dejar entre ella y los demás, cuando quiere impresionarlos por su poder. Debe ser consciente del efecto que tienen el tamaño y la forma de su cuerpo y la ropa que lleva en la forma en que los demás le perciben. Para mejorar el uso del tiempo en la comunicación, es necesario tener en cuenta los ritmos circadianos y los biorritmos de uno mismo y de los otros.
“ EL INSTINTO DE CONTACTO” (O. Gross, 1920).
Francisco Javier Montejo Alonso et. al
Fecha Publicación: 30/04/2017
Pautas para una adecuada comunicación no verbal.
Mikel Haranburu Oiharbide
Fecha Publicación: 01/03/2012