La síndrome de Asperger tiene su origen relacionada con el autismo, y describió por primera vez en 1944 por el pediatra Hans Asperger. El término fue utilizado por Lorna Wing en 1981 en atención al trabajo de Hans Asperger. La síndrome, sin embargo, no fue incluida en la cuarta edición del DSM (DSM-IV) en 1994. Puede ser caracterizada por la ausencia de retraso en el lenguaje, con las grandes palabras y frases floridas en repetidas ocasiones y de forma automática, con la comprensión verbal limitada a los empleados en el uso diario, sin una comprensión de frases y expresiones metafóricas. No tiene ningún retraso cognitivo clínicamente significativo, aislado externa motivada por las dificultades para establecer relaciones interpersonales, y expresiones repetitivas y estereotipadas sobre los intereses y actividades en general. Las manifestaciones de la comunicación no verbal se ven afectadas como los gestos faciales y contacto visual. El diagnóstico suele ser descubierto más tarde que el autismo, en la final de la niñez, la adolescencia y la edad adulta, incluso, ya que el marco es más ligero y puede pasar desapercibida en el desarrollo temprano. Las deficiencias en los medios de interferir en la interacción con el grupo de pares como las crecientes expectativas y demandas de la época. El artículo presenta un estudio de caso en relación con el síndrome de Asperger en pacientes adultos tratados en el Departamento de Psicología Aplicada - SEPA, Universidad Federal de Rio Grande do Norte - UFRN en 2009.
Síndrome de Asperger: Un estudio de caso.
Brenda Luanna Fernandes Cortes Dantas
Fecha Publicación: 01/03/2012