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TDAH y comorbilidad con consumo de sustancias estimulantes

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Autor/autores: ALICIA GÓMEZ PEINADO
Fecha Publicación: 01/04/2019
Área temática: TDAH - Hiperactividad .
Tipo de trabajo:  Comunicación

Unidad de Hospitalización Breve de Psiquiatría. Hospital General Universitario de Ciudad Real.

RESUMEN

El Trastorno por Déficit de atención e Hiperactividad (TDAH) se presenta frecuentemente de forma comórbida con otros trastornos mentales. A menudo, resulta una entidad infradiagnosticada, sobre todo en el paciente adulto, siendo la principal causa de ello el hecho de no pensar en el TDAH a la hora de realizar un diagnóstico diferencial completo. Uno de los trastornos más frecuentemente asociados al TDAH es el trastorno por Uso de Sustancias (TUS). Para realizar un correcto enfoque y tratamiento en cada caso, sería importante tener en cuenta todas y cada una de las posibles patologías comórbidas, puesto que el resultado del tratamiento no será probablemente óptimo si no tenemos en cuenta la necesidad de abordar sendos trastornos.

En diversos estudios en los que se ha analizado la comorbilidad TUS-TDAH, se ha observado una alta tasa de consumo de sustancias estimulantes (sobre todo cocaína y anfetaminas). Esto podría explicarse, al menos parcialmente, con ayuda de la hipótesis de la automedicación (y estaría en consonancia con el uso de sustancias estimulantes como parte de la psicofarmacología disponible a la hora de tratar el TDAH), junto con el aprendizaje de estrategias maladaptativas basadas en el consumo. El objetivo de este trabajo es el de estudiar brevemente algunos de los artículos publicados que analizan la asociación entre TDAH y consumo de estimulantes a fin de dar una mayor visibilidad a este fenómeno y facilitar la inclusión del TDAH dentro del proceso del diagnóstico diferencial habitual en la práctica clínica.

Palabras clave: TDAH, trastorno por uso de sustancias, comorbilidad, psicoestimulantes


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TDAH Y COMORBILIDAD CON CONSUMO DE SUSTANCIAS ESTIMULANTES
Alicia Gómez Peinado
Alicia.gpeinado@gmail.com
TDAH, trastorno por uso de sustancias, comorbilidad, psicoestimulantes.
ADHD, substance use disorder, comorbidity, Central Nervous System Stimulants.

RESUMEN
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se presenta frecuentemente de
forma comórbidacon otros trastornosmentales.

A menudo, resulta una entidad infradiagnosticada, sobre todo en el paciente adulto, siendo la principal causa de ello el hecho
de no pensar en el TDAH a la hora de realizar un diagnóstico diferencial completo. Uno de los
trastornos más frecuentemente asociados al TDAH es el Trastorno por Uso de Sustancias
(TUS). Para realizar un correcto enfoque y tratamiento en cada caso, sería importante tener
en cuenta todas y cada una de las posibles patologías comórbidas, puesto que el resultado del
tratamiento no será probablemente óptimo si no tenemos en cuenta la necesidad de abordar
sendos trastornos. En diversos estudios en los que se ha analizado la comorbilidad TUS-TDAH,
se ha observado una alta tasa de consumo de sustancias estimulantes (sobre todo cocaína y
anfetaminas). Esto podría explicarse, al menos parcialmente, con ayuda de la hipótesis de la
automedicación (y estaría en consonancia con el uso de sustancias estimulantes como parte
de la psicofarmacología disponible a la hora de tratar el TDAH), junto con el aprendizaje de
estrategias maladaptativas basadas en el consumo. El objetivo de este trabajo es el de
estudiar brevemente algunos de los artículos publicados que analizan la asociación entre TDAH
y consumo de estimulantes a fin de dar una mayor visibilidad a este fenómeno y facilitar la
inclusión del TDAH dentro del proceso del diagnóstico diferencial habitual en la práctica clínica.

INTRODUCCIÓN
El TDAH presenta con frecuencia comorbilidad con otros trastornos mentales. Esto dificulta a
veces su diagnóstico, no sólo por la superposición sintomática con otras patologías, sino
porque en ocasiones no se llega a tener en cuenta a la hora de realizar el diagnóstico
diferencial en un paciente por "priorizarse" otros trastornos considerados más "graves" o
"importantes".
Unos de los trastornos que con más frecuencia presentan comorbilidad con el TDAH son los
trastornos por uso de sustancias (TUS) (1,2). De hecho, en nuestra práctica clínica, nos
encontramos en ocasiones con pacientes con posible TDAH que además consumen sustancias
como cocaína o anfetaminas, según refieren con finalidad "ansiolítica" o "relajante", lo cual
puede resultarnos, cuanto menos, llamativo.

MATERIAL Y MÉTODOS
Para la realización del presente trabajo, se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica en
bases de datos cientíticas: PubMed y Medline, sin establecerse limitación en la fecha de
publicación de los artículos (si bien se han seleccionado, a excepción de uno, artículos
publicados en los últimos 4 años), e incluyéndose estudios realizados tanto en población adulta
como infanto-juvenil.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se han realizado muchos estudios en relación con la comorbilidad del TDAH con otros
trastornos mentales. Por comenzar con un ejemplo, Pianca et al realizaron en 2016 un estudio
en población adolescente consumidora de cocaína en base encontrando que el TDAH era el
tercer trastorno comórbido más frecuente (presente hasta en el 44.3% de la muestra), tras
las alteraciones de conducta (hasta en un 81.8% de la muestra), y el trastorno negativista
desfiante (hasta en un 52,3%) (3).
A través de la hipótesis de la automedicación, podría explicarse el consumo de sustancias
como una forma de intentar disminuir el sufrimiento psicológico producido por diversos
síndromes/trastornos mentales. Según esta hipótesis, diferentes trastornos se asociarían con
el consumo de drogas concretas, al presentar las distintas drogas mecanismos de acción
propios de cada una, a la par que para cada trastorno mental utilizamos tratamientos con
mecanismos de acción específicos (1). De esta manera, cuando un paciente con un trastorno
mental experimenta con el consumo de distintas sustancias, observará cómo algunas de éstas
le producen un alivio a nivel emocional mientras que otras le resultan más "indiferentes".

En el caso de las sustancias estimulantes como las anfetaminas y la cocaína, Khantzian ya
hablaba en 2003 de cómo pacientes con TDAH pueden experimentar una sensación paradójica
de calma y contrarrestar la clínica afectiva que a menudo se asocia a esta patología (4).
En un estudio realizado por Young et al en 2017 en una población de 387 presos británicos
con TDAH se observaron tasas más altas de dependencia al alcohol y a drogas estimulantes,
entre ellas, cocaína, que en la población control sin TDAH. Esto sugiere que estos presos
presentaban comportamientos de auto-medicación, así como posiblemente estrategias de
aprendizaje maladaptativas basadas en el consumo (5). Y es que otra teoría desde la que se
ha explicado el consumo de sustancias se relaciona con el aprendizaje (6). Según la misma,
el consumo de drogas se iniciaría en un periodo de la vida del consumidor en el que el estrés
es especialmente elevado, y suele realizarse en un entorno en el que existen otros
consumidores que hacen en ocasiones, el papel de líder. Si bien los primeros consumos podrían
estar motivados por la curiosidad, la mayor motivación que da lugar a la dependencia es el
refuerzo que supone el alivio de un estado de disconfort. Este aspecto que concluyó Duncan
en 1975 es muy similar y se encuentra en consonancia con lo concluido por el modelo de
Khantzian.
La susceptibilidad del consumidor al abuso y dependencia de sustancias estimulantes está
incrementado en pacientes con TDAH y escasas habilidades para superar los eventos adversos
del día a día. Son múltiples los estudios que se han realizado en torno a esta temática y que
han llegado a la citada conclusión. Entre ellos, podríamos citar los siguientes (1):
-Gudjonsson et al, 2012: realizaron un estudio en población adolescente de entre 14 y

16 años, concluyendo que aquellos adolescentes con sintomatología TDAH consumían con
mayor frecuencia y de forma significativa cocaína para "auto-tratar" la clínica TDAH.
-Van Meer, 2012: observó que los sujetos estudiados que tenían síntomas TDAH y
consumían anfetaminas referían sentirse más calmados y podían mejorar su rendimiento en
la realización de sus actividades cotidianas.
En el estudio realizado por Odell en 2017 en una muestra de 396 adultos, se llegó a la
conclusión de que los participantes con TDAH realizaban, en relación con los que no lo
padecían, el primer consumo de anfetaminas a una edad mucho menor. Asimismo, se observó
que los participantes con TDAH tenían una mayor predisposición a consumir, en general,
sustancias estimulantes, entre ellas las anteriormente citadas anfetaminas, y cocaína (1).
En el caso de los pacientes con TDAH y TUS, pueden darse dos fenómenos en relación con el
consumo de estimulantes: que se realice de forma ilícita para intentar paliar una
sintomatología desagradable, o bien que se realice un abuso del tratamiento estimulante
pautado desde el ámbito médico para tratar el propio TDAH.

Podría pensarse que a mayor tiempo de tratamiento con estimulantes, mayor posibilidad de
abuso. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que el tratamiento del TDAH con
estimulantes desde la infancia disminuye el riesgo de desarrollar con posterioridad trastornos
por uso de sustancias (2, 7, 8).
En el caso de los adultos con TDAH consumidores de drogas estimulantes, los síntomas TDAH
pueden intentar paliarse si se realiza un tratamiento reglado mediante la prescripción
controlada de fármacos también estimulantes. En un estudio realizado por Konstenius et al en
2014 se observó que, en estos casos, las dosis de fármacos necesarias para el correcto
tratamiento sintomático eran más elevadas que las precisas en pacientes TDAH sin consumo
previo de sustancias estimulantes (9).
Se plantea en estudios recientes qué otras comorbilidades o características de la personalidad
de cada sujeto con clínica TDAH y consumo de sustancias aumentan la probabilidad de
automedicarse. La agresividad como rasgo podría ser uno de los factores más influyentes (1).
Sin duda se trata de un tema que suscita interés y sobre el que continuarán realizándose
estudios en los próximos años. El aumento de la literatura al respecto con conclusiones claras
debería hacernos pensar en la razón por la que aún no tenemos en cuenta en tantas ocasiones
el TDAH comórbido con los TUS en el día a día con nuestros pacientes. Quizá habría que dar
más visibilidad al problema a fin de poder tener realmente los mejores resultados clínicos.

CONCLUSIONES
·La comorbilidad entre el TDAH y el consumo de sustancias es muy frecuente,
experimentando algunos pacientes consumidores de estimulantes sensación de relajación y
calma tras dicho consumo, lo cual perpetuaría éste de acuerdo con la hipótesis de la
automedicación.
·El correcto y temprano tratamiento del TDAH puede constituir la puerta más clara a la
mejoría a nivel psicopatológico del paciente, previniendo otros problemas como el TUS y las
consecuencias que de éste pueden derivarse.
·Pese a los resultados claros de los estudios realizados en los últimos años, aún
continuamos infradiagnosticando el TDAH en pacientes consumidores, en parte por no tenerlo
en cuenta ni siquiera en el diagnóstico diferencial.
·Sería importante dar mayor visibilidad al fenómeno comórbido tratado en este texto
para poder realmente tratar de la mejor manera al paciente, con garantía de obtener unos
resultados óptimos.

BIBLIOGRAFÍA
1. Odell, A., Reynolds, G., Fisher, D.G., et al. (2017). Attention Deficit Hyperactivity Disorder
and Trait Displaced Aggression. J Nerv Ment Dis, 205(5), 372-379
2. Cook J., Lloyd-Jones, M., Arunogiri, S., et al. (2017). Managing attention deficit
hyperactivity disorder in adults using illicit psychostimulants: A systematic review. Australian
& New Zeland Journal of Psychiatry, 51(19), 876-885.
3. Pianca, T., Tohde, L.A., Rosa, R.L, et al. (2016). Crack Cocaine Use in Adolescents: Clinical
Characteristics and Predictors of Early Initiation. J Clin Psuchiatry, 77(10), 1205-1210
4. Khantzian, E.J. (2003). The Self-Medication Hypotesis revisited: The dually diagnosed
patient. Prymary Psichiatry, 10, 47-48 + 53-54.
5. Young, S., González R.A., Wolff, K., et al. (2017). Substance and Alcohol Misuse, Drug
Pathways, and Offending Behaviors in Association With ADHD in Prison Inmates. Journal of
Attention Disorders [epub ahead of print] DOI: 10.1177/1087054716688532.
6. Duncan, D.F. (1975). The acquisition, maintenance and treatment of polydrug dependence:
a public health model. Journal of Psychedelic Drugs, 2(2). 209-213.
7. Humphreys, K.L., Eng, t. and Lee, S.S. (2013). Stimulant medication and substance use
outcomes: A meta-analysis. JAMA Psychiatry, 70(7), 740-749.
8. Ortiz, B., Díaz, R., Cornejo J.W., et al. (2017). Trastorno por uso de sustancias en pacientes
con trastorno por déficit de atención e hiperactividad que reciben estimulantes. Acta
neurológica colombiana,33(4), 307-311.
9. Konstenius, M., Jayaram-Lindström, N., Guterstam, J., et al. (2014). Methylphenidate for
attention deficit hyperactivity disorder and drug relapse in criminal offenders with substance
dependence: A 24-week randomized placebo-controlled trial. Addiction,109(3), 440-449.

XX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría
www.interpsiquis.com- abril 2019. Psiquiatria.com

Comentarios/ Valoraciones de los usuarios


Interesante revisión a tener en cuenta , estoy de acuerdo que en la práctica clínica infravaloramos un posible diagnóstico de tdah tanto en adolescentes como en adultos, quizás debido a las dificultades de no haber podido evaluar al paciente antes de iniciar los consumos ya que suelen acudir la mayoría de veces por la problemática social y familiar como consecuencia del consumo de sustancias tóxicas , no es sencillo hacer diagnósticos diferenciales en estos casos aunque deberíamos tenerlo presente y poder valorarlo junto a los familiares de los pacientes.

Carmen Blanco Sánchez
Psicólogo - España
Fecha: 03/04/2019



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