Los cambios en el desarrollo del temperamento infantil predicen resultados distales, incluidos los síntomas emergentes de psicopatología en la infancia.
Por lo tanto, es fundamental comprender mejor los factores que dan forma a estos cambios de desarrollo. Aunque la depresión y la ansiedad de los padres representan fuertes predictores del temperamento infantil en investigacio...
Los cambios en el desarrollo del temperamento infantil predicen resultados distales, incluidos los síntomas emergentes de psicopatología en la infancia.
Por lo tanto, es fundamental comprender mejor los factores que dan forma a estos cambios de desarrollo. Aunque la depresión y la ansiedad de los padres representan fuertes predictores del temperamento infantil en investigaciones transversales, pocos estudios han examinado cómo estos factores influyen en las trayectorias del temperamento a lo largo de la infancia.
Métodos
Utilizamos modelos de curva de crecimiento latente para examinar si la ansiedad y la depresión de madres y padres, medidas de dos maneras (como estado de diagnóstico y gravedad de los síntomas), sirven como predictores únicos de cambios en el desarrollo del temperamento infantil de 3 a 12 meses.
Los participantes incluyeron madres ( N = 234) y un subconjunto de padres ( N = 142). Antes o durante el embarazo, se evaluó a ambos padres para detectar diagnósticos de depresión y ansiedad a lo largo de su vida, así como los niveles de gravedad actuales. Las madres calificaron el temperamento de sus bebés a los 3, 6 y 12 meses de edad.
Resultados
La depresión y la ansiedad de las madres predijeron principalmente los niveles iniciales de temperamento a los 3 meses. El control de los síntomas de las madres, la depresión y la ansiedad de los padres se relacionaron en gran medida con las trayectorias del temperamento a lo largo de la infancia. Los diagnósticos de por vida y la gravedad de los síntomas se asociaron con patrones distintos.
Limitaciones
El temperamento infantil se evaluó mediante una medida informada por los padres. Incluir una medida de observación proporcionaría una imagen más completa del funcionamiento de los bebés.
Conclusiones
Estos resultados indican que la salud mental de las madres y los padres está asociada de manera única con el desarrollo del temperamento infantil cuando se mide utilizando el estado de diagnóstico y/o la gravedad de los síntomas.
Los estudios futuros deberían examinar si estas trayectorias de temperamento median la transmisión intergeneracional del riesgo de depresión y ansiedad.
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