Autor/autores:
Alison Fogarty y Fiona Mensah
En un nuevo examen del estudio longitudinal de Avon sobre padres e hijos, Bryony Weavers y su colegas caracterizan intrincadamente las trayectorias de los síntomas depresivos experimentados desde la adolescencia hasta la edad adulta temprana. El examen de los antecedentes infantiles de los resultados del adulto temprano proporciona una nueva perspectiva sobre cuándo debemos interven...
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En un nuevo examen del estudio longitudinal de Avon sobre padres e hijos, Bryony Weavers y su colegas caracterizan intrincadamente las trayectorias de los síntomas depresivos experimentados desde la adolescencia hasta la edad adulta temprana.
El examen de los antecedentes infantiles de los resultados del adulto temprano proporciona una nueva perspectiva sobre cuándo debemos intervenir en la depresión adolescente y con quién.
La carga de salud mental y el deterioro que experimenta esta cohorte de jóvenes acentúan la necesidad de servicios integrales sostenidos. Cuando se evaluaron los síntomas entre los 10 y los 25 años de edad, se encontró que solo una pequeña mayoría de los jóvenes (54%) experimentaban un riesgo estable-bajo de depresión clínicamente significativa. Casi la mitad (46%) tenían probabilidades de experimentar síntomas depresivos clínicamente significativos durante la adolescencia o la edad adulta temprana.
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