Autor/autores:
Brooke Nicholson, Shawn Morse, Terra Lundgren...(et.al)
El propósito de este estudio fue evaluar el efecto de la depresión en el comportamiento de salud entre los sobrevivientes de infarto de miocardio (IM). Este estudio transversal retrospectivo utilizó datos del Sistema de vigilancia de factores de riesgo conductual (BRFSS, por sus siglas en inglés) disponibles al público de 2015. La muestra de nuestro estudio...
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El propósito de este estudio fue evaluar el efecto de la depresión en el comportamiento de salud entre los sobrevivientes de infarto de miocardio (IM).
Este estudio transversal retrospectivo utilizó datos del Sistema de vigilancia de factores de riesgo conductual (BRFSS, por sus siglas en inglés) disponibles al público de 2015. La muestra de nuestro estudio incluye adultos de 50 años o más que completaron la encuesta BRFSS de 2015 y reportaron tener MI.
Los participantes de BRFSS con una respuesta afirmativa a la pregunta: ¿Alguna vez un médico, enfermera u otro profesional de la salud le dijo que tuvo un ataque cardíaco, también llamado infarto de miocardio? fueron identificados como supervivientes de infarto de miocardio. La presencia o ausencia de depresión entre los supervivientes de IM se identificó mediante una pregunta similar. Los comportamientos de salud, la variable dependiente de este estudio, incluyeron actividad física, tabaquismo, consumo de alcohol, índice de masa corporal, última vacunación contra la influenza, último control físico, último control de colesterol en sangre, consumo excesivo de alcohol y consumo de frutas y verduras. Se utilizaron análisis univariados ( pruebas de χ 2 ) y multivariables (regresión logística binomial) para evaluar las diferencias en los comportamientos de salud entre los supervivientes de IM con o sin depresión.
La muestra final de nuestro estudio consta de 20.483 adultos mayores con infarto de miocardio, de los cuales 5343 (26, 19%) informaron tener depresión. Los análisis multivariables revelan que los supervivientes de infarto de miocardio con depresión tienen más sobrepeso, menos actividad física y una mayor probabilidad de fumar pero menos probabilidades de consumir alcohol en comparación con los supervivientes de infarto de miocardio sin depresión.
En esta muestra representativa a nivel nacional de adultos mayores de 50 años en los Estados Unidos, los sobrevivientes de infarto de miocardio con depresión exhibieron comportamientos de salud más deficientes en comparación con aquellos sin depresión.
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