Propósito
La depresión posterior al accidente cerebrovascular (PSD) ocurre en un tercio de los supervivientes de un accidente cerebrovascular, lo que conduce a una disminución sustancial de la calidad de vida, así como un retraso en la recuperación funcional y neurológica. La detección temprana de pacientes en riesgo y el inicio de medidas preventi...
Propósito
La depresión posterior al accidente cerebrovascular (PSD) ocurre en un tercio de los supervivientes de un accidente cerebrovascular, lo que conduce a una disminución sustancial de la calidad de vida, así como un retraso en la recuperación funcional y neurológica. La detección temprana de pacientes en riesgo y el inicio de medidas preventivas personalizadas pueden reducir la carga médica y socioeconómica asociada con la PSD. Intentamos revisar la evidencia actual sobre la prevención farmacológica y no farmacológica de la PSD.
Materiales y métodos
Realizamos una revisión sistemática utilizando PubMed / MEDLINE y bibliografías de artículos identificados siguiendo las pautas de Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyzes (PRISMA), incluidos los estudios controlados aleatorios. Los estudios elegibles se incluyeron cuando se realizaron dentro de 1 año después del evento cerebrovascular índice. Se excluyeron los estudios de investigación básica y en animales, los estudios que carecían de un grupo de control, los artículos de revisión y los informes de casos.
Resultados
De los 150 estudios examinados, 37 cumplieron nuestros criterios. Entre las estrategias identificadas, la administración de antidepresivos mostró la evidencia más sólida para prevenir la PSD, mientras que las intervenciones no farmacológicas como la psicoterapia parecen ser los enfoques más utilizados para prevenir la depresión después de un accidente cerebrovascular.
La investigación sugiere que la eficacia de la prevención de PSD aumenta con la duración del tratamiento preventivo. Siete de los 11 estudios (63%) que utilizaron intervenciones farmacológicas y ocho de los 16 (50%) que utilizaron intervenciones no farmacológicas informaron un efecto preventivo positivo sobre la PSD.
Conclusión
En general, la literatura actual sobre la prevención de la PSD muestra heterogeneidad, lo que justifica la necesidad de ensayos controlados aleatorios bien diseñados para probar la seguridad y eficacia de los regímenes de prevención farmacológica, no farmacológica y combinada para minimizar el riesgo de PSD en los supervivientes de un accidente cerebrovascular.
Las estrategias integradoras que combinan intervenciones personalizadas no farmacológicas, como el apoyo educativo, mental y de salud física, y estrategias farmacológicas como los ISRS, pueden ser el enfoque más prometedor para prevenir la PSD.
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