Autor/autores:
Benjamin Martin Janaway y Mukesh Kripalani
La depresión por debajo del umbral puede ser engañosa o inexacta para predecir la depresión real y puede conferir simplemente un efecto depresivo. Dada a la población del índice de adolescentes, delinearla en un grupo relativamente inestable podría conducir a un diagnóstico excesivo en los casos que se encuentran en el umbral. Dentro de los grupo...
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La depresión por debajo del umbral puede ser engañosa o inexacta para predecir la depresión real y puede conferir simplemente un efecto depresivo.
Dada a la población del índice de adolescentes, delinearla en un grupo relativamente inestable podría conducir a un diagnóstico excesivo en los casos que se encuentran en el umbral.
Dentro de los grupos de pacientes mayores, debemos tener cuidado de distinguir entre los síntomas depresivos sin depresión clínica y el trastorno depresivo moderado o grave, incluidos los síntomas relacionados con problemas físicos.
Una revisión sistemática sugiere que hay poca diferenciación entre los síntomas depresivos o la depresión como entidad cuando los analizan el personal clínico y los investigadores.
No está claro si existe una relación predictiva clara entre la incidencia de depresión subumbral y la gravedad de la depresión resultante. Una revisión ha sugerido que las herramientas clínicas que evalúan el riesgo de aparición de una enfermedad grave son subóptimas, no tienen en cuenta la historia natural de la depresión con psicosis, solo retrasan la aparición del diagnóstico y tienen un éxito insignificante.
Un segundo punto se refiere a la demografía de los casos de índice referenciados y la baja tasa de intervención discordante. Esto podría indicar una escasez de verdadera prevalencia; sin embargo, estos datos podrían no verse afectados por una vigilancia insuficiente sino por una educación deficiente en salud pública, ya que los pacientes no perciben sus síntomas como problemáticos. Si este es el caso, tal vez la intervención temprana debería centrarse en los recursos educativos, así como la falta de compromiso y el bajo rendimiento, ya que los indicadores tempranos del estado mental en deterioro pueden tener un papel clave.
Sugerimos que un programa eficaz diseñado para detectar la depresión temprana tendría que explicar una variación en las expresiones culturales de la psicopatología, presentar un enfoque claro para descartar el simple efecto depresivo, evaluar las diferencias en la historia natural de la enfermedad después de la intervención y justificar el programa economicamente.
Una forma de lograr estas cosas sería un enfoque impulsado por la comunidad que se centre en los marcadores de declive educativo y social como criterios de intervención temprana, que darían cuenta de todos los diagnósticos considerados.
Sin embargo, debido a que tales marcos tienen poca sensibilidad para el diagnóstico, esta podría ser una tarea difícil de justificar clínica o fiscalmente, y los esfuerzos podrían ser mejor invertidos en abordar la etiología antes de los síntomas.
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