Autor/autores:
Paolo Fusar-Poli, Andrés Estradé, Giovanni Stanghellini...(et.al)
Ofrecemos aquí la primera revisión integral de la experiencia vivida de la depresión, coescrita por expertos con experiencia directa y académicos del campo. Esta revisión se basa en relatos en primera persona tanto dentro como fuera del ámbito médico, los cuales fueron minuciosamente examinados y discutidos en talleres colaborativos. Estos talleres...
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Ofrecemos aquí la primera revisión integral de la experiencia vivida de la depresión, coescrita por expertos con experiencia directa y académicos del campo. Esta revisión se basa en relatos en primera persona tanto dentro como fuera del ámbito médico, los cuales fueron minuciosamente examinados y discutidos en talleres colaborativos.
Estos talleres involucraron a numerosas personas con experiencia directa de depresión, así como a sus familiares y cuidadores, representando una red global de organizaciones dedicadas a la salud mental.
El material recopilado se enriqueció con perspectivas informadas desde la fenomenología y se compartió con todos los colaboradores a través de un sistema basado en la nube, permitiendo una amplia accesibilidad y retroalimentación. La investigación se centró en el mundo subjetivo de la depresión, caracterizado por una experiencia alterada de las emociones y el cuerpo.
Las personas describieron sentirse abrumadas por emociones negativas, incapaces de experimentar emociones positivas, atrapadas en un cuerpo pesado y dolorido, drenadas de energía y separadas de su mente, cuerpo y entorno.
Además, se identificó una experiencia alterada del yo, manifestada en la pérdida de sentido de propósito y esperanza existencial, un desajuste entre el pasado y el yo deprimido, una sensación de estar en una prisión dolorosa, pérdida de control sobre los propios pensamientos y la capacidad de actuar en el mundo. Las personas también reportaron sentimientos de entumecimiento, vacío, inexistencia y sueños sobre la muerte como una posible vía de escape.
Otro aspecto crucial fue la experiencia alterada del tiempo. Los participantes relataron una alteración de sus biorritmos vitales, un pasado abrumador, un presente estancado y una percepción de la imposibilidad de un futuro. En el contexto social y cultural, la depresión se caracterizó por experiencias interpersonales alteradas, como dificultades en la comunicación, sentimientos de soledad y alejamiento, y la percepción de estigma y estereotipos. Estas experiencias variaron entre diferentes culturas, minorías étnicas o raciales y géneros.
La percepción subjetiva de la recuperación también mostró variabilidad. Algunos expresaron actitudes contrastantes hacia la recuperación, reconociéndola como un viaje continuo, aceptando la propia vulnerabilidad y la necesidad de ayuda profesional. La experiencia de recibir tratamientos farmacológicos, psicoterapéuticos y otras intervenciones de salud social y física también varió ampliamente entre los individuos.
Estos hallazgos no solo pueden informar la práctica clínica, la investigación y la educación en salud mental, sino que también nos ofrecen una comprensión más profunda de la naturaleza de nuestras propias emociones y sentimientos. Nos ayudan a reflexionar sobre lo que significa creer en algo, tener esperanza y ser un ser humano vivo, enriqueciéndonos como individuos y como sociedad en nuestra capacidad de empatía y apoyo a quienes viven con depresión.
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