La genética del consumo de cannabis a lo largo de la vida

El cannabis es una de las sustancias psicoactivas más consumidas a nivel mundial, y su uso continúa aumentando de forma alarmante, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes. A pesar de la creciente aceptación social y legalización en numerosos países, los mecanismos genéticos que subyacen al uso de por vida de cannabis (CanLU, por sus siglas en inglés) y su relación con otros fenotipos psiquiátricos y de salud física aún no se comprenden completamente.

Con el objetivo de dilucidar la base genética del uso de cannabis y su conexión con múltiples rasgos conductuales y médicos, se llevó a cabo un estudio de asociación del genoma completo (GWAS) multiancestral utilizando datos del programa All of Us, que incluyó participantes de cinco poblaciones genéticas. Los resultados obtenidos en la cohorte europea (EUR) se combinaron mediante meta-análisis con datos publicados previamente sobre CanLU, alcanzando un tamaño muestral efectivo total de 258, 823 individuos.

Métodos y análisis post-GWAS

Tras el GWAS, se realizaron múltiples análisis secundarios:

- Correlación genética global mediante Linkage Disequilibrium Score Regression (LDSC).

- Correlación genética local con Local Analysis of Variant Associations (LAVA).

- Mendelian Randomization (MR) para evaluar relaciones causales bidireccionales.

- Análisis fenómico amplio (PheWAS) para explorar asociaciones genéticas transversales con rasgos psiquiátricos y de salud física.

Resultados principales

Se identificaron 11 variantes genéticas independientes significativamente asociadas con CanLU, destacando CADM2*rs7609594 (p = 7. 4 × 10⁻²⁰) como el hallazgo más robusto. El uso de cannabis mostró correlaciones genéticas positivas con rasgos de apertura a la experiencia, impulsividad y conductas de riesgo, incluyendo uso de otras sustancias y comportamientos sexuales desinhibidos.

Los análisis de MR revelaron que muchos de estos rasgos comparten relaciones causales bidireccionales con CanLU, sugiriendo un mecanismo genético común. Seis de estos rasgos presentaron correlaciones genéticas locales en la región genómica correspondiente a CADM2, un gen implicado en procesos de plasticidad sináptica y control de la conducta impulsiva.

Curiosamente, las correlaciones genéticas observadas para CanLU difieren de las reportadas para el trastorno por uso de cannabis (CUD), lo que indica que ambos fenómenos poseen arquitecturas genéticas y bases biológicas parcialmente diferenciadas.

Conclusiones

Este estudio constituye el análisis genético más amplio y diverso hasta la fecha sobre el uso de cannabis, y proporciona evidencia sólida de la implicación del gen CADM2 en conductas de riesgo y consumo de sustancias. Los resultados refuerzan la diferenciación genética entre el uso recreativo de cannabis y la adicción, y señalan mecanismos neurobiológicos comunes que podrían servir como dianas para estrategias preventivas e intervenciones terapéuticas enfocadas en la impulsividad y la regulación del riesgo.

En conjunto, estos hallazgos amplían la comprensión de los factores genéticos compartidos entre el uso de cannabis y otros comportamientos de riesgo, aportando información crítica para futuras investigaciones en neurogenética del comportamiento y salud pública.

Resumen modificado por Cibermedicina

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