FERNANDO MARTINEZ PINTOR
Personalidad ilustreDefinición:
Obituario.FERNANDO MARTINEZ PINTOR: Médico, Caballero y Doctor
Con estas palabras pretendemos rendir un sentido, breve y sincero homenaje personal y
colectivo al Dr. Fernando Martínez Pintor. Nuestro deseo es reflejar las aportaciones
compartidas del común afecto a Fernando, por parte de familiares, compañeros y
amigos, así como el sentir de multitud de pacientes a los que orientó y ayudó desde las
consultas de Reumatología y tratamiento del Dolor y del Sufrimiento. Y también de
un gran número de profesionales de la salud frecuentadores de las múltiples sesiones y
las Aulas de Antropología, en Barcelona, Madrid, Sevilla, Zaragoza, Mallorca, etc. así
como pertenecientes al ámbito de la Sociedad Ibero-Americana de Antropología de la
que fue fundador nuestro querido amigo.
El pasado día 3 de septiembre de 2025 Fernando, tras luchar contra una cruel
enfermedad, ha fallecido a los 71 años de edad en Barcelona. Caballero de imborrable
recuerdo, líder competente, ciudadano europeo de clara y profunda convicción médico-
clínica, con gran amor a la Antropología y a la Medicina Psicosomática, denodado
luchador en la promoción y desarrollo de tareas docentes e investigadoras.
Nacido en Madrid, cursó su Licenciatura en la Facultad de Medicina de la
Universidad Complutense donde se especializó en Reumatología. Completó su
Doctorado, en la Universidad Internacional de Cataluña.
Se formó en Medicina Psicosomática llegando a ser presidente de la Sociedad
Española de Medicina Psicosomática (S.E.M.P.), Miembro Honorario de la misma, y
director del Instituto de Reumatología y Antropología Médica de la Clínica del
Remedio de Barcelona. También Académico Numerario de la Real Academia Europea
de Doctores y Académico Correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía
de Cádiz.
Fueron muchos los viajes de Barcelona a Madrid tras fundar “Las mañanas de
la S.E.M.P.”, desarrollando interesantes encuentros con brillantes personajes de nuestro
ámbito. Modelo identificatorio por su gran capacidad de trabajo y dirección de equipos
profesionales, habilidades de comunicación, ejemplo para todos los que tuvimos el
honor de colaborar con él y ser sus compañeros. Caló con profundidad en las
alteraciones emocionales de la encrucijada psicosomática que somos cada ser humano,
sin distinción alguna por razón de clase o medios. Trabajó así en un verdadero y
auténtico laberinto humano-emocional. Y como en cierta ocasión escribió el Dr. Carlos
Mingote:“En este medio tan duro, la posibilidad de comunicar sentimientos depende
muy especialmente de la calidad del encuentro entre sus principales protagonistas: el
enfermo, la enfermera y los médicos intervinientes. […] Sabía bien crear ese
contexto facilitador de confianza y seguridad en el enfermo. Como nos recomendaba
el Dr. Marañón, […] sabia: buscar con ahínco al ser humano en la enfermedad y no
la enfermedad en el hombre; cada enfermo es un mundo a respetar, diferente a los
demás, en tanto que la enfermedad es siempre igual a sí misma.”Así lo vivió Fernando que fue un hombre alegre, de risa contagiosa y amante de la vida, con una plena capacidad de amar y trabajar, de disfrutar con sus familiares y amigos.
Compaginaba su entrega a los enfermos y a su profesión con los diversos
intereses y aficiones propios de un auténtico médico humanista. Luchó por combinar
todo ello con la entrega y generosidad hacia sus seres queridos, su familia. Supo
conducir su fe hasta el final de sus días, preparándose a conciencia para el principal
viaje de su existencia. Afrontó con entereza y elegancia lo inevitable. Disfrutando de
buena salud, en la primavera pasada padeció un proceso tumoral que le llevó a morir tal
como vivió: consciente, decidido, afrontando su enfermedad de cara y con el temple
necesario que mantuvo hasta el final.
Gozaba de una elegancia discreta y gentil, reveladora de lo mejor de sí mismo.
Era manifiesta su disponibilidad, su respeto a las ideas de los demás, su temple, así
como su capacidad de escucha y de prestar apoyo. Siempre supo hacernos sentir el aura
del afecto, el consuelo en el sufrimiento y la serenidad de su sonrisa.
Amigo entrañable y sereno, sencillo y directo, hombre alegre y vital, elegante,
no arrogante, y enemigo de toda forma de discriminación o de exclusión injustas.
Repartía afecto por doquier, no sabía hacerlo de otro modo; le brotaba espontáneamente
del corazón y su currículum avala esta dedicación constante a la Medicina dentro de su
especialidad. Entre sus valiosas publicaciones recogidas en textos y en revistas
recordamos la última como coordinador del Master y de la obra publicada:
“Tratamientos no farmacológicos del dolor crónico”, editado por la S.E.M.P.
Terminamos estas páginas dirigiéndonos a él: Fernando, fue un honor compartir
tiempo contigo; te quisimos, te queremos y te recordaremos siempre. Porque es bueno
saber que no nos perdemos como el río en el océano. Tu tarea creativa es inmortal,
permanece en todos nosotros y en tantos otros que te han conocido y admirado.
Mediante tus valores, tu capacidad de trabajo, de disfrutar de la vida y de amar. Eres
uno de esos seres humanos que simboliza lo más digno y solidario de la creación, que
nos conduce a elevar la mirada a un nuevo horizonte. Gracias querido Fernando.
Descansa en paz.
A 30 de septiembre de 2025
Dr. Manuel Álvarez Romero
Expresidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y
presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Psicosomática.
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