El traumatismo cerebral es frecuente y ha llegado a considerarse una epidemia para la salud pública mundial. Más de 3 millones de personas sufren un traumatismo cerebral cada año en los E.E.U.U. Además se trata de una de las lesiones más incapacitantes al provocar deficiencias en el movimiento y en los sentidos, unidas a un deterioro cognitivo severo, emocional y psicosocial.

Después de sufrir un traumatismo, el cerebro intenta activar mecanismos de reparación y estimular la recuperación de tejidos interna realizada por las neurotrofinas, unas proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas y que están asociadas al factor de crecimiento nervioso.

En el estudio realizado con la contribución de Roberto Colom, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación CIEN, junto a investigadores de varias universidades americanas, buscan la relación entre las variaciones del gen BDNF y la preservación de la inteligencia general en la corteza prefrontal después de sufrir un traumatismo cerebral.

Cuando se daña la corteza prefrontal se suelen mantener la percepción y el lenguaje, pero se deteriora la función ejecutiva o conjunto de habilidades cognitivas que permiten enfrentarse de forma adaptativa a problemas cotidianos como la capacidad para descomponer un problema complejo en tareas más sencillas, la habilidad para plantear soluciones exitosas a un reto determinado o la gestión apropiada del estrés.

Este estudio evidencia una relación entre las variaciones en el polimorfismo Val66Met BDNF y la preservación de la inteligencia general después de un traumatismo cerebral.

Según Roberto Colom esta investigación permite nuevos enfoques para la comprensión de los mecanismos moleculares que subyacen de la asociación del Val66Met BDNF y la preservación de la inteligencia después de un traumatismo cerebral. Conocer los mecanismos que subyacen a los efectos positivos del genotipo que promueve la preservación intelectual permitiría trabajar en el de métodos de intervención dirigidos a los genotipos más susceptibles.

En esta investigación han participado Aron K. Barbey de la Universidad de Illinois, Roberto Colom de la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación CIEN, Erick Paul de la Universidad de Illinois, Chad Forbes de la Universidad de Delaware, Frank Krueger de la Universidad de Virginia, David Goldman del Instituto Nacional de Salud de Bethesda y Jordan Grafman del instituto de Rehabilitación de Chicago.