En los próximos meses se avecina en España un gran boom, una avalancha, de problemas de salud mental debido a la pandemia de la COVID-19. Los servicios de psiquiatría esperamos que la afectación en la salud mental vaya detrás de la afectación en la salud física, como suele suceder en todas las pandemias. Poco a poco lo estamos notando y ya nos empezamos a acercar a este escenario.
Estas afirmaciones han sido realizadas por la Dra. Paz García Portilla, catedrática en psiquiatría por la Universidad de Oviedo y del Servicio de Salud del Principado de Asturias, durante el taller El diagnóstico de trastorno psiquiátrico post-covid. ¿Mito o realidad? que se ha realizado como cierre del XIX Curso de Actualización en psiquiatría.
Este Congreso de psiquiatría se trata de una de las citas más relevantes de la psiquiatría de España. Nuevamente, en su edición número 29, se han dado cita las figuras más destacadas de la salud mental que ahonda en los nuevos métodos clínicos para el abordaje de las patologías mentales. Debido a la pandemia de la COVID-19, por segundo año consecutivo, no ha podido celebrarse como siempre en Vitoria y se ha realizado en formato online.
Durante su intervención, la experta en psiquiatría ha evidenciado que “la población general está respondiendo a las diferentes situaciones que está provocando la actual pandemia de COVID-19 (restricciones sociales que alargan en el tiempo, problemas económicos…) con la presencia de síntomas depresivos, de trastorno por estrés postraumático, y de ansiedad, sin llegar a ser desarrollar a nivel general enfermedades de salud mental”.
“El ser humano es capaz de vivir manifestando solamente síntomas ante situaciones de gran estrés durante un periodo de tiempo, pero ante la extensión en el tiempo de la pandemia y el futuro incierto, en muchas de estas personas, en los próximos meses, estos síntomas podrán pasar a ser trastornos mentales comunes al alargarse la pandemia”, ha anticipado la psiquiatra.
Respecto a la pregunta que da nombre al taller, la Dra. García Portilla ha afirmado que el diagnóstico psiquiátrico post-covid “es una realidad y no es un mito”. “La salud mental se está viendo afectada y esto solo es el punto de partida. Lo que la ciencia predice, y lo que esperamos los expertos en psiquiatría, es que en base a lo que ha pasado en otras pandemias previas, la afectación en la psiquiatría y la salud mental se verán sobremanera en una cuarta etapa”, ha augurado.
En este contexto, la especialista ha descrito que “las pandemias tienen varias etapas. En la primera etapa, hubo gente que se murió, en segundo lugar gente que no pudo ser atendida de sus enfermedades de graves y que se murió por consecuencia de esas enfermedades. En tercer lugar, hay una cronificación de todas las patologías y la cuarta consecuencia, más diferida en el tiempo, es la afectación de la salud mental”.
Así mismo, la Dra. García Portilla ha asegurado que la pandemia “también va a tener una consecuencia en los pacientes con salud mental que ya estaban diagnosticados y tendrán su impacto”. “Ya ahora en las consultas apreciamos que no han aumentado tanto las primeras consultas (derivaciones de los médicos de atención Primaria), como aquellas de retorno de personas que ya habían sido dadas de alta y vuelven a los servicios de psiquiatría con una afectación en salud mental. Estamos siendo desbordados en estos momentos por los retornos y próximamente nos veremos desbordados por pacientes nuevos”.
EL SISTEMA NO ESTÁ PREPARADO ANTE LA AVALANCHA
Ante este escenario de “avalancha de personas que requerirán de los servicios de salud mental”, la especialista ha alertado de que el “sistema no está preparado” y ha apostado “por una reorganización de los recursos existentes para hacer frente a la demanda”.
“Al igual que en el sistema sanitario español ha sido necesario transformar las UCI y los hospitales, y vamos a ser capaces de hacer la vacunación en campos de fútbol o desde el coche, también tiene que haber una reestructuración de los servicios de salud mental”, ha reclamado la experta.
En este contexto, ha avisado de que “vamos a tener que ser capaces de llegar a más personas y de forma más rápida para poder atajar primero el problema y que no se cronifique. Quizás una solución, que pensamos que viene para quedarse, es la telemedicina. Y por supuesto, debemos lograr dar una atención exhaustiva a aquellas personas que tienen un trastorno mental grave, porque hay riesgos de descompensaciones graves y tienen más riesgo de requerir hospitalizaciones”.