Autor/autores:
William E. Copeland, Julia Halvorson-Phelan, Ellen McGinnis...(et.al)
Objetivo Algunos niños no se ven afectados por las enfermedades mentales a pesar de haber estado expuestos a la adversidad infantil. Por lo general, estos niños se consideran resilientes. El objetivo de este estudio fue realizar un seguimiento de estos niños resilientes en la edad adulta para caracterizar el estado de salud mental, el uso de sustancias y los resultados func...
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Algunos niños no se ven afectados por las enfermedades mentales a pesar de haber estado expuestos a la adversidad infantil. Por lo general, estos niños se consideran resilientes.
El objetivo de este estudio fue realizar un seguimiento de estos niños resilientes en la edad adulta para caracterizar el estado de salud mental, el uso de sustancias y los resultados funcionales.
El análisis se basó en el estudio prospectivo y representativo de las Grandes Montañas Humeantes (N=1420). Los participantes fueron evaluados para detectar trastornos psiquiátricos y exposición a la adversidad con la entrevista estructurada de Evaluación Psiquiátrica de Niños y Adolescentes hasta ocho veces durante la infancia (de 9 a 16 años; 6, 674 observaciones).
En total, 1. 266 participantes (86, 3%) fueron seguidos en la edad adulta, a las edades de 25 y 30 años, para evaluar trastornos psiquiátricos, trastornos por uso de sustancias y resultados funcionales.
El setenta y cinco por ciento de la muestra había cumplido los criterios de un trastorno psiquiátrico o había mostrado problemas psiquiátricos subumbrales a los 16 años.
El número de experiencias infantiles adversas estuvo fuertemente asociado con el estado psiquiátrico infantil. De los niños expuestos a múltiples adversidades (N=650), el 12, 2% (N=63) no presentó problemas psiquiátricos.
Este grupo cumple con definiciones comunes de resiliencia infantil. En la edad adulta, estos individuos que mostraron resiliencia infantil tenían un mayor riesgo de sufrir trastornos de ansiedad (índice de riesgo = 2, 9, IC 95 % = 1, 0–9, 1) y depresivos (índice de riesgo = 4, 5, IC 95 % = 1, 1–16, 7), así como peores condiciones físicas (proporción de medias = 0, 7; IC del 95 % = 0, 5 a 0, 9) y funcionamiento financiero o educativo (proporción de medias = 0, 6; IC del 95 % = 0, 5 a 0, 7), en comparación con individuos expuestos a menos adversidades infantiles. Estos individuos que mostraron resiliencia infantil no tenían un riesgo elevado de sufrir trastornos por uso de sustancias.
La resiliencia ante la adversidad infantil fue poco común. Las personas que parecían resilientes en la infancia corrían el riesgo de sufrir peores resultados en la edad adulta.
Los esfuerzos de salud pública deben priorizar minimizar la exposición temprana a la adversidad en lugar de promover la resiliencia.
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