Autor/autores:
Erika S. Trento ,Andres G. Viana, Elizabeth M. Raines...(et.al)
El temperamento temeroso, la tendencia a mostrar aprensión y/o evitación en situaciones nuevas, es un factor de riesgo bien establecido para la ansiedad infantil en general y la ansiedad social en particular. Sin embargo, hay poca comprensión de las estrategias de socialización de emociones de los padres que influyen en la asociación entre el temperamento temeros...
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El temperamento temeroso, la tendencia a mostrar aprensión y/o evitación en situaciones nuevas, es un factor de riesgo bien establecido para la ansiedad infantil en general y la ansiedad social en particular. Sin embargo, hay poca comprensión de las estrategias de socialización de emociones de los padres que influyen en la asociación entre el temperamento temeroso y los síntomas de ansiedad social del niño.
La presente investigación aborda este vacío en la literatura al examinar las respuestas punitivas maternas a las emociones negativas de los niños clínicamente ansiosos como moderador de la covarianza entre el temperamento temeroso y la gravedad de los síntomas de ansiedad social.
Niños clínicamente ansiosos de 8 a 12 años ( N = 105; 57, 1% mujeres; 61. 9% minoría racial/étnica) y sus madres completaron medidas que evaluaron el temperamento temeroso del niño, las respuestas de socialización de emociones punitivas maternas y los síntomas de ansiedad social del niño.
Los niños también participaron en una tarea de habla que provocaba ansiedad durante la cual observadores entrenados codificaron la ansiedad social manifiesta.
El temperamento temeroso de los niños junto con mayores respuestas maternas punitivas a las emociones negativas de los niños se asoció con una menorSíntomas de ansiedad social informados por los niños.
Los modelos que predecían la ansiedad social manifiesta no fueron significativos. Las respuestas punitivas maternas a las emociones negativas de los niños pueden alentar a los jóvenes clínicamente ansiosos a abordar situaciones temidas y, por lo tanto, dar como resultado una menor ansiedad. Sin embargo, los efectos potencialmente negativos de las respuestas punitivas en otros aspectos del desarrollo socioemocional de los niños ansiosos merecen atención científica.
La investigación futura debería examinar la fenomenología de las respuestas parentales punitivas entre los padres de jóvenes ansiosos para comprender mejor sus efectos en el comportamiento infantil.
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