Un estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses, y que ha sido publicado en la revista 'Menopause', de la Sociedad Norteamericana de menopausia, ha evidenciado que los sofocos de la menopausia perjudican a la memoria.
En el trabajo, se utilizó la resonancia magnética funcional (IRM) para documentar la aparición de los sofocos fisiológicos y su efecto específico sobre la función del hipocampo y la corteza prefrontal durante las condiciones de codificación y reconocimiento de una tarea de memoria.
Aunque se necesitan estudios más grandes para evaluar completamente la confiabilidad de la relación entre los sofocos y la función cerebral alterada, este estudio proporciona nuevas ideas sobre áreas específicas del cerebro involucradas en la memoria, las cuales parecen verse afectadas negativamente por los sofocos.
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"Los resultados de este estudio preliminar, aunque pequeños, respaldan una asociación entre los sofocos controlados objetivamente y los cambios funcionales adversos en el cerebro que afectan la memoria. Se necesitan más estudios para determinar si realmente causan estos cambios cerebrales y si el tratamiento de los sofocos los evitará o los normalizará", han zanjado los investigadores.
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