Autor/autores:
Margrethe Collier Høegh ,Ingrid Melle ,Sofie R. Aminoff...(et.al)
Fondo La labilidad afectiva está elevada y se asocia con una mayor carga clínica en los trastornos del espectro de la psicosis. Sin embargo, no está claro en qué medida varía el nivel, la estructura y la dispersión de la labilidad afectiva entre los trastornos específicos incluidos en el espectro de la psicosis. Para tener un valor potencial como o...
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La labilidad afectiva está elevada y se asocia con una mayor carga clínica en los trastornos del espectro de la psicosis. Sin embargo, no está claro en qué medida varía el nivel, la estructura y la dispersión de la labilidad afectiva entre los trastornos específicos incluidos en el espectro de la psicosis. Para tener un valor potencial como objetivo de tratamiento, es necesaria una mayor caracterización de la labilidad afectiva en estas poblaciones.
El objetivo principal de nuestro estudio fue investigar las diferencias en la arquitectura de la labilidad afectiva en diferentes trastornos del espectro de la psicosis, y si las diferencias putativas permanecieron cuando controlamos el estado de los síntomas actuales.
La labilidad afectiva se midió con The Affective Lability Scale Short Form (ALS-SF) en participantes con esquizofrenia (SZ, n = 76), trastorno bipolar i (BD-I, n = 105), trastorno bipolar ii (BD-II, n = 68) y un grupo mixto psicosis-afectiva (MP, n = 48).
Se realizaron múltiples análisis de covarianza para comparar las puntuaciones totales y de subdimensión de ALS-SF de los grupos de diagnóstico, corrigiendo los síntomas psicóticos, afectivos y de ansiedad actuales, el uso de sustancias y el sexo. Se realizaron modelos lineales dobles generalizados para comparar la dispersión de la labilidad afectiva en los diferentes grupos.
Las diferencias generales de los grupos en la labilidad afectiva siguieron siendo significativas después de ajustar las covariables (p = 0, 001). BD-II tuvo una mayor labilidad afectiva en comparación con SZ y BD-I (p = . 004), sin diferencias significativas entre SZ y BD-I. No hubo diferencias significativas en las contribuciones de las dimensiones ALS-SF a la labilidad afectiva total o en la dispersión de la labilidad afectiva entre los grupos.
Este estudio proporciona el constructo de labilidad afectiva en los trastornos del espectro de la psicosis con detalles más granulares que pueden tener implicaciones para la investigación y la atención clínica. Demuestra que a pesar de la superposición en los perfiles de síntomas centrales, BD-I es más similar a SZ que a BD-II en lo que respecta a labilidad afectiva y, en consecuencia, los grupos de BD deben estudiarse por separado.
Además, la labilidad afectiva parece estar caracterizada por fluctuaciones entre estados depresivos y otros estados afectivos en diferentes trastornos del espectro de la psicosis, lo que indica que la labilidad afectiva puede estar relacionada con problemas de internalización en estos trastornos.
Por último, aunque el nivel varía entre los grupos, la labilidad afectiva se distribuye de manera uniforme y no está impulsada por extremos en los trastornos del espectro de la psicosis y debe evaluarse independientemente del diagnóstico.
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