Autor/autores:
Ziyang Gao y Su Lui
Desde que Friston y Frith conceptualizaron la esquizofrenia (SCZ) como un síndrome de desconexión, numerosos estudios de neuroimagen han informado de alteraciones en tractos específicos de materia blanca y actividades funcionales anormales entre regiones cerebrales específicas en pacientes con SCZ. Esta idea ha sido un impulso significativo en la investigación de...
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
Desde que Friston y Frith conceptualizaron la esquizofrenia (SCZ) como un síndrome de desconexión, numerosos estudios de neuroimagen han informado de alteraciones en tractos específicos de materia blanca y actividades funcionales anormales entre regiones cerebrales específicas en pacientes con SCZ. Esta idea ha sido un impulso significativo en la investigación de la enfermedad, llevándola a centrarse en cómo las diferentes partes del cerebro están conectadas y se comunican entre sí.
La aparición de la neurociencia de redes y la conectómica ha sido crucial para avanzar en esta área. Los investigadores ahora mapean la arquitectura de la red de todo el cerebro, desde la microescala, que involucra conexiones sinápticas entre neuronas, hasta la macroescala, que se centra en las conexiones entre regiones cerebrales. Este enfoque integral ha permitido delinear de manera detallada el patrón de conectividad desordenada en la SCZ.
Un método particularmente útil en este campo es el análisis de la red de covarianza estructural (SCN), que caracteriza el conectoma humano midiendo las correlaciones interregionales de características morfológicas específicas. La covarianza morfológica en SCN puede reflejar procesos sincronizados de desarrollo y maduración en las regiones cerebrales, proporcionando información valiosa sobre cómo se desarrollan y funcionan conjuntamente las diferentes áreas del cerebro.
En comparación con otros tipos de conectomas, como los estructurales derivados de la tractografía por tensor de difusión y los funcionales basados en imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf), los conectomas construidos a partir de SCN utilizando IRM estructural presentan varias ventajas. Estos incluyen menores costos de adquisición, una relativa insensibilidad al movimiento de la cabeza y una mayor consistencia en la calidad de la imagen entre diferentes escáneres y parámetros de escaneo. Estas ventajas han hecho que el SCN gane una amplia aplicación, particularmente en estudios que exploran las anomalías de los conectomas cerebrales en estados patológicos.
La investigación actual utilizando SCN ha revelado patrones específicos de desconexión en el cerebro de pacientes con SCZ. Estos hallazgos son consistentes con la teoría de Friston y Frith de que la esquizofrenia es, en esencia, un trastorno de la conectividad cerebral. Al proporcionar una herramienta robusta y accesible para estudiar estos patrones, el SCN está ayudando a los investigadores a desentrañar las complejidades de la esquizofrenia y otros trastornos neurológicos.
En resumen, el avance en la neurociencia de redes y la conectómica, junto con métodos como el análisis de la red de covarianza estructural, está transformando nuestra comprensión de la esquizofrenia. Estos desarrollos no solo mejoran nuestra capacidad para mapear y entender la conectividad cerebral en SCZ, sino que también ofrecen nuevas vías para el diagnóstico y el tratamiento de esta compleja enfermedad.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://www. biologicalpsychiatryjournal. com/
