Autor/autores:
Julianne L. Precio, Marino A. Bruce, Bryon Adinoff...(et.al)
Importancia La Asociación Médica Estadounidense ha reconocido la amenaza para la salud pública que representa el racismo en la medicina. Si bien los médicos de psiquiatría se han hecho eco del sentimiento, la comunidad investigadora se ha mantenido mayormente en silencio. La comprensión actual de los dominios biológicos que subyacen a los trastorn...
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La Asociación Médica Estadounidense ha reconocido la amenaza para la salud pública que representa el racismo en la medicina. Si bien los médicos de psiquiatría se han hecho eco del sentimiento, la comunidad investigadora se ha mantenido mayormente en silencio.
La comprensión actual de los dominios biológicos que subyacen a los trastornos psiquiátricos se estableció históricamente mediante el estudio de las poblaciones blancas, lo que a menudo deja ineficaces los tratamientos ampliamente utilizados para las personas asiáticas, negras, hispanas, indígenas y otras minorías raciales y étnicas.
Este artículo aborda cómo el submuestreo de individuos de minorías raciales y étnicas ha llevado a hallazgos fisiológicos generalizados, las implicaciones para el desarrollo de tratamientos psiquiátricos y los pasos para mejorar el servicio a comunidades racialmente diversas.
En la investigación psiquiátrica existente se han abordado tres observaciones principales con respecto a las diferencias asociadas con la raza y el origen étnico: diagnóstico erróneo, falta de adherencia a la medicación y eficacia del tratamiento y expresión de efectos adversos.
Si bien los factores culturales se han discutido como factores potenciales asociados con estas diferencias, la falta de comprensión de los sistemas fisiológicos puede ser fundamental para cada uno de estos problemas. La evidencia reciente apunta a diferencias raciales en las medidas psicofisiológicas, probablemente atribuidas a factores que incluyen la experiencia vivida del racismo en oposición a las diferencias biológicas inherentes.
Esta creciente evidencia respalda una reevaluación del trabajo existente para examinar posibles patrones divergentes dentro de los grupos raciales y étnicos. Las siguientes estrategias pueden mejorar la comprensión de la influencia del racismo en la fisiología, permitiendo a los médicos abordar mejor los síntomas psiquiátricos y mejorar los enfoques de tratamiento existentes.
Por lo tanto, los investigadores psiquiátricos deben (1) comprender la terminología histórica y actual pararaza y etnia y usar términos y categorías apropiados según lo definido por sociólogos, expertos en salud de la población y bases de datos respetando el derecho de las personas a identificarse a sí mismas, (2) refinar las preguntas de investigación y (3) reexaminar los datos de investigación para determinar si los patrones observados en las poblaciones mayoritariamente blancas pueden extenderse a otros grupos.
Para implementar adecuadamente estos pasos, los investigadores deben aceptar la incomodidad que acompaña al crecimiento, invitar a participar a científicos de diversos orígenes y utilizar los recursos para aumentar la diversidad en el reclutamiento de los participantes del estudio. Esto requerirá el compromiso de las agencias de financiamiento para brindar el apoyo adecuado para reclutar e investigar muestras grandes y diversas.
Para crear tratamientos médicos más adecuados y mejorar la calidad de la atención que reciben las personas con afecciones psiquiátricas, se necesita más discusión sobre el costo fisiológico que el racismo ha tenido en múltiples generaciones de grupos minoritarios raciales y étnicos y cómo eso puede alterar la capacidad de respuesta a intervenciones bioconductuales.
Para informar mejor la investigación psiquiátrica, se deben ampliar los recursos proporcionados, se deben replicar los estudios fisiológicos básicos con muestras más diversas y análisis adecuados, y los científicos de la psiquiatría deben reconsiderar los enfoques de la investigación clínica.
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