- El desempleo constituye el factor de riesgo más importante para este aumento. Paralelamente se observa en los últimos años un aumento del consumo de fármacos antidepresivos
- Esta subida se percibe de manera más fehaciente en las consultas de Atención Primaria que en las unidades especializadas de psiquiatría, por lo que han de afinarse y agilizarse los canales de comunicación entre ambos
- Se aconseja el incremento de servicios comunitarios y políticas activas de empleo, de reducción de consumo de alcohol y de prevención de conductas suicidas
Vitoria-Gasteiz, marzo de 2015.- Los trabajos publicados antes de la crisis financiera de 2008 sugieren que las dificultades económicas contribuyen a una peor salud mental. El estudio IMPACT, realizado en consultas de Atención Primaria en España, muestra un incremento de determinados trastornos mentales atendidos en este ámbito de salud durante l situación de crisis económica.
Así, los trastornos del estado de ánimo aumentaron un 19% aproximadamente entre 2006 y 2010, los trastornos de ansiedad un 8% y los trastornos por abuso de alcohol un 5%. También se observan diferencias de género, con un aumento de la dependencia de alcohol en mujeres durante el periodo de crisis. El desempleo constituye el factor de riesgo más importante para este aumento.
A raíz de estas cifras se impone una visión de la realidad más compleja de lo que pudiera parecer a simple vista entre la relación entre crisis económica y la salud mental, sentencia Miquel Roca, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, durante la conferencia inaugural del XXIII Curso de Actualización en Psiquiatría de Vitoria-Gasteiz. Se impone una revisión de la realidad de la salud mental con datos rigurosos que no despierten la alerta social y que definan un perfil certero de la realidad.
¿Cuál es el mismo? Miquel Roca intuye, en base a la información recabada con datos empíricos, que en las actuales circunstancias han aumentado los problemas de salud mental menos graves pero no se observa un incremento significativo en las patologías mentales más graves.
Atento a esta realidad, el presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental subraya que este incremento se percibe de manera más fehaciente en las consultas de Atención Primaria que en las unidades especializadas de psiquiatría. Es por ello, demanda el especialista, que se impone la necesidad de incentivar y mejorar los canales de comunicación entre ambos agentes, los médicos de Atención Primaria y los especialistas en psiquiatría, para elaborar políticas de prevención y tratamiento más eficaces.
Finalmente, se señalan algunas propuestas para reducir el impacto de la crisis en la salud mental en la población. Entre todas, el profesor titular de Psiquiatría de la Universidad des Illes Balears, Miquel Roca, distingue algunas de ellas como el incremento de servicios comunitarios y políticas activas de empleo, de reducción de consumo de alcohol y de prevención de conductas suicidas, en especial en población joven.