Inteligencia artificial y salud mental: guía para un uso sano
Artículo revisado por nuestra redacción
El psiquiatra Pedro Moreno Gea explica cómo la IA transforma nuestra vida y la clínica, y cómo evitar el sedentarismo cognitivo y la dependencia. La inteligencia artificial (IA) ya no es ciencia ficción: está en el móvil, en las redes sociales, en el trabajo y, cada vez más, en las consultas de salud mental. ¿Cómo convivir con ...
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El psiquiatra Pedro Moreno Gea explica cómo la IA transforma nuestra vida y la clínica, y cómo evitar el sedentarismo cognitivo y la dependencia.
La inteligencia artificial (IA) ya no es ciencia ficción: está en el móvil, en las redes sociales, en el trabajo y, cada vez más, en las consultas de salud mental.
¿Cómo convivir con estas herramientas sin perder autonomía, criterio propio ni bienestar psicológico?
Esta es la pregunta central que aborda el episodio 61 del podcast “Salud Mental para Todos”, en el que la psicóloga Lorena Sánchez entrevista al psiquiatra Dr. Pedro Moreno Gea, autor de los libros Inteligencia Artificial.
Inteligencia artificial, guía de uso saludable.
A lo largo de la conversación, el Dr. Moreno Gea ofrece claves muy concretas para aprovechar las ventajas de la IA sin caer en la comodidad extrema, el empobrecimiento del pensamiento ni la deshumanización de la práctica clínica.
Cómo usa la inteligencia artificial un psiquiatra
En su día a día profesional, el Dr. Moreno Gea utiliza la inteligencia artificial principalmente como herramienta de apoyo:
-Para revisar literatura científica más rápido.
-Para preparar presentaciones y materiales docentes.
-Para ahorrar tiempo en tareas repetitivas que no requieren juicio clínico.
En el plano personal, la IA le ayuda a organizar proyectos, resolver dudas y acceder a información especializada que antes estaba reservada a expertos.
Sin embargo, subraya una idea clave: “Intento que la tecnología esté a mi servicio y no al revés".
Es decir, la IA puede ampliar capacidades, pero siempre que exista un uso consciente, guiado por valores humanos y no por la pura comodidad.
Dos peligros silenciosos: holgazanería social y sedentarismo cognitivo
Durante la entrevista, el Dr. Moreno Gea introduce dos conceptos que considera especialmente preocupantes en la era de la IA:
1. Holgazanería social
La holgazanería social aparece cuando delegamos en las máquinas esfuerzos que antes asumíamos como propios. Si una herramienta “hace todo por nosotros”, tendemos a bajar el nivel de compromiso y esfuerzo personal.
En el plano psicológico, esto tiene consecuencias:
-Relaciones más superficiales y menos auténticas.
-Pérdida de implicación emocional en lo que hacemos.
-Empobrecimiento de la empatía y del vínculo humano.
La comodidad tecnológica, si no se cuestiona, puede llevar a vínculos “automatizados”, en los que interactuamos más con pantallas que con personas.
2. Sedentarismo cognitivo
El sedentarismo cognitivo es el equivalente mental al sedentarismo físico.
Si dejamos que la IA:
Piense por nosotros, decida por nosotros y recuerde por nosotros ,nuestro cerebro deja de entrenarse. A medio plazo, esto puede traducirse en:
-Menor memoria y atención sostenida.
-Dificultad para el pensamiento crítico y la creatividad.
-Baja tolerancia a la frustración y al esfuerzo intelectual.
El problema no es solo teórico: ya hay estudios neurocientíficos que muestran que, cuando no nos implicamos mentalmente en una tarea, recordamos menos y sentimos menos como “nuestro” el resultado.
IA, adolescentes y profesionales de la salud mental
El impacto de la inteligencia artificial no es igual en todas las etapas de la vida ni en todas las profesiones.
En adolescentes, que están construyendo su identidad y sus habilidades cognitivas, un uso excesivamente pasivo de la tecnología puede favorecer la dependencia, la comparación constante y la búsqueda de gratificación inmediata.
En profesionales de la salud mental, el riesgo es distinto: apoyarse demasiado en herramientas automáticas puede reducir el tiempo para pensar, escuchar y observar, que son la base del juicio clínico y de la relación terapéutica.
Por eso, el Dr. Moreno Gea insiste en que la IA solo será un avance real en psiquiatría y psicología si refuerza la práctica clínica, y no si la sustituye o la deshumaniza.
La regla de oro: primero pensar, luego pedir ayuda a la IA
Una de las recomendaciones más prácticas de la entrevista es sorprendentemente sencilla:
-Primero haz tú el trabajo, luego pide a la IA que lo mejore.
Aplicado al estudio, al trabajo clínico o a la escritura, esto significa:
-Primero leer, pensar, escribir o diseñar una primera versión.
-Después usar la IA para revisar, ampliar, ordenar o pulir lo que ya has hecho.
Si invertimos el orden —primero preguntar a la IA y luego revisar por encima— corremos el riesgo de relajarnos demasiado, dejar de esforzarnos y perder habilidades que solo se fortalecen con la práctica.
Recuperar el “pensamiento lento”
Como antídoto frente al sedentarismo cognitivo, el Dr. Moreno Gea propone recuperar lo que llama pensamiento lento:
-Reservar tiempo para reflexionar sin pantallas.
-Leer en profundidad, sin saltar de estímulo en estímulo.
-Escribir a mano para conectar mejor ideas y emociones.
-Aceptar que algunas respuestas requieren tiempo, duda y matices, no solo inmediatez.
Estos hábitos actúan como una especie de “gimnasio mental” que protege frente a la atrofia cognitiva y nos ayuda a seguir siendo protagonistas de nuestros procesos de decisión, incluso en un mundo hiperautomatizado.
IA y clínica: una herramienta, no un sustituto
En el ámbito sanitario, el mensaje es claro: la inteligencia artificial puede ser una aliada poderosa si se integra con sentido crítico y visión humanista.Para los profesionales de la salud mental, esto implica:
-Formarse en IA con una mirada ética y basada en la evidencia.
-Entender sus limitaciones y sesgos, no solo sus ventajas.
-Usarla para mejorar la calidad del tiempo clínico, no para eliminarlo.
-Proteger siempre el vínculo terapéutico, que ninguna máquina puede imitar.
La IA puede ayudar a revisar información, detectar patrones o optimizar recursos, pero no puede reemplazar la presencia, la escucha y la comprensión profunda de la experiencia del paciente.
Convivir con la IA sin perder la brújula interior
La conversación entre Lorena Sánchez y Pedro Moreno Gea deja un mensaje de fondo: la clave no es apagar la tecnología, sino aprender a convivir con ella sin entregar nuestra autonomía mental ni nuestra humanidad.
En palabras del propio autor, se trata de:
-Usar la IA desde la libertad, no desde la dependencia.
-Mantener la reflexión y el equilibrio como criterios de uso.
-Recordar que la tecnología debe estar a nuestro servicio, no al revés.
Solo así la inteligencia artificial podrá ser una aliada para la salud mental, y no un factor más de ruido, sobrecarga y desconexión de nosotros mismos.
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