La subdirectora y docente del Grado en Psicología de UIC Barcelona, María Gámiz, afirma que, "aunque un 50% de la capacidad de ser felices lo explica la genética y un 10% el contexto, un 40% depende de la acción voluntaria de las personas".
Gámiz señala que, en general, los jóvenes vinculan la felicidad al placer y a la ausencia de sufrimiento, mientras que los más mayores "tienen una idea de felicidad ligada al sentido de la vida y al crecimiento personal".
La psicóloga lamenta que en la "sociedad de consumo" se "ponga el foco en el 'yo' y se descuiden los vínculos", cuando "las relaciones interpersonales son uno de los factores que más favorecen la auténtica felicidad".
La subdirectora y docente del Grado en Psicología de UIC Barcelona, María Gámiz, ha asegurado que "se puede aprender a ser feliz", aunque gran parte de ella "venga determinada por la genética". Con motivo del Día Internacional de la Felicidad, Gámiz ha insistido en que, "aunque un 50% de la capacidad de ser felices lo explica la genética y un 10% del contexto, un 40% depende de la acción voluntaria de las personas".
Por ello, la psicóloga ha invitado a la sociedad a "cultivar fortalezas como la amabilidad, la generosidad y la gratitud, que han demostrado ser ingredientes fundamentales que acercan a la felicidad y que pueden contrarrestar los factores genéticos y contextuales".
En cuanto al propio concepto de felicidad, María Gámiz ha explicado que los jóvenes buscan "aquello que les genera placer" y, en general, "contraponen malestar y sufrimiento a la felicidad". No obstante, en su opinión, "esta búsqueda de placer es comprensible, pero no sostenible porque el sufrimiento es inherente a la persona y porque, cuando te acostumbras al placer y un deseo está satisfecho, necesitas más. Y esa confusión entre felicidad y placer lleva a una mayor intolerancia a la frustración".
En cambio, entre las personas mayores prevalece "una idea de felicidad eudaimónica, ligada al sentido de la vida y al crecimiento personal, a vivir una vida coherente con un propósito, a dejar un legado, a hacer una contribución al entorno".
Ranking de felicidad
La psicóloga ha destacado que España se sitúa en la posición 36 de 140 países según datos de 2023, un descenso de cuatro posiciones en comparación con la edición de 2023. Sin embargo, por primera vez el estudio establece diferencias por tramos de edad.
"En el grupo de menores de 30 años, España desciende hasta la posición 56, mientras que en las personas mayores de 60 años el país asciende hasta la posición 29. Esto puede ser un indicativo de cómo la visión hedonista de la felicidad lleva a menos felicidad que la eudaimónica", ha concluido.