Artículo |
10/11/2016
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ong>Resumen
Clasificar los trastornos relacionados con las preocupaciones somáticas problemáticas ha sido un ejercicio difícil en nosología psiquiátrica1 . Las clasificaciones de estos trastornos en la ICD- 10 y el DSM-IV no han salido mejor libradas que las tentativas previas2 . Aun cuando no sean exactamente idénticas, estas clasificaciones eran en general similares y, por tanto, las críticas a cualquiera de los dos sistemas en general es aplicable a los dos. Entre las críticas más destacadas son las relativas a su utilidad en el ejercicio clínico sistemático. Estas comprenden la rareza de las principales categorías del grupo, tanto en la población como en el ejercicio clínico general, así como la evidencia indicativa de una fiabilidad diagnóstica deficiente3 . Una característica central de la definición de estos trastornos, que los síntomas no se deben a causas físicas o médicas, ha sido criticada por no ser fiable y por plantear un problema nosológico fundamental: definir un trastorno sobre la base de la falta de una manifestación más que la presentación de un problema4 . Las etiquetas asignadas a las preocupaciones somáticas problemáticas que han llegado a verse como despectivas, crean otro problema para la utilidad clínica. Algunos pacientes objetan el término somatiforme, que consideran que puede implicar que sus síntomas tienen importancia clínica dudosa y solo están en sus mentes o no son reales. Además, la noción de que los síntomas son inexplicables desde el punto de vista médico a menudo es rechazada por los pacientes como básicamente un problema de detección. Como parte de las actividades concebidas para culminar en la aprobación de la ICD-1 por la Asamblea de Salud Mundial en 2018, la Organización Mundial de la Salud, a través de su Grupo Asesor Internacional5 , constituyó el Grupo de Trabajo de Trastornos de Estrés Corporal y Trastornos Disociativos, al cual, entre otras tareas, se le pidió que propusiera cambios a la sección sobre trastornos somatiformes en la ICD-10. El Grupo de Trabajo ha propuesto una categoría nueva y mucho más simplificada del trastorno de estrés corporal, que remplaza a todas las categorías de la ICD-10 dentro del grupo de trastornos somatiformes (F45.0) y, en gran medida, a la neurastenia (F48.0), integrando éstos en una sola categoría. El único trastorno somatiforme de la ICD-10 excluido de la BDD es la hipocondría (F45.2)..
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World Psychiatry (Ed Esp)