PAMPLONA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Comisión de Salud del Parlamento de Navarra ha visitado este martes, a instancias de EH Bildu, el Centro de Salud Mental de Tudela (CSM), uno los diez centros generalistas de atención mental que existen en Navarra, si bien a diferencia de los de Pamplona (7) y Tafalla (el otro está en Estella), que derivan los niños al Infanto-Juvenil de Sarriguren, atiende tanto a adultos como a menores.

La delegación del Legislativo ha sido recibida por José Antonio Mora, gerente del Área de Salud de Tudela, Sara Chivite, jefa de Servicio de los centros de Salud Mental de Navarra, María García Nicolás, directora del Centro de Salud Mental de Tudela, José Antonio Gil, Adolfo Navascués, María Antonia Mayoral, psicólogas/ clínicos/as del CSM, David Calvo, Carolina Combarro, Magdalena Otaño, psiquiatras del CSM, y Ana Chocarro, trabajadora social.

Durante la visita, ha tenido lugar un encuentro en el que Sara Chivite, jefa de Servicio de los centros de Salud Mental de Navarra, y los diversos profesionales del CSM de Tudela han valorado el programa de reorganización de los servicios de Salud Mental Infanto Juvenil impulsado desde la gerencia del SNS.

Dicho plan, que consiste en adaptar el modelo de atención que rige en el Área de Pamplona a las características propias de la Ribera, ha sido bien acogido por los profesionales del Centro de Salud Mental de Tudela, si bien han advertido que su operatividad depende en buena medida de la "flexibilidad" de los recursos y la "coordinación" entre departamentos.

"Dotar de especificidad a la atención infanto-juvenil nos parece oportuno. Las líneas generales de este plan de intervención están bien, pero es necesario adaptarlo a las características poblacionales y de utilización de servicios que imperan en la Ribera. Habrá que hacer un seguimiento para ajustar los ratios en función del volumen asistencial que se genere. Llevábamos 8 ó 10 años reclamando algo así, ya ni lo esperábamos", ha manifestado José Antonio Gil.

De acuerdo también con la "especialización", Adolfo Navascués ha prevenido sobre el riesgo de suscitar un "efecto captatorio para justificar la estructura que se vaya a generar". "El peligro estriba en dar a entender que, una vez contemos con un centro específico, existe una solución mágica para este tipo de niños, que han estado y están bien atendidos, si bien en una cifra inferior a otras zonas, debido a la inexistencia de una dotación singular", ha dicho.

Sara Chivite, por su parte, ha destacado que con el nuevo plan se pretende otorgar "más relevancia al psicólogo". "Aquí lo que se plantea es un despliegue progresivo que, dimensionado en función de lo que surja, derive en la conformación de un equipo multidisciplinar", ha expuesto, para añadir que "la coordinación con Atención Primaria, también a nivel de adultos, es fundamental". "Pero lo prioritario es separar espacios y equipos para, con sentido común y en consonancia con otros centros infanto-juveniles, ofrecer un servicio homogéneo", ha comentado.

A propósito de la apuesta por los planes individualizados y por anteponer la atención psicológica a la medicalizada, José Antonio Gil ha aludido a la avalancha de consultas por sospechas de hiperactividad, algo que "genera alarma y cuya solución, al menos parcial, debería llegar también desde otros ámbitos". "De lo contrario, si falta esa coordinación, resulta muy fácil convertir un problema de déficit de atención en una traba de salud mental", ha dicho.

Menos consenso ha suscitado el proyecto de reubicación del Hospital de Día, actualmente en el mismo edificio que el Centro de Salud Mental, en el Hospital Reina Sofía de Tudela, junto a la Unidad de Agudos.

A decir de José Antonio Gil, el debate obedece a una cuestión de recursos, pues "no es fácil mantener una unidad de psiquiatría y un Hospital de Día con una población como la de Tudela". "Cuando se habla de establecer sinergias y de optimizar recursos se comienza a hablar del traslado, pero en 30 años nadie había cuestionado la ubicación del Hospital de Día. A lo mejor es más sencillo contratar más personal en la Unidad de Agudos y trabajar coordinadamente desde los actuales emplazamientos", ha indicado.

En opinión de Adolfo Navascués, el traslado del Hospital de Día podría dar lugar a un mensaje equívoco. "Hay que tener mucho cuidado, pues si llevamos al Hospital general un centro pensado para un tipo de intervención socio-comunitaria, cuya meta es la resocialización, lo que le vimos a decir al paciente es que espere pacientemente a que se le atienda".

Para María García Nicolás, directora del CSM de Tudela, el Hospital de Día estará mejor en el Reina Sofía, pues servirá para "complementar la Unidad de Agudos".