La agitación es un síntoma común y grave de la manía bipolar y la esquizofrenia, y puede definirse como una actividad motora y verbal excesiva. Si no se reconoce ni se trata, la agitación puede evolucionar hacia la agresión, lo que puede provocar lesiones potenciales al paciente y al personal.
Un tratamiento ideal para la agitación tendría un inicio rápido, causaría calma sin sedación y sería tolerable, eficaz y no coercitivo, mientras se maneja la condición subyacente. Un enfoque novedoso para el tratamiento de la agitación es la loxapina inhalada.
La loxapina inhalada se absorbe rápidamente en la circulación sistémica a través de los alvéolos, lo que resulta en un inicio de acción casi inmediato. La eficacia de la loxapina inhalada se estableció en un extenso programa de desarrollo clínico que incluía personas con esquizofrenia y manía bipolar.
Además, la loxapina inhalada tiene una eficacia comparable a la ziprasidona intramuscular, la olanzapina, el haloperidol, el aripiprazol y el lorazepam, con el beneficio adicional de no ser dolorosa ni traumatizante. La loxapina inhalada lleva una advertencia de recuadro negro en negrita para el broncoespasmo y, como resultado, en los EE. UU. , Requiere la inscripción en un programa de Estrategia de Evaluación y Mitigación de Riesgos, y está contraindicada en personas con enfermedad pulmonar.
Además, el uso de loxapina inhalada puede asociarse con disgeusia e irritación de la garganta. La loxapina inhalada requiere cierto grado de cooperación del paciente y, por lo tanto, puede no ser apropiada para todos los pacientes agitados.
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