Autor/autores:
Ahmed Naguy , Mohamed S Hashem , Sulaiman Al-Khadhar...(et.al)
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección neuropsiquiátrica que afecta a un porcentaje significativo de la población infantil. Hasta el 80% de los niños diagnosticados con TDAH presentan una o más comorbilidades, lo que complica significativamente su manejo clínico. Estas comorbilidades pueden incluir trast...
PUBLICIDAD
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección neuropsiquiátrica que afecta a un porcentaje significativo de la población infantil. Hasta el 80% de los niños diagnosticados con TDAH presentan una o más comorbilidades, lo que complica significativamente su manejo clínico.
Estas comorbilidades pueden incluir trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos del espectro autista, trastornos del aprendizaje y conductas disruptivas, entre otros. La coexistencia de estas afecciones no solo influye en la gravedad del TDAH, sino que también tiene un impacto directo en la elección y efectividad del tratamiento farmacológico.
Además de la alta prevalencia de comorbilidades, el TDAH está sobrerrepresentado en varias poblaciones especiales, como aquellos con antecedentes de trauma, problemas neurológicos, o condiciones genéticas específicas. Esta sobrerrepresentación en poblaciones especiales añade otra capa de complejidad al tratamiento, ya que estos individuos suelen requerir un enfoque más personalizado y cuidadoso debido a sus necesidades particulares.
La farmacoterapia es una de las estrategias más comunes para manejar el TDAH, y aunque es efectiva en muchos casos, puede ser un desafío en individuos con comorbilidades. Los niños con TDAH y comorbilidades a menudo muestran una respuesta terapéutica subóptima a los tratamientos estándar, lo que puede llevar a ajustes en la dosificación, la elección de medicamentos, o la combinación de tratamientos.
Además, estos individuos tienen una mayor probabilidad de experimentar reacciones adversas a la medicación, lo que puede limitar las opciones de tratamiento y requerir una vigilancia constante por parte de los profesionales de la salud. Este artículo revisa la evidencia disponible sobre el manejo psicofarmacológico del TDAH en el contexto de comorbilidades comunes, con el objetivo de proporcionar una guía basada en la evidencia para los profesionales de la salud que tratan a estos pacientes.
La revisión aborda las diferentes clases de medicamentos utilizados en el tratamiento del TDAH, incluidos los estimulantes como el metilfenidato y las anfetaminas, y los no estimulantes como la atomoxetina y la guanfacina. También se exploran las interacciones entre estos fármacos y las comorbilidades más comunes, así como las posibles estrategias para optimizar el tratamiento en estos casos complejos.
El manejo del TDAH en presencia de comorbilidades requiere un enfoque multidisciplinario, que combine intervenciones farmacológicas con terapias conductuales y apoyo psicosocial. Este enfoque integral es crucial para abordar tanto los síntomas del TDAH como los desafíos adicionales que presentan las comorbilidades, con el objetivo final de mejorar la calidad de vida y el funcionamiento general del paciente.
En conclusión, el tratamiento del TDAH en individuos con comorbilidades es un desafío significativo que requiere un manejo cuidadoso y basado en la evidencia. La revisión de la literatura presentada en este artículo subraya la importancia de una evaluación detallada y un enfoque terapéutico personalizado para maximizar los beneficios del tratamiento y minimizar los riesgos asociados.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://www. sciencedirect. com/
