Los pacientes con anorexia nerviosa grave y persistente (SE-AN) presentan numerosos desafíos clínicos y éticos para el psiquiatra hospitalario. Los pacientes suelen llegar al hospital en un estado de grave compromiso médico.
Las dificultades comunes en el período de estabilización médica aguda incluyen la evaluación de la capacidad de toma d...
Los pacientes con anorexia nerviosa grave y persistente (SE-AN) presentan numerosos desafíos clínicos y éticos para el psiquiatra hospitalario. Los pacientes suelen llegar al hospital en un estado de grave compromiso médico.
Las dificultades comunes en el período de estabilización médica aguda incluyen la evaluación de la capacidad de toma de decisiones y el derecho a rechazar el tratamiento, así como decisiones legalmente complejas relacionadas con la administración de nutrición artificial a pesar de la objeción del paciente.
Después de la estabilización médica aguda, el consultor psiquiátrico debe decidir si está indicada la hospitalización psiquiátrica para continuar el tratamiento y, de ser así, si está indicada la hospitalización involuntaria.
El estándar de atención en estas situaciones no está claro. Los problemas pragmáticos, como la falta de instalaciones adecuadas para el tratamiento especializado, son comunes.
Si no se aprueba o no se persigue la hospitalización involuntaria, puede haber dificultades para determinar si, cuándo y cómo involucrar a los consultores de cuidados paliativos para guiar el manejo posterior.
Estos casos son complejos y residen en gran medida en un área gris médico-legal y ética. Este artículo analiza las dificultades asociadas con estos casos y respalda un creciente cuerpo de literatura que enfatiza la moderación y la reducción de daños en pacientes con SE-AN. También se analiza la muerte asistida por un médico (PAD).
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