Nuevas tecnologías y su implicación en los tratamientos psicológicos para la depresión

RESUMEN

Nuevas tecnologías y su implicación en los tratamientos psicológicos para la depresión

La depresión es uno de los trastornos mentales más prevalentes en los entornos de Atención Primaria, representando un importante problema de salud pública al estar asociada a altas tasas de discapacidad, pérdida en la calidad de vida y al suponer considerables costes económicos tanto a nivel individual como social. No obstante, el manejo de estos pacientes en Atención Primaria no es el más adecuado. Se estima que solo un 47% de los pacientes con depresión tratados en atención primaria son clínicamente reconocidos, un 24% recibe tratamiento y solo un 9% recibe un tratamiento adecuado. Una de las barreras o dificultades en el tratamiento es el difícil acceso a psicoterapias basadas en la evidencia, por ello, se están proponiendo nuevas formas y modelos para ofrecer psicoterapia en atención primaria.

Así surgen las intervenciones de baja intensidad aplicadas mediante internet como método simple y coste-efectivo para tratar la depresión en Atención Primaria.

El primer ensayo controlado en España de estas características fue llevado a cabo por varios grupos de investigación de Baleares (TRAMAP), Valencia (Labpsitec), Aragón y Andalucia. El estudio consistió en comparar la eficacia de tres intervenciones: un programa de baja intensidad aplicado mediante internet y guiado por un terapeuta (LITG: “low intensity therapist-guided online- based program”), un programa de baja intensidad aplicado mediante internet completamente autoguiado (TSG: “totally self-guided online-based program”) y el tratamiento habitual mejorado para la depresión (iTAU: “improved treatment as usual”). Un total de 296 adultos con un diagnóstico de depresión leve o moderada participaron en el estudio que duró tres años y cuyos resultados se basaron en cuatro evaluaciones espaciadas en el tiempo. Un 63,5% completaron el seguimiento. Para la intervención se utilizó un programa, “Sonreír es divertido”, basado en la terapia cognitivo conductual y especialmente diseñado para este estudio.

Los resultados concluyeron que no hubo una mejoría en los grupos de intervención con el programa aplicado mediante internet (TSG y LITG) en comparación con el grupo que solo recibía el tratamiento habitual mejorado (iTAU) a los tres meses, pero sí a los seis meses y a los quince meses de seguimiento, además, no se encontraron diferencias entre TSG y LITG en ningún momento. Por lo que se podría deducir que una intervención aplicada mediante internet para la depresión combinada con el tratamiento habitual mejorado podría aportar una mejoría respecto al tratamiento habitual mejorado en solitario en atención primaria.

Otro ensayo publicado por los mismos grupos de investigación y en la misma línea que el anterior evaluó la eficacia de tres intervenciones psicológicas para la depresión de baja intensidad aplicadas mediante TIC’s en Atención Primaria (AP). 

El estudio consistió en un ensayo clínico multicéntrico controlado y aleatorizado en cuatro grupos paralelos. Se diseñaron intervenciones específicas para cada uno de ellos adaptadas a dispositivos online:  Un grupo de intervención con un programa psicoeducativo basado en el estilo de vida saludable (EVS) + tratamiento habitual mejorado (iTAU), un grupo de intervención con un programa centrado en la promoción del afecto positivo (PAP) + iTAU, un grupo de intervención con un programa basado en mindfulness (PM) + iTAU y un grupo que solo recibía iTAU.
Cada intervención constaba de una sesión presencial cara a cara y de cuatro módulos online, las evaluaciones se llevaron a cabo en cuatro momentos distintos; en el momento basal y a los 6 y 12 meses post-tratamiento y contó con la participación de 221 voluntarios.  

La variable principal de resultado fue la puntuación obtenida en el cuestionario PHQ-9 (Patient Health Questionnaire) fue cumplimentado por 160 participantes (72.4%) en el pre-tratamiento, 127 participantes (57.47%) en el post-tratamiento, 102 participantes (46.15%) a los 6 meses post-tratamiento y por 97 participantes (43.89%) a los 12 meses post-tratamiento. Se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo EVS y iTAU y entre el PM y iTAU en el post-tratamiento, pero no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo PAP e iTAU en ningún momento de la evaluación. No obstante, la diferencia en la disminución de la sintomatología depresiva entre los grupos no se mantuvo en el tiempo.

Sirva de ejemplo esto como una muestra del auge de las intervenciones basadas en las nuevas tecnologías y como se están empezando a postular como alternativas eficaces a otros tratamientos para la depresión más costosos y de difícil acceso en Atención Primaria. Aunque todavía queda por investigar cómo mejorar la adherencia a estos tratamientos ya que sigue siendo relativamente baja y desconocidos para la gran mayoría.

Para más información de los dos estudios visitar:

[1] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27565118

[2] https://bmcpsychiatry.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12888-015-0475-0