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Trastorno de la Personalidad Antisocial: modos de interpretación clínica de conductas disruptivas

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Autor/autores: Maricel Lescano Farías , Natalia Smith, Olga Benso, Guillermo Jemar
Fecha Publicación: 01/04/2019
Área temática: Control de los impulsos. Trastornos destructivos del control de los impulsos y de la conducta .
Tipo de trabajo:  Conferencia

Sociedad Argentina de Trastornos de la Personalidad y Psicopatías

RESUMEN

Clásicamente se interpretan los síntomas de los pacientes con diagnóstico de Trastorno Antisocial de la Personalidad desde su manifestación conductual, generalmente de manipulación, estilo de vida parásito y falta de proyectos o metas, y alejadas de los parámetros eticos, morales e incluso legales para una sociedad, en un lugar y tiempo determinados. No se tiene en cuenta, sin embargo, la génesis signosintomatológica que provoca como producto final de ella este tipo de conductas. ansiedad constante, rigidez del pensamiento y escasa flexibilidad cognitiva, acompañan a la impulsividad y labilidad afectiva propias de este cluster.

De esta manera, describir y cuantificar semiológicamente este constructo sindromático es necesario a la hora de diagramar un marco terapéutico que tenga como blanco de acción al mismo, con el fin de reducir el riesgo de conductas disruptivas y mitigar los daños posteriores, tanto individuales como interpersonales y de cognición social que limiten fuertemente la inserción del paciente a la vida en sociedad

Palabras clave: Trastorno Antisocial, conductas disruptivas


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TRASTORNO DE LA personalidad ANTISOCIAL:MODOS DE INTERPRETACIÓN
CLÍNICA DE CONDUCTAS DISRUPTIVAS
Maricel Lescano Farías
contacto@satp. com. ar
trastorno Antisocial, conductas disruptivas

RESUMEN
Clásicamente se interpretan los síntomas de los pacientes con diagnóstico de Trastorno
Antisocial de la personalidad desde su manifestación conductual, generalmente de
manipulación, estilo de vida parásito y falta de proyectos o metas, y alejadas de los
parámetros eticos, morales e incluso legales para una sociedad, en un lugar y tiempo
determinados.
No se tiene en cuenta, sin embargo, la génesis signosintomatológica que provoca como
producto final de ella este tipo de conductas.
ansiedad constante, rigidez del pensamiento y escasa flexibilidad cognitiva, acompañan a la
impulsividad y labilidad afectiva propias de este cluster.
De esta manera, describir y cuantificar semiológicamente este constructo sindromático es
necesario a la hora de diagramar un marco terapéutico que tenga como blanco de acción al
mismo, con el fin de reducir el riesgo de conductas disruptivas y mitigar los daños posteriores,
tanto individuales como interpersonales y de cognición social que limiten fuertemente la
inserción del paciente a la vida en sociedad

INTRODUCCIÓN
Definimos en la presente ponencia a la personalidad como una organización dinámica dentro
del individuo de los sistemas integrales del ser biopsico- sociales que modulan sus
adaptaciones únicas a un medio interno y externo cambiante.
El temperamento es la peculiar intensidad individual de los afectos psiquicos y de la
estructuración dominante del humor y la motivación (es la manera natural con que un ser
humano interactúa con su entorno).
El Caracter es un concepto mas temporal y estable con respecto a este último. Es el conjunto
de peculiaridades psíquicas estables del hombre; depende de la actividad del individuo y de
sus condiciones de vida (es el resultado final de parámetros estables y sostenidos en el tiempo
en tanto estas condiciones se sostengan).

El carácter responde a la naturaleza bio-psico-social antes mencionada, y depende de la
concepción que la persona tiene del mundo, del saber, de la experiencia acumulada, de los
principios morales.
Estos conceptos se encuentran estrechamente vinculados a emociones básicas como el miedo
(Evitación del daño), la búsqueda de la novedad, la dependencia de la recompensa, la
persistencia, etc. Existen determinantes multidimensionales en la estructuración de la
personalidad, que tienen que ver con variables genéticas (herencias) y ambientales (vivencia).
Es por ello que la causa de los trastornos de la personalidad es en extremo complicada de
entender e investigar, pues esta combinación es compleja.

EXPERIENCIA INTERNA
cognición (por ejemplo el concepto de sí mismos engreído y arrogante, "cosificación" del otro).
afectividad ( irritabilidad, indiferencia afectiva, falta de remordimientos y empatía,
justificación del daño causado, incapaz de establecer vínculos emocionales profundos).
Actividad interpersonal (por ejemplo superficial,  insensible,  arrogante,  presuntuoso,
dominante, manipulador) y Control de los impulsos (agresividad, violencia, incapacidad de
planificar el futuro).

COMPORTAMIENTO
Desprecio y violación de los derechos de los demás: engaño, manipulación, irresponsabilidad,
imprudencia, violencia, crimen, violación grave de las normas.
Desde las neurociencias, se concibe a la conducta como el producto final de una compleja
actividad cerebral en la que han influido el estado cognitivo y afectivo del individuo, en un
momento, lugar y tiempo determinado, bajo circunstancias específicas. Para esto, el cerebro
utiliza las funciones cerebrales superiores, motoras y sensitivas simples que se van
complejizando en la medida en que se integran los distintos estratos cerebrales con sus
respectivas actividades intrínsecas (usar el lenguaje, aprender y recordar, sentir estados
anímicos, realizar composiciones concretas y abtractas, etc).
El Gran maestro Argentino JUAN CARLOS GOLDAR, en su artículo denominado «Los
fundamentos neurobiológicos de la ética», dice: «La tarea de la Ética es dilucidar los
mecanismos mentales que le permiten a cada individuo vivir según las normas morales de su
particular situación». Propone un modelo neurobiológico que permite explicar, de manera
razonable, las alteraciones del control ético, o sea los trastornos que están en el centro de la
personalidad antisocial, que exponemos de manera sucinta a continuación:

El cerebro Dorsal: estrato superior; intelectual y motor de la mente. El neocortex dorsal,
posterior o sensorial (contiene los objetos) y el anterior o motor (contiene los actos). Este
estrato superior construye «al mundo» elaborando actos y objetos, es decir formas motoras
y formas sensoriales. Los dos modos del conocimiento, es decir los objetos y los actos,
mantienen entre sí una coincidencia formal. Esto hace ineludible la emisión de actos por parte
de los objetos. El mundo es el campo de acción, donde los objetos son utilizados por los actos.
La emisión permanente de actos conduciría necesariamente a una catástrofe. cerebro Ventral:
estrato intermedio o valorativo de la mente. Incluye: Neocortex basal: corteza frontoorbitaria
y temporobasolateropolar.

Elabora valores preventivos: califican objetos según su
peligrosidad, controla la emisión de actos. Es el cerebro encargado de las emociones
inhibitorias que evitan acciones que se alejan del marco de las normas morales.
Es la esfera pragmática de la mente y se encarga de seleccionar objetos y controlar la emisión
de actos. Se elabora lo conveniente, lo útil, el obrar prudente. Esta esfera valorativa nos
permite seguir siendo materia viviente, comunitaria, cultural, histórica.
Esta interacción armónica entre la esfera práxica y pragmática en el cerebro es clave para el
control ético, Según Goldar.
Los valores preventivos califican objetos según su peligrosidad, evitan acciones que se alejan
del marco de las normas morales. El peligro se refiere a las reacciones de la comunidad, (burla,
desprecio, desprestigio, multas, cárcel, destierro y muerte por ajusticiamiento) El «deber» tema central de la Ética - consiste en evitar tales respuestas. Según la peligrosidad, parece
existir una precisa emoción inhibitoria, formas específicas de miedo pertenecientes al yo, de
tipo pragmático e inhibitorio, muy refinada que nos mantiene dentro de los marcos morales.
El miedo instintivo elaborado en el sistema límbico, no es una emoción sino un acto pulsional,
es práxico, activo, conduce a atacar o escapar, alejarse, ocultarse, refugiarse. «La diferencia
entre miedo del yo y miedo del instinto se puede advertir claramente al comparar la
escrupulosidad cultural, por un lado, y la fuga crepuscular durante una catástrofe, por otro».
La ética como rendimiento del yo: El peligro práxico o intelectual es objetivo, vale decir peligro
en el mundo. Se trata de un conocimiento, no de una vivencia. En cambio, el peligro
pragmático o valorativo es subjetivo, o sea peligro en el yo. Se trata de una vivencia, no de
un conocimiento. El «loco moral», el psicópata antisocial, tiene conocimiento del peligro, pero
no posee vivencia del peligro. Aunque sabe que sus acciones se alejan de las normas morales
y generan reacciones comunitarias, no puede inhibirlas. Su conducta antisocial traduce,
entonces, una alteración del yo. La temeridad del psicópata antisocial es pura estrategia
práxica, pues está herido en los mecanismos del yo, que normalmente fundamentan la
estrategia pragmática. Las lesiones situadas en el cerebro ventral son las únicas que pueden
originar trastornos en el control pragmático de la conducta, sobre todo en el control ético».

CONCLUSIONES
El trastorno Antisocial de la personalidad esta descripto desde 1800. Existen diferentes formas
de comportamiento que evidencian un daño hacia otras personas y/o el quebrantamiento de
las leyes, lo cual se traduce en trastornos derivados de la interacción de factores genéticos,
ambientales, neurobiológicos y sociales. Un funcionamiento prefrontal reducido podría
traducirse en una pérdida de inhibición o control de estructuras subcorticales asociadas a
impulsos emocionales. La pérdida de flexibilidad intelectual, del razonamiento y de la habilidad
para resolver problemas, así como la disminución de la capacidad para usar la información
suministrada y percibida por el medio, puede deteriorar las habilidades sociales necesarias
para plantear soluciones no disruptivas a los conflictos. Los pacientes se tornan entonces
arriesgados, irresponsables, transgresores de las normas, con impulsos emocionales violentos,
y esto los predispone a cometer actos y síntomas antisociales. La personalidad, erosionada,
se asocia entonces con la impulsividad, pérdida del autocontrol, inmadurez, falta de tacto,
incapacidad para modificar o inhibir el comportamiento de forma adecuada y cierta
incapacidad para razonar y evaluar correctamente las situaciones sociales que pueden
predisponer a la trasgresión propia y de los demás.
Estos pacientes sufren la incapacidad de VIVENCIAR LOS PELIGROS DEL YO.
Esta condición es, claramente, limitante del razonamiento lógico, erosionante de la
personalidad, relativogenica de las normas sociales lo llevan a la pobreza en la adquisición de
los valores preventivos éticos y sentimentales. Sin una predisposición genética, y sin una
facilitación social y cognitiva, las conductas antisociales no se producirían.
En este contexto, los profesionales de salud mental pueden y deben pues, hacerse cargo de
esta problemática. Las ciencias neuro cognitivas son el recurso en beneficio de la sociedad
para dar respuesta: Para detectar, evaluar, tratar, y crear programas de prevención y de
intervención.
Cuando una persona se ve condenada aún antes de nacer (padres marginados sociales,
violentos, alcohólicos, consumidores de sustancias nocivas para el cerebro), cuando nace en
condiciones desiguales;  cuando sus días transcurren en situaciones desfavorables
(hacinamiento, marginalidad, desnutrición, falta de necesidades básicas de higiene y
alimentación, violencia familiar y comunitaria); Cuando una sociedad consumista, que no mira
a su alrededor, que está preocupada sólo por "tener mas", que sólo se ocupa de mantener y
perpetuar posiciones sociales; con leyes de mercado conceptualmente perceptibles pero
inalcanzables, con falta de justicia. . .

En el cerebro se van creando huellas dejadas por la experiencia subjetiva y por el aprendizaje,
que limitan la cognición social. Cuando todo esto ocurre, ocurren los Trastornos antisociales. »

BIBLIOGRAFÍA
1 - Goldar JC. «CEREBRO LÍMBICO Y PSIQUIATRIA». Editorial Salerno, año 1975. 2 - Jimena
Bonilla ­ Sara Fernandez Guinea: NEUROBIOLOGÍA Y NEUROPSICOLOGÍA DE LA CONDUCTA
ANTISOCIAL: Universidad Complutense de Madrid, Psicopatologóa legal y forense Vol. 6. año
2006, pp 67 ­ 81. 3 ­ Goldar, JC, «ANATOMIA DE LA MENTE», Editorial Salerno, año 1993. 4DIAGNOSTIC CRITERIA FROM DSM V, American psychiatric Association, año 2013. 5 - Apuntes
del Dr RAMIRO ISLA en su conferencia «NEUROCIENCIA COGNITIVA APLICADA A LOS
TRASTORNOS DE LA personalidad Y LAS PSICOPATÍAS», en el IV Congreso Internacional
de patología Dual en Barcelona, año 2015

XX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría
www. interpsiquis. com- abril 2019. Psiquiatria. com

Comentarios/ Valoraciones de los usuarios


En el trastorno de personalidad antisocial, como muy bien argumentáis hay muchos factores en juego y por desgracia determinadas personas aún antes de nacer ya están siendo afectadas por los antecedentes familiares, sociales, culturales… Una vez nacen el cerebro va adquiriendo conocimientos que en muchas ocasiones son muy beneficiosos pero en otras todo lo contrario dado que les lleva a manifestar comportamientos antisociales. Por ello el ser capaces de detectar, evaluar, tratar o crear programas de prevención y de intervención puede aportarles gran ayuda en su desarrollo. Enhorabuena por la aportación y muchas gracias por la aportación pues todo es importante a la hora de manejar estas conductas disruptivas.

Ana Mª Bastida de Miguel
Psicólogo - España
Fecha: 09/04/2019



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