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Trastorno de la Personalidad Antisocial: modos de interpretación clínica de conductas disruptivas

Fecha Publicación: 01/04/2019
Autor/autores: Maricel Lescano Farías , Natalia Smith, Olga Benso, Guillermo Jemar
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RESUMEN

Clásicamente se interpretan los síntomas de los pacientes con diagnóstico de Trastorno Antisocial de la Personalidad desde su manifestación conductual, generalmente de manipulación, estilo de vida parásito y falta de proyectos o metas, y alejadas de los parámetros eticos, morales e incluso legales para una sociedad, en un lugar y tiempo determinados. No se tiene en cuenta, sin embargo, la génesis signosintomatológica que provoca como producto final de ella este tipo de conductas. ansiedad constante, rigidez del pensamiento y escasa flexibilidad cognitiva, acompañan a la impulsividad y labilidad afectiva propias de este cluster.

De esta manera, describir y cuantificar semiológicamente este constructo sindromático es necesario a la hora de diagramar un marco terapéutico que tenga como blanco de acción al mismo, con el fin de reducir el riesgo de conductas disruptivas y mitigar los daños posteriores, tanto individuales como interpersonales y de cognición social que limiten fuertemente la inserción del paciente a la vida en sociedad

Todos los títulos de este simposio/curso:


Palabras clave: violencia, sociedad, estado
Tipo de trabajo: Comunicación
Área temática: Personalidad, Trastornos de la Personalidad .

Sociedad Argentina de Trastornos de la PErsonalidad y PSicopatíAS

LA VIOLENCIA DEL ESTADO SOBRE LA SOCIEDAD
Olga Benso
info@satp.com.ar
Violencia, sociedad, estado

RESUMEN
La investigación histórica constituye un punto de partida adecuado para examinar la violencia
ejercida por el Estado en su función de disciplinar la sociedad y evitar el conflicto. Las
preguntas acerca de los límites y la naturaleza del delito y acerca de qué hacer con el
delincuente son constantes, pero las sociedades cambian, y al ritmo de ese cambio también
varían las respuestas a esas preguntas y -en consecuencia- las políticas de intervención.
Una de las respuestas más extendida y más sujeta a discusiones es la política carcelaria. El
hecho de que la mayoría de un grupo mantenga encerrado, estigmatizado y desacreditado a
un conjunto reducido de su propia población hizo que ya desde los orígenes de la cárcel
existieran debates acerca de su eficacia o de su mera existencia. La tradición central (europea
y norteamericana) ha prodigado teorías tan heterogéneas como dispares, profusamente
conocidas y citadas. Nosotros nos centraremos, en cambio, en aportes significativos de
especialistas latinoamericanos.
El riguroso ensayo América Latina y su Criminología (1981), de la catalana radicada en
Venezuela Rosa del Olmo, es un hito en la historiografía de la región.
En La colonialidad del poder, eurocentrismo y AL (2000), el sociólogo peruano Aníbal Quijano
propone los conceptos de racialidad y colonialidad como vectores para el análisis del poder en
la región.
En la misma línea, El color de la cárcel (2013) -de Rita Segato, antropóloga argentina- analiza
las contradicciones peculiares entre el ideal democrático y las realidades de la AL profunda.
¿cuál es la relación entre castigo y estructura social o, mejor, entre las formas de penalidad y
las de la organización social en las que operan? David Garland1

1Garland David (2018) "Castigar y asistir" Editorial Siglo XXI.CABA Argentina Pág. 28

INTRODUCCIÓN
La investigación histórica constituye un punto de partida adecuado para examinar la violencia
ejercida por el Estado en su función de disciplinar la sociedad y evitar el conflicto. Las
preguntas acerca de los límites y la naturaleza del delito y acerca de qué hacer con el
delincuente son constantes, pero las sociedades cambian, y al ritmo de ese cambio también
varían las respuestas a esas preguntas y -en consecuencia- las políticas de intervención.
Una de las respuestas más extendida y más sujeta a discusiones es la política carcelaria. El
hecho de que la mayoría de un grupo mantenga encerrado, estigmatizado y desacreditado a
un conjunto reducido de su propia población hizo que ya desde los orígenes de la cárcel
existieran debates acerca de su eficacia o de su mera existencia. La tradición central (europea
y norteamericana) ha prodigado teorías tan heterogéneas como dispares, profusamente
conocidas y citadas. Nosotros nos centraremos, en cambio, en aportes significativos de dos
especialistas latinoamericanas: Rosa del Olmo y Rita Segato
Rosa del Olmo y la criminología latinoamericana
El momento histórico en que Rosa del Olmo escribe La criminología de América Latina y su
objeto de estudio es muy diferente al actual. Coincide con la culminación del agotamiento de
la llamada "edad de oro del capitalismo", es decir: de la expansión de la economía en los
países industrializados y su contracción en el tercer mundo, que había dado lugar al
ensanchamiento de la brecha entre el "primer mundo" y las regiones periféricas. La década
de 1970 se caracteriza, en efecto, por el incremento de la inflación, de la desocupación, de la
toma de deuda con organismos internacionales, cuyo resultado fue la liquidación de cualquier
atisbo de proyecto desarrollista, la desaparición del "Estado de Bienestar" y los crecientes
conflictos con asalariados y organizaciones sindicales obreras locales. Desde una década
antes, el continente venía sufriendo, de manera sistemática y estratégica, un proceso de
militarización, que desembocó en golpes de estado2 para "mantener el orden" de la sociedad.
En cada uno de los países de América Latina, las dictaduras militares impartieron planes
sistemáticos de represión contra grupos guerrilleros y también contra dirigentes políticos,
sociales, sindicales y sacerdotes del Tercer Mundo.
En todos los casos, instalaron el terrorismo de Estado, mediante el que, al margen de la
legalidad, controlaron y sometieron a la sociedad con una represión brutal. Las políticas
económicas implementadas restringieron las posibilidades de consumo y la satisfacción de
necesidades básicas.

2Cf. Idelber Avelar,Alegorías de la derrota: la ficción postdictatorial y el trabajo del duelo, Santiago, Cuarto Propio,
2000, p. 58 Bolivia, en 1971; Chile y Uruguay, en 1973; Argentina, en 1976. También habría que tomar en
consideración el hecho de que las dictaduras de Paraguay (desde 1954) y Brasil (1964), conducen, en los comienzos
de la década de 1970, un cambio doctrinal del perfil represivo que hasta entonces habían exhibido. El golpe de
Estado al golpe de 1968, en el Perú, en 1975 y México en 1971.

La investigación de Rosa del Olmo3 se basa en textos producidos en Estados Unidos y en
Europa desde la década de 1960, y la escritura de su libro La criminología de América Latina
y su objeto de estudio fue realizada entre los últimos años de la década de 1970 y los primeros
de la década de 1980. Hace una relectura que la autora presenta en la conferencia de
Bucaramanga en 19884.
Rosa del Olmo5 comienza situando la importancia del debate sobre el objeto de estudio de la
criminología, "sobre todo porque se muestra como un enfrentamiento entre el saber jurídico
y el saber criminológico. La colaboración entre penalistas y criminólogos en América Latina sin
embargo se vuelve cada vez más necesaria y por lo tanto más factible que necesaria, o
viceversa. (...)

En nuestro caso, habrá entonces que precisar primero qué es objeto de estudio, antes de plantear
cuál objeto de estudio en el caso concreto de América Latina"
La autora analiza la polémica que se produce en cuanto a qué es el delito y cuál es el objeto
de estudio de la criminología. El debate iniciado por varios sociólogos norteamericanos a fines
de los años treinta, señala del Olmo, es el que más contribuyó a que la discusión ­ aún no
resuelta- sobre qué es el delito se convierta en la polémica central, que -a su turno- abriría
el camino a la la criminología interaccionista que algunos europeos -particularmente los
franceses y alemanes- bautizarían como criminología de la reacción social6:
Si para la criminología positivista -o del paso al acto- el objeto de estudio era el individuo
delincuente, para la criminología interaccionista -o de la reacción social- seria las definiciones
y su interrelación con los niveles intermedios del control social (policías, funcionarios de
tribunales y de prisiones). En otras palabras: la relación crucial entre el hecho delictivo y la
respuesta que origina. La conducta delictiva se verá como causa de la definición de los
normales (léase los encargados de aplicar la ley)."
Surgió así un intenso debate no solo con los partidarios de la criminología positivista, sino
también- con la incipiente criminología crítica que venía desarrollándose en varios países7 y
cuyos rasgos más destacados, según del Olmo, son "En primer lugar, la insistencia en dirigir
la atención hacia la criminalidad del poder, y concretamente del Estado [...] con lo cual se
destacaba la necesidad de una criminología comprometida con la eliminación de las

3América Latina y su Criminología. Ed siglo XXI . México 1981.
Los autores que representan la esencia del debate son Lolita Aniyar , Eduardo Novoa Montreal, Luis Bravo Dávila,
Emiro Sandoval Huertas, Edwin M Lemert, Jean Pimentel, Roberto Bergalli, Jan Taylor, Paul Walton y Jock Young,
Bankowski. Mungham y Young.

5Conferencia pronunciada en la ciudad de Bucaramanga en abril de 1988. Profesora de la Universidad Central de
Venezuela publicaciones.eafit.edu.co/index.php/nuevo-foro-penal/article/download/4093/.

6Véase en este sentido la extensa obra del criminólogo francés PHILIP ROBERT.

7" Los trabajos de investigación producidos en los años cincuenta por el Instituto de Criminología de la Universidad
de Oslo, bajo la dirección de NILS CHRISTIE; así como en los Estados Unidos los aportes de RICHARD QUINNEY y
WILLIAM CHAMBLISS desde la sociología del conflicto, y sobre todo su preocupación por desmitificar el derecho,
son precursores de la criminología crítica" Rosa del Olmo:1988
desigualdades del sistema. Y en segundo lugar, una redefinición del concepto de delito, en
términos de la ecuación entre relaciones sociales dañosas y delito.
Para del Olmo, esa posición equivale a ignorar que la criminología como tal siempre ha sido
una disciplina política y que los conceptos delito y delincuente son resultado de definiciones y
procesos sociales8. A ese descuido epistemológico, que es consecuencia de la confusión entre
los propósitos (subjetivos) y los objetos de estudio, se añade en el caso de la criminología
crítica en América Latina el agravante de haber confundido la teoría con el modelo.
Hace algunos años fui criticada por hacer una advertencia en este sentido, cuando decía: "hay
que dejar de ser copistas del pensamiento criminológico europeo... y comenzar por hacer una
reconstrucción histórica pero latinoamericana que abarque tanto el fenómeno del delito como
el de los medios de control social que han desarrollado los diferentes Estados latinoamericanos
[...] La dependencia intelectual de lo producido particularmente en Europa, ha creado en
América Latina un discurso criminológico que mezcla un limitante objeto de estudio -a pesar
de su amplísima definición-9 con un activismo mesiánico que tiene como meta una romántica
política criminal alternativa.[1988 ]
Para superar ese atascamiento, propone inferir las categorías partir del análisis concreto de
los hechos en vez de usar un método de análisis apriorístico, rígido y con pretensiones de
universalidad. Antes que elaborar una ''gran teoría crítica'', hay que dar respuesta a una serie
de interrogantes que están estrechamente vinculados con la ecuación criminalidad/
criminalización, pero que poco tienen que ver con la realidad europea, de donde provienen los
aspectos centrales del actual discurso crítico, a saber:
·¿Cuál es la relación entre la deuda externa, la calidad de la vida y la criminalidad "inevitable"?
¿Cuál es la actividad del Estado -por acción u omisión- frente a esa calidad de la vida?

·¿Qué efectos pueden tener las fluctuaciones de los precios de las mercancías en el mercado
mundial en los índices delictivos de nuestros países? ¿Y por lo tanto en el surgimiento de la
economía informal?

·¿Cuál es el alcance real de los derechos humanos? ¿No será necesario desmontar también el
derecho público y no solo el derecho penal?

8"¿O acaso el derecho penal no responde a la política de un Estado en un momento determinado? ¿Rehabilitar
delincuentes es o no una decisión política dirigida a mantener el orden? El problema, por lo tanto, no estriba en este
punto"

9LOLA ANJYAR en su libro Criminología de la liberación dice lo siguiente: "entendemos el control social como el
conjunto de sistemas normativos (religión, ética, costumbres, usos, terapéutica y Derecho -este último entendido
en todas sus ramas en la medida en que ejercen ese control reproductor, pero especialmente la penal; en sus
contenidos tanto como en sus no contenidos-) cuyos portadores a través de procesos selectivos ( estereotipia y
criminalización) y mediante estrategias de socialización (primaria y secundaria o sustitutiva), establecen una red de
contenciones que garantizan la fidelidad (o, en su defecto, el sometimiento) de las masas a los valores del sistema
de dominación; lo que por razones inherentes a los potenciales tipos de conducta discordante, se hace sobre
destinatarios sociales diferencialmente controlados según su pertenencia de clase" [1987:31].

·¿Por qué los delitos de los poderosos se convierten en multas sin castigo al cuerpo del
individuo? ¿No será necesario también desmontar el derecho civil?

·¿Qué tipo de Estado tenemos en el capitalismo periférico y cómo se articula con el centro?
¿Por qué se hace necesaria la militarización de la justicia? ¿El surgimiento de policías
paralelas? ¿El genocidio de campesinos?

·¿Por qué ocupa lugar prioritario en la política criminal de los Estados latinoamericanos el tema
drogas? ¿En qué medida los tratados internacionales destruyen la noción de Estado dando
lugar a una política criminal transnacional? ¿Y en este sentido cómo queda el Estado de
Derecho en las naciones latinoamericanas? ¿Por qué tiene mayor legitimidad un comando
policial norteamericano que un juez nacional para detener un traficante como acaba de ocurrir
en Honduras?

·¿Qué relación hay entre el desarrollo de las empresas transnacionales y la posibilidad
reguladora del Estado-Nación? ¿Qué papel desempeñan las policías privadas en todo esto?

·¿Cuál es el papel del crimen organizado en mantener el orden cuando crea una estructura de
oportunidades como, por ejemplo, fuentes de empleo?

·Y ¿qué decir de la creciente criminalidad femenina y su posible conexión con la feminización
de la pobreza?
Cuando lleguemos a responder estos y muchos otros interrogantes se· podrá llegar a delimitar
un objeto de estudio que sea resultado de un proceso de análisis empírico, teórico e histórico;
y no como la verificación pura y simple en los hechos de un paradigma que ha idealizado y
aceptado de una manera acrítica y pasiva los postulados del marxismo que se toma como
modelo sin reconocer su actual debate interno generado por los problemas contemporáneos.

Rita Segato y una historia crítica de la violencia
Rita Segato10 reivindica una mirada localizada, que permita comprender aquello que dejan en
la sombra las teorías anglosajonas y francesas "que dominan el mercado mundial de ideas
desde la segunda mitad del siglo XX". Las teorías originadas en Latinoamérica que impactaron
en el Norte geopolítico y alcanzaron permanencia en el pensamiento mundial son cuatro: "la
Teología de la Liberación; la Pedagogía del Oprimido; la Teoría de la Marginalidad que fractura
la Teoría de la Dependencia y, más recientemente, la Perspectiva de la Colonialidad del Poder"
(2015: 35).
Según la lectura que realiza Segato de los textos de A. Quijano (que en los ochenta había
comenzado a hablar acerca de la colonialidad del poder como un eje constitutivo desde el cual
pensar América Latina), la emergencia del continente como realidad material y como categoría
no es periférica sino central y en torno a ella gravita todo el sistema que allí se origina.
"América es el Nuevo Mundo en el sentido estricto de que refunda el mundo, lo reoriginiza."
(2013:10).
Dos procesos históricos convergieron y se asociaron en la producción de dicho espacio/tiempo
[el "Nuevo Mundo"] y se establecieron como los dos ejes fundamentales del nuevo patrón de
poder. De una parte, la codificación de las diferencias entre conquistadores y conquistados en
la idea de raza, es decir, una supuesta diferente estructura biológica que ubicaba a los unos
en situación natural de inferioridad respecto de los otros. Esa idea fue asumida por los
conquistadores como el principal elemento constitutivo, fundante, de las relaciones de
dominación que la conquista imponía. Sobre esa base, en consecuencia, fue clasificada la
población de América, y del mundo después, en dicho nuevo patrón de poder". De otra parte,
la articulación de todas las formas históricas de control del trabajo, de sus recursos y de sus
productos, en torno del capital y del mercado mundial11
Entre los ejes sobre los que se organizan las reglas de la violencia estatal y social que analiza
Segato desde la perspectiva de la colonialidad del poder figura el de la tensión Racismo/Raza.
En el contexto de la colonialidad, la invención de la raza es el origen del control del
eurocentrismo sobre los países explotados. Esta jerarquía afectaría después a "los más
diversos ámbitos de la experiencia, organizando siempre en forma desigual en pares como
'precapital-capital, no europeo-europeo, primitivo - civilizado, tradicional- moderno". (Estos
binarismos se relacionan directamente con la estructura de la modernidad, de los cuerpos
objetivizados y tomados como un objeto natural. Lo binario estabiliza las categorías políticas
y las identidades y crea una exterioridad, una exterioridad colonial/moderna, que "es la
exterioridad de la racionalidad científica, exterioridad administradora [de recursos, etc.],

10Segato Rita L, "Crítica de la colonialidad en ocho ensayos, y una antropología por demanda"
Quijano, Aníbal. "Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina", en: La colonialidad del saber:
eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas. Edgardo Lander (comp.) CLACSO, Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires, Argentina. Julio de 2000. p. 246.
Disponible en la World Wide Web: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/lander/quijano.rtfexterioridad expurgadora del otro y de la diferencia".) Entonces, el racismo "es constitutivo e
instrumental en ese orden: eurocentrismo no es otra cosa que racismo en el campo de la
jerarquización y atribución de valor desigual tanto a las personas, sus trabajos y sus
productos, como también a los saberes, normativas y pautas de existencias propias de las
sociedades que se encuentran a un lado y del otro de la frontera entre el Norte y el Sur por el
proceso colonial." (2015:52)
Segato subraya cómo el poder del Estado, en procura de obtener una representación
hegemónica y unitaria de la idea de nación, olvida la variable raza, ese trazo de la historia que
"por alguna razón esquiva, se evade de ser nombrada, denominada, cuantificada". Como
resultado, se impuso "una clandestinidad de siglos a los cauces subterráneos de sangre
originaria, a los Ríos Profundos de la memoria que a ellos se vincula". La raza es -entoncesun signo, el "trazo de una historia en el sujeto, que le marca una posición y señala en él la
herencia de una desposesión [...] El no blanco [...] es un otro que tiene la marca del indio o
del africano, la huella de su subordinación histórica" (2007:23) Negros, indios y mestizos
llevan en su cuerpo las marcas de su pueblo derrotado y sometido, porque la construcción
permanente de la raza tendría como finalidad la "subyugación, la subalternización y la
expropiación". (2015:247), lo cual puede verificarse en el color de la cárcel, que es -dice
Segato- el color de la raza en el sentido de la dominación colonial que continúa hasta nuestros
días. Las injusticias raciales del sistema penal pueden rastrearse a todo lo largo de la
continuidad histórica entre "los genocidios perpetrados por los agentes de las metrópolis
coloniales y de los Estados nacionales", es decir: entre la reducción a la servidumbre y a la
esclavitud del pasado y el encarcelamiento selectivo, la tortura en prisión y las ejecuciones
policiales de la actualidad.
"Sin aceptar que son los desheredados del proceso colonial, con su marca
legible, quienes habitan, mayoritariamente, en las cárceles de América Latina, no se puede hacer ni
criminología crítica ni sociología del castigo." (2015:253)

BIBLIOGRAFIA

Del Olmo, Rosa: "América Latina y su Criminología". Editorial Siglo XXI. México 1981
Conferencia pronunciada en la ciudad de Bucaramanga en abril de 1988.
Profesora
de la Universidad Central de Venezuela. Disponible en:
publicaciones.eafit.edu.co/index.php/nuevo-foro-penal/article/download/4093/
Quijano, Aníbal, "Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina en:
La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas
Latinoamericanas.

Edgardo

Lander

(comp.)

CLACSO,

Consejo

Latinoamericano
Ciencias Sociales, Buenos Aires, Argentina. Julio de 2000. p. 246. D
--------------------"¡Qué tal Raza!" disponible en: https://quijano-anibal-que-tal-raza.p.
------------------- "Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina" Disponible en:
http://www.decolonialtranslation.com/espanol/quijano-colonialidad-del-poder.pdf
Segato, Rita L, "Crítica de la colonialidad en ocho ensayos, y una antropología por demanda"
1ª Edición Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Prometeo Libros 2013
Segato, Rita L; Arias Julio y Restrepo Eduardo; Teun A. van Dijik; Walsh Catherine:
"Raza y racismo". Disponible en: Crítica y Emancipación. CLACSO
http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20120301125018/CyE3.pdf
Segato, Rita L, "La Nación y sus Otros: raza, etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de
Políticas de la Identidad". Buenos Aires. Prometeo Libros 2007

XX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría
www.interpsiquis.com- abril 2019. Psiquiatria.com


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Comentarios de los usuarios


En el trastorno de personalidad antisocial, como muy bien argumentáis hay muchos factores en juego y por desgracia determinadas personas aún antes de nacer ya están siendo afectadas por los antecedentes familiares, sociales, culturales… Una vez nacen el cerebro va adquiriendo conocimientos que en muchas ocasiones son muy beneficiosos pero en otras todo lo contrario dado que les lleva a manifestar comportamientos antisociales. Por ello el ser capaces de detectar, evaluar, tratar o crear programas de prevención y de intervención puede aportarles gran ayuda en su desarrollo. Enhorabuena por la aportación y muchas gracias por la aportación pues todo es importante a la hora de manejar estas conductas disruptivas.

Ana Mª Bastida de Miguel
Psicólogo - España
Fecha: 09/04/2019



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