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Tratamientos menos conocidos del trastorno por déficit atencional e hiperactividad

Fecha Publicación:
Autor/autores: Laura Montes Reula

RESUMEN

Niño que acude a consulta acompañado de sus padres derivado desde el colegio por presentar un comportamiento inadecuado en la escuela. Lo describen como un niño movido, travieso, despistado, que interrumpe las clases. Los resultados académicos han empeorado notablemente. Desde el colegio aconsejan a los padres visitar a un especialista, para ser evaluado y tratado. Los padres en consulta presentan una actitud pasiva, con poca coordinación entre ambos, observando un patrón familiar no estructurado en hábitos alimentarios, normas y límites para los hijos. Por ello, se decide en primer lugar comenzar con psicoterapia familiar, en particular trabajando la alimentación, así como tratamiento farmacológico específico. Las dietas equilibradas son importantes para toda la población, y más aún para los niños.
Si además el niño tiene diagnóstico de TDAH, la alimentación juega un papel especial por lo que hay que estar atentos a sus hábitos. En el tratamiento del TDAH se han investigado posibles factores dietéticos que puedan exacerbar o mitigar los síntomas de este trastorno. Se ha observado que una dieta equilibrada, libre de algunos nutrientes mejora los síntomas de este trastorno.


Palabras clave: niño
Tipo de trabajo: Comunicación
Área temática: Infantiles y de la adolescencia, Trastornos infantiles y de la adolescencia .

Complejo Hospitalario de Navarra, Pamplona

TRATAMIENTOS MENOS CONOCIDOS DEL TRASTORNO POR DÉFICIT ATENCIONAL E
HIPERACTIVIDAD
Laura Montes Reula
laurareula@gmail.com

RESUMEN
Las dietas equilibradas son importantes para toda la población, y más aún para los niños. Si
además el niño tiene diagnóstico de TDAH, la alimentación juega un papel especial por lo que
hay que estar atentos a sus hábitos.
En el tratamiento del TDAH se han investigado posibles factores dietéticos que puedan exacerbar
o mitigar los síntomas de este trastorno. Se ha observado que una dieta equilibrada, libre de
algunos nutrientes mejora los síntomas de este trastorno.

EFECTOS DE LA INGESTA DE MACRONUTRIENTES SOBRE SÍNTOMAS DE TDAH Y EL
SUEÑO
Existen evidencias de diferente grado que apuntan a una relación entre la dieta, el
comportamiento, rendimiento físico y cognitivo de la población infanto-juvenil. Por ejemplo, la
malnutrición proteica y el déficit de hierro y zinc están asociados a una mayor agresividad,
hiperactividad y desórdenes de conducta. Del mismo modo, una alimentación no correcta y otros
factores dietéticos pueden provocar alteraciones del sistema nervioso y cambios en el
comportamiento infantil.

Así, no es de extrañar que en el tratamiento del TDAH se hayan
investigado posibles factores dietéticos que puedan exacerbar o mitigar los síntomas de este
trastorno.
Azúcares simples
Frecuentemente se relaciona la ingesta de caramelos o bebidas azucaradas (ambos ricos en
azúcares simples, principalmente sacarosa o glucosa)
con un empeoramiento de la hiperactividad en niños con TDAH. Son embargo, la mayoría de estudios controlados no han
demostrado un efecto claro de la sacarosa. En el metanaálisis Wolraich y cols, concluyeron que
el azúcar no afecta de forma habitual en el rendimiento cognitivo o el comportamiento en niños
sanos, aunque no se descartan efectos menores en determinados subgrupos, caracterizados por
aumento de la duración de los episodios de agresión o por un aumento de falta de atención. Se
ha señalado que estas posibles alteraciones cognitivas, resultado de la ingesta de azúcares
simples serían debidas a la hipoglucemia reactiva que se produce tras la ingesta del azúcar
simple, a la cual son más sensibles los niños que los adultos. En este sentido se ha recomendado
evitar el abuso de alimentos ricos en azúcares de rápida absorción (de alto índice glucémico) en
niños con TDAH. Esto podría ayudar a evitar la exacerbación de algunos de los síntomas propios
de este trastorno. Aun así, es importante remarcar que el azúcar no es la causa de que un niño
sea hiperactivo.
Ácidos grasos de cadena larga (omega-3 y omega-6)
Los omega-3, y en especial el EPA, ejercerían efectos positivos, pero son modestos si se
comparan con el actual tratamiento del TDAH. Los autores del metanalisis indican que los omega3 mp pueden sustituir un tratamiento farmacológico para el TDAH dada su modesta eficacia,
pero el hecho de que no muestren efectos adversos podría justificar su uso para aumentar la
efectividad de los fármacos utilizaos. La dosis que se ha recomendado oscila de 300mg/día a
600 mg/día de omega-3 y de 30 a 60 mg/día de omega-6.
En una revisión reciente realizada por Guillies y cols para la Cochrane Library, después de
estudiar los resultados de 13 ensayos seleccionados que incluían 1011 sujetos, se concluye que
aunque dos ensayos muestran una probabilidad más alta de mejora en los grupos que recibieron
una combinación de ácidos grasos omega-3 y omega-6, los resultados no son estadísticamente
significativos en otros ensayos.
Gluten
El gluten es una glucoproteína presente en algunos cereales. La incidencia de trastornos
relacionados con el gluten está aumentando. En el estudio realizado por Jackson JR et al. (2012),
en el cual tras aplicar un dieta sin gluten durante 6 meses a pacientes con TDAH, se observó
cómo la mayoría de los pacientes (74%), prefirió seguir la dieta tras el estudio debido a un alivio
significativo de la sintomatología.

DEFICIENCIAS DE MICRONUTRIENTES Y TDAH
Actualmente existe evidencia científica que muestra asociaciones entre el TDAH y niveles bajos
de ciertos nutrientes como el hierro, el zinc y, en menor grado, el magnesio. El hierro, al igual
que el zinc y el cobre son cofactores esenciales en la producción de dopamina y norepinefrina;
dos neurotransmisores que juegan un papel esencial en la etiología del TDAH.
Hierro
La asociación de niveles bajos de hierro y TDAH no está del todo verificada, ya que también
existen estudios en los que esta relación no ha sido significativa y en trabajos cuyo objeto ha
sido estudiar la eficacia de suplementos con hierro no han sido del todo concluyentes. Dada la
divergencia en los resultados obtenidos, varios autores han señalado que una posible causa sería
que no existe un valor umbral de ferritina universal para estimar una deficiencia de hierro que
tenga efectos fisiológicos sin llegar a un estado de anemia.
Los diferentes trabajos publicados hasta la fecha han utilizado diferentes niveles de ferritina
como valor umbral de deficiencia, lo cual, en ciertos casos podría justificar la variabilidad de los
resultados obtenidos.

Por todo lo expuesto, aunque la evidencia científica apunta al posible papel de la deficiencia de
hierro en los diferentes síntomas del TDAH, sería recomendable incluir en la valoración global
del niño con TDAH la evaluación de los niveles de ferritina.
Zinc
El zinc tiene una función clave en la función inmunitaria, el crecimiento y desarrollo y en la
reproducción, siendo también necesario para el desarrollo del cerebro. Es un cofactor esencial
para más de 100 enzimas es crucial en la conversión de la piroxina (vitamina B6) a su forma
activa. Esta vitamina es necesaria para la conversión de triptófano a serotonina. Por otra parte,
el zinc está involucrado en la producción y regulación de melatonina, la cual interviene en el
metabolismo de la dopamina, y también es cofactor de la delta-6 desaturasa, enzima clave en
la síntesis de ácidos grasos.
El déficit de zinc podría estar originado por múltiples causas aún no bien definidas; como: dieta
deficitaria de alimentos ricos en zinc, menor absorción del micronutriente, mayor excreción del
mismo o ser el resultado de interacciones entre e zinc y determinados fármacos o aditivos
alimentarios.
Magnesio
Similar a lo que ocurre con el hierro y el zinc, diversos estudios han señalado también una
relación entre niveles bajos de magnesio y el TDAH, si bien estos no son muy numerosos. Como
ocurre con los otros micronutrientes, la suplementación rutinaria con magnesio en niños con
TDAH, no está justificada, aunque sí que son necesarios más estudios que permitan determinar
si la suplementación con magnesio o con otros micronutrientes como el hierro o el zinc puede
aportar una mejora en la calidad de vida de los pacientes con TDAH.
Otros componentes presentes en los alimentos
Se ha descrito que determinados aditivos alimentarios (principalmente colorantes y conservantes artificiales) pueden generar hiperactividad y falta de atención en niños tanto con TDAH como sin este trastorno, si bien los datos no son concluyentes. No obstante, existe
unanimidad respecto a que estos aditivos alimentarios no son la causa del TDAH.
Existe un consenso en la comunidad científica sobre la necesidad de más estudios sobre la
relación entre colorantes artificiales e hiperactividad. Así mismo, se requiere una cierta
precaución al aconsejar una total restricción de alimentos que contengan estos colorantes. La
imposición de una dieta totalmente libre de colorantes artificiales no debe ser realizada hasta
que se hayan desarrollado métodos que identifiquen que colorante o colorantes pueden ser los
responsables y quien es realmente sensible a estos compuestos, dada la variación interindividual
observada.

CONCLUSIONES
La ingesta de caramelos o bebidas azucaradas (ambos ricos en azúcares simples, principalmente
sacarosa o glucosa) produce un empeoramiento de la hiperactividad en niños con TDAH. , los
omega-3, y en especial el EPA, ejercerían efectos positivos, pero son modestos si se comparan
con el actual tratamiento del TDAH. Otros estudios sugieren que una dieta libre de gluten mejora
significativamente los síntomas conductuales del TDAH y que la enfermedad celíaca no tratada
puede predisponer a los pacientes a los trastornos mentales y del comportamiento como el
TDAH. Por todo ello, la dieta es un factor a tener muy en cuenta cuando nos encontramos con
un niño con sintomatología hiperactiva y un déficit atencional.

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Clinical Excellence, London

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