Autor/autores:
Rahel Bachem, Noga Tsur, Yafit Levin...(et.al)
Un número creciente de estudios informa que la pandemia de COVID-19 ha provocado diversas reacciones psicológicas aversivas y ha creado una crisis de salud mental global. Sin embargo, los mecanismos específicos que subyacen a las reacciones emocionales negativas, así como las diferencias entre países, apenas comienzan a explorarse. El presente estudio examin&oacu...
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Un número creciente de estudios informa que la pandemia de COVID-19 ha provocado diversas reacciones psicológicas aversivas y ha creado una crisis de salud mental global. Sin embargo, los mecanismos específicos que subyacen a las reacciones emocionales negativas, así como las diferencias entre países, apenas comienzan a explorarse. El presente estudio examinó la asociación del miedo relacionado con COVID-19 y el afecto negativo en Israel y Suiza. Se exploraron los roles mediadores de tres creencias de control, a saber, el fatalismo, el locus de control y la traición institucional percibida.
Se reclutaron muestras de población general de 595 participantes suizos y 639 israelíes y se completaron una encuesta de autoinforme en línea. La mediación moderada utilizando modelos de análisis de ruta multigrupo para las dos muestras se llevó a cabo y se comparó utilizando AMOS.
El modelo de ruta multigrupo tuvo un ajuste excelente para ambas muestras. Los diferentes caminos fueron moderados por la afiliación del país. Los niveles más altos de miedo relacionado con COVID-19 se asociaron con afecto negativo en igual medida en ambas muestras. El miedo relacionado con COVID-19 se asoció con informes más altos de traición institucional y un locus de control más bajo en ambas muestras. Un mayor miedo relacionado con COVID-19 se asoció con un menor fatalismo solo en la muestra suiza. En ambas muestras, la traición institucional medió la asociación entre el miedo relacionado con COVID-19 y el afecto negativo, sin embargo, el locus de control fue un mediador solo en la muestra israelí.
Los resultados actuales sugieren que la reacción del gobierno fue de crucial importancia con respecto al estado emocional de las dos poblaciones. Curiosamente, mientras que en el contexto de la adversidad, el fatalismo generalmente se considera un factor de riesgo para la salud mental, durante la época de la pandemia parece haber tenido cualidades protectoras entre la población suiza. Las intervenciones que fortalecen el locus de control personal tienen el potencial de mitigar el efecto negativo en Israel, pero no en Suiza. A pesar de que COVID-19 es un fenómeno global, las estrategias de prevención e intervención deben ajustarse a los contextos locales.
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