Autor/autores:
Michelle A Silva, Oscar F Rojas Perez, Luis M Añez...(et.al)
La carga de salud mental asociada con la pandemia global de COVID-19 es innegable, y las secuelas psicológicas y emocionales de las múltiples pérdidas podrían permanecer invisibles en los próximos años. Entre las poblaciones susceptibles, los latinos tienen un mayor riesgo de contraer y propagar el virus, como resultado de residir en áreas densamen...
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La carga de salud mental asociada con la pandemia global de COVID-19 es innegable, y las secuelas psicológicas y emocionales de las múltiples pérdidas podrían permanecer invisibles en los próximos años.
Entre las poblaciones susceptibles, los latinos tienen un mayor riesgo de contraer y propagar el virus, como resultado de residir en áreas densamente pobladas, una gran representación en industrias críticas (por ejemplo, plantas empacadoras de carne, atención médica, fábricas) y condiciones de salud subyacentes.
Al mismo tiempo, los latinos se diferencian de otras comunidades raciales y étnicas en sus actitudes hacia la obtención de servicios de salud física y conductual en respuesta a la pandemia de COVID-19. Debido al miedo a la deportación, las preocupaciones por la privacidad y la desconfianza que resulta de un historial de xenofobia en los EE. UU. , Los latinos especialmente aquellos entre la comunidad indocumentada y no ciudadana, son más reacios a confiar en los profesionales médicos y de salud mental, participar en un tratamiento o abrazar el uso de la tecnología como método de prestación de servicios.
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