La pandemia de COVID-19 ha resultado en aislamiento y cuarentena obligatorios. El objetivo de este estudio fue describir y comparar los impactos psicológicos del aislamiento y la cuarentena de COVID-19.
Este fue un estudio retrospectivo transversal. Los participantes eran bahreiníes mayores de 18 años que habían sido sometidos a aislamiento o cuarentena. Los participan...
La pandemia de COVID-19 ha resultado en aislamiento y cuarentena obligatorios. El objetivo de este estudio fue describir y comparar los impactos psicológicos del aislamiento y la cuarentena de COVID-19.
Este fue un estudio retrospectivo transversal. Los participantes eran bahreiníes mayores de 18 años que habían sido sometidos a aislamiento o cuarentena. Los participantes elegibles fueron identificados de la base de datos de contactos COVID-19 (cuarentena) y casos (aislamiento) de Bahrein. Se administraron cuestionarios validados para depresión autoinformada (Center for Epidemiological Studies - depresión [CES-D]), estrés postraumático (Impact of Event Scale - revisada [IES-R]) y estigma percibido (Stigma Scale [SS]).
Las puntuaciones medias de CES-D, IES-R y SS fueron 16, 76 ± 5, 65, 13, 50 ± 14, 67 y 25, 29 ± 7, 99, respectivamente. En resumen, el 40% (205 de 502) de los participantes mostraron depresión clínicamente significativa, y <20% (98 de 502) tenían indicios de algún malestar postraumático, con mayor depresión y malestar en los aislados que en los que estaban en cuarentena. El estigma percibido fue informado por el 53, 4% (268 de 502) de los participantes, más prominente entre los que estaban en cuarentena. Los puntajes de depresión y estrés postraumático fueron significativamente más altos en mujeres, estudiantes universitarios, aquellos con antecedentes de afecciones de salud mental, que conocían una muerte por COVID-19 y experimentaban conflictos sociales. La edad fue una variable significativa correlacionada con las tres escalas, y los participantes más jóvenes indicaron más angustia, depresión y estigma. La duración de la segregación se correlacionó significativamente con CES-D, puntuación que muestra más síntomas depresivos a medida que aumenta la duración del aislamiento. Los predictores significativos fueron la edad, el sexo, los antecedentes de enfermedad mental y el estado de COVID-19.
Las personas aisladas y en cuarentena informaron de depresión, estigma percibido y, en menor medida, angustia. Se necesitan urgentemente intervenciones psicológicas que identifiquen y se dirijan a personas con cargas psicológicas de diferente gravedad.
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