La reciente reforma de la Lei de Saúde de Galicia, Lei 8/2021, do 25 de febreiro, de modificación da Lei 8/2008, do 10 de xullo, de saúde de Galicia fue promovida para dotar a la Xunta de una base legal para poder aplicar sin impedimentos restricciones en la movilidad y aprobar confinamientos o cuarentenas forzosas de infectados, pero no para obligar a la vacunación. Lo que realmente contempla es sancionar, de leve hasta grave, la “negativa injustificada” al cumplimiento de las medidas de prevención, consistentes en la vacunación o inmunización prescritas por las autoridades sanitarias con la finalidad de prevención y control de una enfermedad infectocontagiosa transmisible, si las repercusiones producidas tuvieran una incidencia o trascendencia directa en la salud de la población.
A partir de aquí ha surgido la polémica de si las vacunas deben ser obligatorias o no.
Las vacunas son una de las herramientas más eficaces en salud pública, en cuanto a la prevención de enfermedades se refiere. Las vacunas salvan vidas.
En nuestro país existe una buena tradición de vacunación que se traduce en las altas coberturas de las diferentes vacunas del calendario de vacunación infantil, por lo que se considera que el cambio a una inmunización obligatoria tendría justo el efecto contrario al esperado. No demos más argumentos a los antivacunas. Además, ¿quién respondería de los posibles efectos adversos y secundarios tras la aplicación de una vacuna obligatoria?
Los datos del Ministerio de Sanidad del año 2019 muestran que aunque las coberturas de vacunación han disminuido ligeramente, siguen siendo excelentes, las de primovacunación rondan el 98% y las de recuerdo superan el 95%.
En el Derecho español, lejos de imponer la obligatoriedad de la vacunación, se parte de un principio general de voluntariedad en las actuaciones de salud pública. Por ello, la regla general es la voluntariedad, salvo lo que se dispone en la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, que expone que la autoridad sanitaria para controlar las enfermedades transmisibles podrá adoptar las medidas oportunas para el control de los enfermos, los contactos y el medio ambiente, sin hablar explícitamente de inmunizaciones.
En España, al contrario de lo que ocurre en otros países, las vacunas no son obligatorias, ni en niños ni en adultos. En la Unión Europea cada país cuenta con una legislación específica sobre vacunación. No se ponen las mismas vacunas y no todas son imperativas. La mayoría de las vacunas, en Europa, no son obligatorias pero sí recomendables.
En Francia existen 11 vacunas obligatorias para todos los nacidos a partir del 1 de enero de 2018. Por su parte, Italia cuenta con una ley que impide que los menores de 6 años accedan a escuelas o jardines de infancia si no tienen la cartilla de vacunación al día. Además de una serie de vacunas obligatorias para la población mayor de 16 años. Al igual que España, Portugal o Reino Unido, Alemania no tiene vacunas obligatorias. En Polonia, como en Italia o Francia, sí cuentan con vacunas obligatorias, cada año quedan desglosadas las vacunas obligatorias, que son gratuitas, y las recomendadas, que hay que pagar.
Mientras, varios expertos en Derecho Constitucional han declarado que en teoría una comunidad autónoma no podría legislar sobre la vacunación obligatoria, pero en la práctica sí que podría. Otros letrados consideran que ésta tiene difícil encaje constitucional y que lo lógico sería que la norma se discutiera y aprobara en todo el territorio nacional, ya que sólo el Gobierno central puede aprobar leyes orgánicas que son, según la constitución, las que pueden regular derechos fundamentales y libertades. Y hasta que esta ley exista seguirá siendo necesaria la intervención de un juez.
España todavía no ha actualizado su marco legislativo para poder luchar con eficacia contra esta enfermedad pandémica, y ahora todo se determina entre interpretaciones judiciales, lagunas legislativas, episodios de caos autonómicos, confinamientos perimetrales, y agravios comparativos entre comunidades.
“I want to break free. I want to break free from your lies. You're so self satisfied I don't need you. I've got to break free…” (I want to break free, Queen).
El Dr. Miguel Álvarez Deza es especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
