El 6, 4% de la población europea sufre depresión según un estudio que publica la revista « The Lancet Public Health», liderado por investigadores del King’s College de Londres, el Instituto hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), el Institut de Recerca Sant Joan de Déu, el Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (IBIOMED) y el CIBER de epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).
Esta cifra es superior a la estimada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que calculaba en el 4, 2% la prevalencia de esta patología a la región europea.
La prevalencia de la depresión mayor en España es alta, especialmente entre las mujeres, y está fuertemente asociada a variables personales y desventajas socioeconómicas. Estos datos son de un estudio anterior de los mismos autores se pudieron explotar los datos españoles de la encuesta, situando la prevalencia del trastorno depresivo en el 6, 1%, siendo del 8% entre las mujeres y del 4, 1% entre los hombres, debido a quen en este estudio no se han contemplado, por cuestiones metodológicos, los datos de nuestro país.
La depresión esté considerada como una de les principales causas de invalidez en el mundo, incrementando el riesgo de muerte prematura, disminuyendo la calidad de vida y creando una fuerte carga para los sistemas de salud. De hecho, se calcula que puede afectar a más de 300 millones de personas en el mundo.
Los investigadores han analizado datos de la segunda ola de la Encuesta de Salud Europea (European Health Interview Survey), recogidas entre los años 2013 y 2015. En total, han podido trabajar con las respuestas de 258. 888 personas de 27 países europeos, excepto España, Bélgica y los Países Bajos.
La depresión esté considerada como una de les principales causas de invalidez en el mundo, incrementando el riesgo de muerte prematura, disminuyendo la calidad de vida y creando una fuerte carga para los sistemas de salud
Del total de población encuestada, el 6, 4% presentó un probable trastorno de depresión. En mujeres, que representan el 52, 2% de la muestra, la prevalencia de esta patología llega al 7, 7%, muy por encima de la registrada en los hombres, que se sitúa en el 4, 9%. Esta fuerte diferencia entre sexos se da en casi todos los países, a excepción de Finlandia y Croacia.
Uno de los hechos que más ha sorprendido a los investigadores son las grandes diferencias entre países, con tasas de prevalencia más altas, incluso cuatro veces más, en aquellos con más desarrollo económico.
«La prevalencia en general es alta, la media para todos los países incluidos es superior al 6%. Pero sorprende que los países con desarrollo económico más alto y por lo tanto, en teoría, más recursos sanitarios y asistenciales que tendrían que tener un impacto en la reducción de las tasas de prevalencia, tienen una prevalencia más alta que otros países con menos desarrollo económico», señala Jorge Arias-de la Torre, del King’s College de Londres y uno de los autores del trabajo.
«Estos datos sitúan la depresión como un problema muy frecuente y, por lo tanto, disponer de estos datos ayuda a estimar las posibles necesidades de atención», apunta Jordi Alonso, también autor del trabajo, del IMIM-Hospital del Mar y del CIBERESP. «Los resultados nos permitirán monitorizar cómo evoluciona la prevalencia de la depresión, y esto es especialmente importante para evaluar el impacto de la pandemia de la Covid-19. Tenemos datos de muchos países europeos con el mismo instrumento, hecho que nos permitirá hacer un seguimiento cuidadoso».
Sorprende que los países con desarrollo económico más alto y por lo tanto, en teoría, más recursos sanitarios y asistenciales que tendrían que tener un impacto en la reducción de las tasas de prevalencia, tienen una prevalencia más alta que otros países con menos desarrollo económico
Estos resultados sugieren que factores demográficos, culturales y sociopolíticos, como el acceso a servicios de salud, inseguridad laboral o el incremento del coste de la vida), pueden ser determinantes en las diferencias observadas.
Así, por grupos de población, los más afectados por la depresión son los de más edad, no nacidos en la Unión Europea, que viven en zonas de alta densidad de población, con enfermedades crónicas y poca actividad física y niveles educativos y de ingresos más bajos. A la vez, entre las conclusiones del trabajo destaca el hecho que los países de la Europa Occidental presentan tasas de prevalencia de depresión más elevadas si se comparan con los de la Europa Oriental.
«Este estudio supone una de las muestras estudiadas más grande en Europa hasta la actualidad y refleja variaciones de prevalencia entre países que tienen que servir para la planificación de servicios y para el seguimiento del fenómeno en el tiempo», añade Antoni Serrano, del hospital Sant Joan de Déu y firmante del trabajo.