La selección de medicamentos en la depresión todavía se basa principalmente en ensayo y error, frustrando tanto a los pacientes como a los médicos. Las pruebas de diagnóstico que predicen la respuesta al tratamiento por adelantado podrían facilitar un enfoque informado y reducir el sufrimiento.
Idealmente, esas pruebas medirían directamente la func...
La selección de medicamentos en la depresión todavía se basa principalmente en ensayo y error, frustrando tanto a los pacientes como a los médicos. Las pruebas de diagnóstico que predicen la respuesta al tratamiento por adelantado podrían facilitar un enfoque informado y reducir el sufrimiento.
Idealmente, esas pruebas medirían directamente la función cerebral. La principal prueba de investigación de la función cerebral, la resonancia magnética funcional (fMRI), es demasiado cara para escalar a la atención de rutina.
Sin embargo, la electroencefalografía (EEG) es relativamente barata y rápida y podría estar disponible en muchos entornos. Además, como medida directa de la actividad cerebral localizada, el EEG es ideal para diseccionar las conexiones entre la neurotransmisión, los síntomas y la respuesta farmacológica.
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